Este año, la Secretaría de Cultura brillará por su ausencia en su tradicional stand del pabellón azul en la Feria del Libro. En línea con los constantes ataques a la cultura, el Gobierno nacional no apoyará este tradicional evento. En diálogo con Nota al Pie, el presidente de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro, confirmó la decisión.
Desde el Ministerio de Capital Humano afirmaron que no se destinarán 300 millones de pesos al stand oficial del Gobierno.
Sin embargo, Alejandro Vaccaro aseveró que las cifras que se dijeron no son reales. “Se habló de que tener un stand salía 300 millones de pesos, eso es totalmente falso”, sostuvo.
A su vez, agregó que con “un 20% de esa cifra se puede hacer un stand, como los que hicieron en años pasados”. “Pueden estar presentes y darle espacio a muchos escritores y escritoras que, a través del esfuerzo que hacían los Ministerios o Secretarías de Cultura anteriores, tenían un espacio para dar charlas, conferencias, y organizar actividades”. “Desafortunadamente este año no van a estar”, lamentó.
¿Cuáles son las expectativas para la Feria del Libro de este año?
La industria del libro vive inmersa dentro de la realidad nacional. Todos sabemos que hay una retracción de consumo realmente muy importante. Los índices son muy altos y en lo que respecta a libros, en el mes de enero la caída en ventas estuvo cerca del 30%. En marzo va en la misma dirección, más de un 20%.
Vaticinamos que la venta de libros en los stands será sin dudas inferior al año pasado porque desde luego la gente tiene menos plata. Pero a la gente le gusta venir a la feria, recorrer los stands y estar en los más de 1.500 actos culturales que realizamos.
Creo que nuestro gran capital es la gente, ese millón trescientas mil personas que nos acompañan.
¿Cómo se prepara esta edición 2024 a diferencia de otras?
La gran diferencia es la crisis, la marcada crisis económica que afecta sin duda a la industria del libro. Estamos trabajando con un montón de promociones para facilitar la compra de libros; lo hacemos mediante bancos o tarjetas de crédito. Buscamos la posibilidad de que la gente pueda comprar, por ejemplo, en tres o en seis cuotas, con algún descuento especial que dan las tarjetas.
También estamos firmando acuerdos con consejos profesionales, diversas instituciones y sindicatos para facilitar el ingreso a las personas que asistan. Fuimos muy cuidadosos en fijar el precio de la entrada que es muy accesible y además parte de su costo se recupera comprando un libro. Son un montón de ventajas para facilitar que la gente venga a la feria.
En relación a la ausencia del stand de la Secretaría de Cultura, ¿Qué reflexión le merece?
La verdad es que no entiendo las razones reales por las cuales la Secretaría de Cultura no hará uso del espacio del stand que tradicionalmente tiene desde siempre. Estará el Gobierno de la Ciudad como siempre y la Provincia de Buenos Aires, casualmente el lugar que ocupaba Nación lo ocupará la Provincia de Buenos Aires, en el pabellón azul con un stand muy lindo y grande, que se ve muy bien. Son decisiones políticas que, insisto, no comparto.
¿Cuál es el balance que hacen desde la fundación respecto de la Industria del Libro en la actualidad?
Sin duda la feria creció notablemente desde la primera feria. El año que viene se van a cumplir 50 años de la primera feria que se inauguró el 1° de marzo de 1975 y ha habido una evolución manifiesta.
A la primera feria asistieron alrededor de 200.000 personas, hoy estamos arriba del millón trescientos. Por supuesto, el dibujo de la feria era mucho más chico. Hoy tenemos más de 440 expositores, 250 expositores comerciales, contamos con la presencia de provincias, de asociaciones civiles sin fines de lucro, entidades financieras, y sindicatos.
El gran valor de la feria ha sido que es una feria siempre plural. Nosotros permitimos todas las ideologías, religiones, y estéticas. No hay objeción. El único límite que tenemos es el negacionismo del Terrorismo de Estado, es lo único que no permitimos y en eso somos inclaudicables.
Como un gran referente de la cultura, ¿Cuál es su reflexión respecto a los conflictos que hay como consecuencia de los recortes en las distintas áreas culturales?
Como hombre perteneciente al mundo de la cultura, creo que es un error garrafal de este gobierno atacar a la cultura. Por ejemplo, intentar cerrar el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto del Teatro, modificar abiertamente el INCAA, la verdad que son cosas para mí inentendibles. Es ponerse en contra a un mundo cultural muy rico que hay en la Argentina, muy potente.
Nosotros somos de Sudamérica, somos vanguardia en todos los aspectos culturales; no sólo literarios, sino en música, pintura, en muchas expresiones artísticas. Es un crimen que este gobierno, por una simple política de marketing, intente voltear el trabajo de tantos años, de tanto esfuerzo y sacrificio de muchísima gente. Así que, por supuesto, me manifiesto totalmente en contra de las políticas que intenta llevar a cabo este gobierno en relación a la cultura.