Rusia, país que mantiene la actual presidencia de los BRICS, sigue afianzando su agenda de trabajo en pos de la desdolarización de la economía mundial. En ese sentido, el gigante euroasiático anunció “avances significativos” en la búsqueda de alternativas al dólar estadounidense en las relaciones comerciales con países latinoamericanos, y busca fortalecer la creación de una nueva arquitectura financiera global.
Rusia negocia alternativas al dólar en Latinoamérica
El miércoles, en el marco del XXVII Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el director del departamento latinoamericano del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexánder Schetinin, sostuvo que “existen avances significativos” para la desdolarización de las relaciones comerciales con varios países de Latinoamérica.
En ese sentido, el funcionario señaló que, en el marco de los BRICS, se están configurando “ideas para introducir plataformas de pago alternativas” e indicó que esas conversaciones también se están desarrollando con países como Cuba, Venezuela o Nicaragua.
El diplomático, de esta manera, aprovechó uno de los eventos empresariales más grandes e importantes del mundo, etiquetado como el “Davos ruso”, para mostrar la influencia de la Federación de Rusia en el continente latinoamericano y reafirmar el interés del gigante euroasiático por fortalecer la tendencia de desdolarización en el orden global.
“Existe un proceso de negociaciones entre las estructuras empresariales y bancarias para encontrar las formas de interacción más aceptables y convenientes para garantizar los vínculos comerciales y económicos entre nuestros países”, afirmó.
Del mismo modo, Schetinin destacó tanto el intercambio comercial en monedas nacionales como la introducción de las tarjetas Mir como algunas de las alternativas al dólar estadounidense. En esa línea Schetinin manifestó que, a pesar de que las formas de desdolarización pueden ser diferentes, “la prioridad es el desarrollo de la cooperación”.
En octubre del año pasado, en una entrevista con la agencia TASS, el funcionario explicó que encontrar alternativas al dólar con los países de la región “no es sólo una cuestión de decisión política, también es una cuestión de equilibrio fiscal”.
En aquel entonces, además de dar a conocer que el Banco Central de Rusia se encontraba trabajando en la desdolarización con países de Latinoamérica, Schetinin declaró que gran parte de los países del continente “comprenden la necesidad de desdolarizar nuestras relaciones económicas exteriores” al mismo tiempo que aseguró que “será cuestión de especialistas hacer que esto se convierta en una realidad”.
La desdolarización, una tendencia global
El enfoque ruso en Latinoamérica, no obstante, forma parte de una estrategia más amplia en donde el objetivo es crear una arquitectura financiera global menos dependiente del dólar, algo que es compartido por cada vez más países alrededor del mundo.
Los acuerdos de Bretton Wods, que establecieron al dólar estadounidense como moneda de reserva mundial, fueron una de las principales herramientas de Estados Unidos para posicionarse como el hegemón en el sistema internacional. Sin embargo, en la actualidad, existe una tendencia hacia la desdolarización que es reconocida por todos los actores del orden global.
En este sentido, a partir de la confiscación de los activos rusos por parte de Estados Unidos y sus socios de Occidente, muchas naciones han impulsado la utilización de monedas nacionales en sus transacciones comerciales con otros países. Y los BRICS, que en la Cumbre de Johannesburgo del año pasado se plantearon la desdolarización de sus países miembros, juegan un rol fundamental.
Durante el mes pasado, en el marco de la visita a China, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, destacó que el 90% de los acuerdos comerciales entre ambos países se realizan en rublos y yuanes. No menos significativos han sido los acuerdos entre China y Brasil, Rusia e Irán y Nigeria e India para utilizar sus monedas nacionales en las relaciones comerciales.
En junio del año pasado, a su vez, los analistas del JP Morgan, el banco más grande de Estados Unidos, advirtieron que, a pesar de que es poco probable que el dólar pierda su hegemonía en un futuro cercano, “están apareciendo algunas señales de desdolarización” en la economía mundial.
En esa línea, el descenso del dólar como moneda de reserva de los bancos centrales de todo el mundo hasta un 58% (su mínimo histórico) y el aumento del oro, que en la actualidad representa el 15% de las reservas frente al 11% de hace 5 años, son muestra del proceso de desdolarización.