El gobierno de la Provincia de Buenos Aires publicó hoy en el Boletín Oficial una batería de medidas orientadas al sostenimiento económico y auxilio tributario de las actividades económicas afectadas por la pandemia.
Entre ellas, la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) suspenderá embargos e implementará un plan de pagos especial para les bonarenses cuyas ventas hayan caído.
Este plan permite regularizar en 18 cuotas sin interés, deudas de Ingresos Brutos, Inmobiliario Básico (planta edificada y rural) y Automotores, vencidas entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2021. Además, se suspenden los embargos judiciales hasta fines de agosto.
Por otro lado, ARBA eliminará las retenciones al impuesto sobre los Ingresos Brutos para aquellos rubros que se hayan visto afectados a raíz de la crisis sanitaria. La medida contempla teatros, cines, bares, locales gastronómicos, discotecas, salones de fiesta, establecimientos deportivos, jardines maternales y centros de atención de desarrollo infantil.
Los mismos se beneficiarán a lo largo de julio, agosto y septiembre próximo con una reducción a cero de las alícuotas de los regímenes de recaudación de Ingresos Brutos. Lo que implica, en la práctica, que ARBA dejará de aplicarles retenciones en cuentas bancarias o tarjetas.
Medidas necesarias pero no suficientes
Con respecto a estas medidas, Isaac Rudnik, director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) señala que generarán un alivio en aquellos sectores que tienen que pagar de inmediato. Sin embargo, resultan insuficientes en tanto no eliminan los impuestos, sino que permiten pagarlos en cuotas futuras.
“Hay dos cuestiones que explican que no son suficientes: primero que son créditos fiscales, se van a tener que pagar. No se suspenden. En segundo lugar, lo que hace falta para los sectores más afectados por la crisis es la transferencia de recursos, mediante créditos o transferencias de renta. El problema es que no estamos frente a una situación de crisis transitoria, sino que es un contexto en el que la economía no se va a recuperar rápidamente. Sobre todo en la franja donde operan estos sectores”, explica Rudnik.
Sin medidas para los sectores más afectados
En ese sentido, cabe resaltar que frente a la segunda ola y con algunas restricciones vigentes, el futuro de la economía es incierto. De manera que “sectores como el gastronómico, de la construcción o de la economía informal van seguir muy afectados. Por lo cual, la posibilidad que le están dando de pagar en los próximos meses, aún cuando sea en cuotas, los pone en una continuidad de una situación difícil. No hay perspectiva de mejoras sustanciales, como para que puedan pagar aquello que adeudan, sumado a las nuevas cuotas impositivas”, dice el director de ISEPCi.
Los sectores populares, que muchas veces se desarrollan en el sector de la economía informal, no se ven contemplados en estas medidas. En tal sentido, Rudnik hace hincapié en la necesidad de que se escuche los reclamos de las organizaciones sociales.
La primera medida necesaria y la más importante es “la reinstalación del IFE con un monto mayor y con una metodología mensual, por lo menos de acá a fin de año”, dice. Además, plantea la necesidad de un aumento de la Asignación Universal por Hijo y de la Tarjeta Alimentar que, a partir del aumento de los precios, se han visto desvalorizadas.