El Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC) informó, en estos días, acerca de las licitaciones del servicio de catering para funcionaries del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y lo comparó con el servicio que reciben les estudiantes de los establecimientos educativos públicos de Capital Federal.
Según el informe de la organización, el GCBA contrata desayunos y viandas con jugo de naranja, tostadas, quesos de primera marca, mermeladas, frutas, pan lactal de salvado y variedad de sabores de té para reuniones y eventos. Así comienzan el día les funcionaries que asisten a encuentros de trabajo en la Secretaría de Transformación Cultural Porteña.
En tanto, el ODC advierte que, al mismo tiempo, más de 240 mil estudiantes empiezan su día con un mate cocido y una magdalena, una vainilla o una barrita de cereal de tercera marca. En contraste con esta situación, según la Licitación Pública N° 2051-0407-LPU22, la planta del Gobierno Porteño se provee de un tipo de servicio alimentario de primer nivel.
Licitaciones y asimetrías
Jonathan Baldiviezo, titular del ODC, en dialogó con Nota al Pie, comentó: “La orientación de cómo se otorgaron los pliegos (para comedores escolares) hace deducir que van a ser las mismas empresas las que vienen prestando el servicio”.
“Lamentablemente no hubo instancias de participación de la comunidad educativa a pesar de los constantes reclamos en cuanto a la cantidad y calidad de los alimentos que se reciben”, agregó Baldiviezo. Además, el referente del Observatorio indicó que la Constitución de la Ciudad exige una participación ciudadana previa en materia de política educativa.
El organismo calcula que el promedio de un desayuno saludable para un funcionario equivale $710, en tanto, para un estudiante es de $37. Jonathan Baldiviezo, además, aseguró que los costos elevados de los pliegos ($700 mil) y la acumulación de puntaje de empresas que tienen contrato con el estado desplazan a las pequeñas empresas que intentan ofrecer su servicio.
El GCBA convocó a una licitación pública que “está armada” para que ganen las mismas 19 empresas habituales que lucran con la salud de los estudiantes. Desde la organización consideran que esos proveedores prestan un pésimo servicio y que podrán obtener ganancias de 70 mil millones de pesos durante los próximos cuatro años.
Polémico sistema de becas
“Hay un cuestionamiento al sistema de becas. El Gobierno no se encarga de dar alimentación a todos les estudiantes, sino únicamente, garantiza la gratuidad del servicio a aquellos que tramiten una beca”, prosiguió el titular del ODC. (Estos trámites son muy engorrosos y no lo realizan todas las familias).
A consecuencia de esta dificultad burocrática, la cantidad de alimentos que llegan a las escuelas es menor a la necesaria y las viandas deben ser repartidas entre todos los alumnos.
“Para nosotros este sistema (de becas) es una violación a la constitución de la Ciudad que establece que el acceso a la educación es universal y gratuito. Por lo tanto, no se puede establecer una política focalizada […] la cuestión alimentaria no es una política social ajena, sino que es parte del sistema educativo”, concluyó Baldiviezo.
En el marco de este escenario, la comunidad educativa, se viene organizando para debatir y modificar el sistema de alimentación en las escuelas de la Ciudad. Próximamente, se iniciará la “Campaña por una alimentación de calidad y gratuita para todes”.