
El pasado domingo, Javier Milei asumiรณ la presidencia de la Repรบblica Argentina. La primera semana de gobierno se distinguiรณ por el anuncio de medidas econรณmicas contundentes, en el marco de lo que el actual oficialismo denomina โplan de estabilizaciรณnโ.
El paรญs que el nuevo gobierno hereda presenta una inflaciรณn elevada, que acumula un 148% hasta el mes de noviembre, un mercado de cambios volรกtil, una deuda en aumento con los acreedores privados y las reservas del Banco Central comprometidas para afrontar los vencimientos de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Luis Caputo, quien participรณ en el gobierno de Mauricio Macri y fue responsable de la firma de aquel acuerdo con el FMI, fue seleccionado por Milei para liderar el Ministerio de Economรญa. Caputo, en una de sus primeras declaraciones sobre su nueva funciรณn, afirmรณ que se encuentra โante la peor herencia de la historiaโ.
Lo cierto es que, mรกs allรก de la herencia, el nuevo gobierno tiene el objetivo de realizar un fuerte ajuste a la economรญa argentina, sin considerar las consecuencias que eso conlleva en los ingresos ya deteriorados, para el consumo pujante y el empleo en crecimiento que se registra pese a las problemรกticas antes mencionadas.
En este sentido, una de las primeras decisiones que tomรณ el gobierno fue la suspensiรณn por un aรฑo de la pauta oficial, el presupuesto del Estado destinado a sostener los medios de comunicaciรณn, garantizar la libertad de expresiรณn y la pluralidad de voces.
Luego, el ministro de Economรญa anunciรณ, a travรฉs de un video, un paquete de medidas de urgencia econรณmica. Como habรญamos anticipado, la primera fue implementar una devaluaciรณn de la moneda de 119%, llevando el dรณlar oficial a $800.ย
Como el corazรณn del denominado โplan motosierraโ, Caputo confirmรณ la eliminaciรณn total de la obra pรบblica nacional y comunicรณ la reducciรณn de subsidios a las tarifas de servicios y transporte. Para compensarlo, anunciรณ el incremento del programa social Asignaciรณn Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar.
Asรญ, lo que desde La Libertad Avanza (LLA) llamaron โcampaรฑa del miedoโ del ex candidato a presidente Sergio Massa, se transformรณ en realidad. Porque, tal como advirtiรณ, con la quita de subsidios en el รrea Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) el boleto de colectivo pasarรก de $52,96 a $797 y el de tren superarรญa los $1000.
Por otro lado, Caputo dispuso el aumento provisional del Impuesto Paรญs a las importaciones y de las retenciones a las exportaciones. Ademรกs, serรกn reducidas al mรญnimo las transferencias discrecionales a las provincias, lo cual tendrรก consecuencias en la capacidad de pago de salarios de les trabajadores provinciales.
Como es sabido, la devaluaciรณn de la moneda nacional tiene un impacto inmediato en los precios y, por lo tanto, en el poder adquisitivo del salario. Sumado al aumento de los combustibles desatado por la liberaciรณn de los precios (acumulรณ un 57% de aumento en la รบltima semana), la inflaciรณn aumentarรก de manera exponencial en los prรณximos meses.
Las reacciones tras las medidas
Estas medidas, aunque fueron avisadas durante la campaรฑa, tomaron por sorpresa a algunos sectores que confiaron en el slogan de campaรฑa de Milei, que sostenรญa que โel ajuste lo paga la casta polรญtica, no el puebloโ.
En realidad, una vez mรกs, el programa de ajuste apunta a los sectores populares y la clase media, los cuales sufrirรกn en carne propia las consecuencias, sin expectativas de que sus demandas sean atendidas por un gobierno que se dice anti-intervencionista. En tanto, el presidente se escuda en su cรฉlebre frase โno hay plataโ.
Entendiendo que el ajuste significa el empobrecimiento de les trabajadores, los gremios ย afines a la Confederaciรณn General del Trabajo (CGT), la Central de Trabajadores Argentina (CTA), su par autรณnoma (CTAA) y los que nuclean a les empleades estatales se declararon en estado de alerta.
Por otro lado, la Unidad Piquetera (UP), que agrupa a diversas organizaciones sociales de izquierda, junto a sectores del movimiento obrero, definen por estas horas un plan de lucha en rechazo al ajuste y en defensa del derecho a la protesta.
Es que otra de las disposiciones que se realizaron esta semana fue un protocolo de seguridad de la ministra y ex candidata a presidenta Patricia Bullrich. En el mismo se contemplan sanciones, persecuciรณn y represiรณn para quien interrumpa el trรกnsito como instrumento de manifestaciรณn social.
Otro sector que mostrรณ descontento, uno que difรญcilmente sea reprimido en caso de protestar, es el de les productores agropecuarios. El campo expresรณ su rechazo a la decisiรณn del gobierno de aumentar las retenciones, ya que consideran que se trata de una medida inesperada que perjudicarรก a la actividad productiva.
No obstante, quien se expresรณ optimista por el paquete de polรญticas econรณmicas fue el FMI. Desde su sede en Washington, Estados Unidos, calificaron las medidas como โaudacesโ. Lo cierto es que el Fondo, con su potestad para presionar al paรญs a cambio de desembolsar recursos, exige este tipo de polรญtica econรณmica hace tiempo.
La โcastaโ resiste el ajuste
Mientras la sociedad discutรญa las medidas de ajuste anunciadas, se desarrollรณ una sesiรณn especial en el Senado Nacional, convocada por la vicepresidenta Victoria Villarruel, que no estuvo exenta de polรฉmicas ligadas a la corrupciรณn.
En la sesiรณn, la senadora de Uniรณn por la Patria (UP) Juliana Di Tullio denunciรณ que, frente a la mirada testigo de la presidenta de la Cรกmara, โse negociaron despachos y cargos a cambio de dineroโ.
Ademรกs, aunque el gobierno asegura que โno hay plataโ para evitar el estancamiento econรณmico, el Banco Central dispuso la emisiรณn de un bono para estatizar la deuda en dรณlares de las empresas importadoras.