Nota al Pie estuvo presente en la Asociación de Trabajadores del Estado Capital (ATE Capital), para conocer el trabajo de Sandra Di Claudio, secretaria administrativa; Romina Piccirilo, secretaria de comunicación y Clarisa Spataro, secretaria de género y diversidad. Durante la charla, los avances en materia de género, la lucha de los feminismos y el cambio de gobierno fueron algunos de los temas tratados.
¿Cómo se llevó adelante el proceso de la paridad de género dentro del gremio?
Clarisa: Nosotros ya venimos practicando la paridad antes de que esté en el estatuto, ya que la venimos aplicando desde la gestión de 2019. Después se modificó el estatuto y ya la paridad es obligatoria por estatuto.
En algunos sectores fue muy costoso y en otros no costó nada porque ya estaban más feminizadas. En Ciudad la paridad ya estaba más aceitada y en los organismos nacionales costaba un poco más. Una cosa es una compañera ocupando lugares que no son los más políticos, tal vez la paridad se daba más en las bases y fuimos trabajando sobre eso.
Romina: Antes por ahí pasaba que para cumplir el cupo del 30% estaba “la mujer de pirulo” y cosas así. Ahora se piensa el cumplimiento de la paridad con compañeras que ya son cuadros formados, que tienen trayectoria. Y después eso hace todo más fácil al momento de conformar las listas.
Además, una particularidad que se dio en esta elección es que hubo paridad en el armado de las listas, porque entendemos que en esas definiciones chiquitas se dan un montón de cuestiones.
C: Eso para las compañeras fue fundamental, sentís gran tranquilidad.
Sandra: Es una transformación grande que venimos haciendo. En un principio nos costaba mucho poder ocupar lugares de relevancia porque siempre estabas para el relleno y a partir de 2019 empezamos a tomar roles más decisivos, fue creciendo nuestro nivel de participación y de definiciones.
¿Cómo fue, al principio, ocupar esos cargos que estaban masculinizados?
S: Al principio fue un poco duro. También los compas tienen que cambiar la cabeza y hay que reconocer que lo han hecho y han visto que venimos a enriquecer el sindicalismo. Las mujeres tenemos otra mirada de todo y esa mirada lo que hace es fortalecer las definiciones gremiales.
R: En las reuniones de la comisión administrativa las mujeres no hablábamos, era una disputa entre “chabones” y que a veces hasta se nos escapaba porque no estábamos en la rosca diaria.
C: En relación a eso, cuando asumimos en 2019 y yo me hago cargo del área de género una de las primeras cosas que hicimos fue un curso de oratoria sindical con perspectiva de género.
Tenemos la vara tan alta y nos cuesta tanto hacer público lo que pensamos, nos parecía importante poder ir en ese camino y fue muy notorio como se fue desarrollando ese curso.
Al principio les temblaba la voz hasta para presentarse y a lo largo del curso se fueron transformando en otras compañeras, se posicionan de otra manera, siguen formándonos para ocupar espacios de poder.
¿Cómo es el trabajo del área de género?
C: En 2021 armamos un protocolo de prevención y acción frente a situaciones de violencia de género. Fue inédito en todo el sindicato, incluso en ATE nacional todavía no había.
Pensamos el género de manera transversal, más abarcativa, que sea preventivo pero que también tenga otras patas de formación, sensibilización y talleres. Como plan integral, hace dos años, estamos dando un taller obligatorio para todas las listas que se presentan a elecciones para sensibilizar sobre género.
También hicimos un trabajo con el Ministerio de Mujeres sobre el cupo laboral travesti trans. Nos parece importante fortalecer a los sectores, que todos los sectores tengan delegadas y delegades representantes de género y diversidad.
¿Qué expectativas tienen a partir del 10 de diciembre con el nuevo gobierno?
C: A las personas travestis, trans y no binarias en este momento, más allá del temor generalizado que tenemos todos los estatales, es bastante particular lo que les pasa.
En la mayoría de los casos, en la primera vez que tienen un trabajo en relación de dependencia, formal, y la sensación de que el Estado te salva y te da una mano y ahora tienen miedo de ver qué pasa.
S: Estamos muy preocupadas y preocupados todes. Estamos haciendo un trabajo con ATE nacional en busca de la unidad porque sabemos que vienen por nuestros trabajos y por los derechos que supimos conseguir.
R: Está amenazado el ministerio, amenazada la ley de interrupción del embarazo. Pero creo que a diferencia de otras conquistas estas son recientes y fue tan masiva la salida a la calle que nos podemos quedar tranquilas de que no va a ser solo una defensa de las estatales.
C: El 25 de noviembre se hizo un pañuelazo y una intervención y ya en las calles se notaba el incremento de los discursos de odio. Pasaban algunos chabones y gritaban “la libertad avanza”, ni siquiera sabían lo que estábamos haciendo pero vieron mujeres y personas trans con pañuelos y ya se pusieron a gritar.
Hay situaciones de conquistas que creo que no va a ser tan fácil hacerlas retroceder, pero sí en lo cultural y lo discursivo es donde más van a atacar. Esto muestra que por más leyes que haya o por más conquistas no hay que dar nada por sentado, quién hubiera imaginado hace 10 años que un Milei podría llegar al gobierno.
¿Cómo se relaciona la militancia sindical con la militancia feminista?
R: Para mi tiene varios puntos. Por un lado, cómo nos insertamos nosotras en las organizaciones de disputas de poder: a vos te mandan a laburar y los compañeros son los que ponen la cara en el escenario. Me parece que el sindicalismo argentino dio muestras de un montón de avances.
Hay una cuestión muy gremial que tiene que ver con cómo atraviesa la violencia el trabajo. No sería lo mismo que vos tengas que recurrir a un delegado cualquiera varón, frente a una situación de acoso en el trabajo, que hoy que tenes instituido espacios de género en el trabajo donde el tema se va a tomar en serio.
Además los dos espacios piensan desde la transversalidad, en el entrecruzamiento de clase y de género como interseccionalidades.
C: El año pasado cuando nos fuimos a San Luis, para el encuentro, hicimos unas remeras que decían “sindicalismo feminsita popular” y estábamos en ese debate de si éramos sindicalistas feministas o feministas sindicalizadas. Eso justamente habla de nuestra identidad, a mi me gusta más sindicalista feminista porque tenemos una ráiz sindical que esta muy buena.
¿Cuáles son los proyectos a futuro?
S: La organización, la unidad y la resistencia. Organizarse para proteger los laburos y los derechos conseguidos. No es un momento bueno, yo tengo experiencia de haber pasado los 90 en el estado y me da mucha tristeza ver que se vuelva a repetir eso, es como que no aprendimos nada.