Un día como hoy, pero en 1954, nació una de las máximas leyendas del fútbol argentino, campeón del mundo con el seleccionado nacional en México 1986 y que dejó una huella enorme en Independiente, el club de sus amores: hablamos de Ricardo Enrique Bochini.
El Bocha levantó cuatro veces la Copa Libertadores de América y obtuvo en dos ocasiones la Copa Intercontinental con el rojo de Avellaneda. Además, es el jugador con más presencias y el más laureado en la historia del club.
Para Ricardo, Independiente fue su segunda casa: desde que llegó al club nunca se fue. Comenzó a jugar en el club Belgrano de Zárate, ciudad natal del Bocha y previo a su paso en el rojo, tuvo posibilidades de probarse en Boca Juniors. Pero finalmente arribó al club de Avellaneda a sus 17 años.
Apenas unos meses más tarde y con 18 años ya cumplidos, debutó en primera con la camiseta roja, la única que vistió en toda su carrera profesional a nivel clubes. Su estreno fue el 25 de junio de 1972 en la derrota por 0-1 frente a River Plate por el Torneo Metropolitano. Ingresó a falta de 10 minutos en lugar de Hugo Saggioratto.
En sus comienzos, el Bocha ingresó regularmente desde el banco y con el correr de los partidos se ganó un lugar en el 11 titular. Fue un pilar importante en Independiente en la década dorada y se adueñó con altura del mítico dorsal 10.
Por otra parte, representó a la Selección Argentina entre 1973 y 1986. Como dato de color, fue campeón del mundo en México junto a Diego Armando Maradona, quien en varias veces manifestó su idolatría por el Bocha. Además, integró en el plantel de la Selección Fantasma que venció a Bolivia en la Altura de La Paz en 1973.
El Rey de Copas de Independiente
Ricardo Bochini es el jugador con más presencias en la historia de Independiente con 714 partidos entre 1972 y 1991. Durante casi dos décadas de trayectoria, consiguió 13 títulos con el Rojo para convertirse en el futbolista con más pergaminos.
Los títulos no tardaron en llegar, ya que entre 1973 y 1975 fue campeón consecutivamente de la Copa Libertadores. Durante aquellas tres ediciones, el Maestro jugó 15 partidos y marcó tres goles. Además, convirtió el único tanto en la final de la Intercontinental frente a la Juventus en 1973.
En aquella oportunidad, el equipo italiano disputó el match como subcampeón de Europa tras la no presentación del Ajax, que había conquistado la Champions League en ese mismo año. Cabe destacar que aquel gol estuvo perdido de los registros audiovisuales durante varios años.
En 1984, el Bocha le dio a Independiente su séptima y última Libertadores hasta el momento, tras vencer al Gremio. En aquella edición disputó 12 encuentros y aportó dos tantos. En ese mismo año, obtuvo la segunda Intercontinental al derrotar en la final al Liverpool con gol de «Mandinga» Percudani.
Sus otros títulos en Independiente fueron la Copa Interamericana 1973, 1974 y 1976, competencia en la dejó su huella con un gol en las finales del 74´y 76. También fue campeón local en el Nacional 1977 y 1978, Metropolitano 1983 y Campeonato 1988/89.
Su último partido fue el 5 de mayo de 1991 en el empate 1-1 frente a Estudiantes de La Plata. El Bocha recibió una dura patada de Pablo Erbín y sufrió un esguince de rodilla y se retiró en camilla por primera y única vez en su carrera. Tras esa lesión, Bochini colgó los botines como profesional.
Bochini, el ídolo de Maradona
Bochini no solo se ganó el respeto de la gente de Independiente, sino que también de hinchas de otros clubes. Además, Diego Maradona confesó en varias ocasiones que era su ídolo. En 1981 en el empate 1-1 entre Boca e Independiente en La Bombonera por el Metropolitano, Diego y Bochini se intercambiaron las camisetas. Pelusa había marcado el tanto del Xeneize.
Diego, como siempre tocado por un aura especial, pidió dos deseos para el Bocha y se los cumplieron. Uno de esos se lo hizo a Carlos Salvador Bilardo para que lo convoque al Mundial de México 1986. Bochini ingresó en lugar de Jorge Burruchaga a falta de seis minutos en el triunfo de Argentina por 2-0 frente a Bélgica en las semifinales.
Cuando estaba por entrar, Pelusa se acercó a él y le gritó “Bienvenido Maestro: lo estábamos esperando”. Durante ese poco tiempo del Bocha en cancha, tiró unas paredes con el capitán, que ya había marcado los dos tantos de la Albiceleste.
El otro pedido del 10 fue durante su paso como entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata en el duelo frente a Independiente en Avellaneda. Maradona se reencontró con el Bocha y solicitó que el estadio lleve el nombre de la leyenda del Rojo.
Meses después, Pelusa falleció y el fútbol estuvo de luto. Tras su muerte, el Bocha lo recordó con mucha emoción y declaró “es un orgullo que Maradona me haya tenido como ídolo”. Sin embargo, el pedido del astro argentino se hizo realidad en 2021. Desde ahora, el estadio del rojo se denomina Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini.