El cineasta británico Christopher Smith invadió los cines nacionales este último jueves con su última producción, El Sacramento del Diablo (Consecration). Allí somete a los espectadores a un misterio teñido de terror con bastantes toques melancólicos, donde abunda la oscuridad en cada uno de sus fotogramas.
Un film ambientado en un monasterio, en donde reina la naturaleza opresiva de la iglesia, sobre todo hacia las mujeres, casi encuadrando la obra dentro del clásico género de cine de los 70 ‘s, nunsploitation.
El film, que cuenta con un guión compuesto por varios giros escrito por Laurie Cook y el propio Smith, narra la historia de Grace, una oftalmóloga escéptica que desprecia la religión. Su vida da un giro inesperado cuando se adentra en el oscuro secreto detrás del suicidio de su hermano sacerdote en un misterioso monasterio en Escocia.
Acompañada por un investigador policial y bajo un cielo gris y paisajes montañosos siniestros, Grace descubre un perturbador episodio en el que una monja, tras un encuentro demoníaco, se auto infligió una espeluznante mutilación cortándose un ojo.
A partir de allí, la película sumerge a la platea en un escalofriante misterio que desafía las creencias de la protagonista, y un ambiente opresivo que mantiene a la audiencia en vilo. Desde esta premisa, el film se enfoca en la certeza de que algo siniestro acecha en el convento.
Las hermanas del convento parecen sumidas en un misterioso mantra, observando a los recién llegados con miradas inquietantes. Solo el investigador de la policía y un sacerdote sustituto, intentan mantener una fachada de normalidad, pero pronto se desvela que el sacerdote no es lo que parece.
Una protagonista que se luce en cada escena
Smith y Cook abordan en su retorcido guion, temas difíciles como la opresión religiosa, el suicidio y la muerte, más un toque de sutil humor en algunos momentos oportunos. Esto transforma al film en un rompecabezas cinematográfico en el que Jena Malone brilla con luz propia en su papel protagónico.
No es sorpresa que esta actriz se luzca en este intrigante film colmado de enigmas. Como actriz, siempre ofrece una interpretación digna de admiración, y lo demuestra una vez más al capturar de manera magistral el dolor y la frustración que implica enfrentarse a la devoción abrumadora. A lo largo de la película su interpretación se convierte en el reflejo de espectadores escépticos que no pueden tolerar la opresión religiosa.
Por otro lado, el Padre Romero, interpretado por Danny Huston, ejerce un poder opresivo sobre las mujeres del convento, llevándolas a obedecer sus órdenes ciegamente. La película expone cómo les lavan el cerebro, induciéndolas a menospreciarse, como un oscuro y perturbador retrato de la influencia corrupta de la iglesia.
También es destacable la labor actoral de Thoren Ferguson como el detective que investiga el caso, aunque no se logra una suficiente conexión con Grace, el personaje principal. Y es algo que sucede con casi todos los personajes en el film.
En este tipo de historias, generalmente hay al menos un individuo dispuesto a ayudar al protagonista a desentrañar el misterio, alguien que no es lo que parece a simple vista. Pero esta vez no se da. La película también tiene un ritmo endeble, y hasta para algunos puede resultar monótona.
En resumen
El Sacramento del Diablo (Consecration) no es una película mala, sin embargo, tampoco logra destacar de manera sobresaliente. La atractiva actuación de Malone y el resto del elenco se apoderan de sus personajes, y tienen su propio mérito, pero no son suficientes para sostener una trama enigmática que muchos podrían resolver a mitad de camino, o sino antes.
La narrativa enérgica de la película evita que el espectador caiga en el aburrimiento, a pesar de la sensación inestable en cuanto a la construcción de los personajes y su entorno.
Además en medio de una mezcla de elementos visuales y referencias a otras películas, este film termina siendo más efectista que innovador. Aunque es una opción decente para aquellos que buscan disfrutar de una trama intrigante con pinceladas de terror, pero no deben esperar un milagro cinematográfico.