Florencia Rivero es una estilista oriunda de Unquillo, una pequeña localidad de las sierras chicas de Córdoba. A través del éxito en su ámbito laboral, hoy forma parte de los escenarios más reconocidos de América y, próximamente, de Europa.
Nota al Pie entrevistó a la estilista para dialogar sobre los inicios de su carrera y la importancia de luchar por los sueños. Hoy en día, Florencia decide compartir sus capacitaciones gratuitas online, presenciales, y mostrar los viajes que realiza por el mundo mediante sus redes sociales.
Su pasión por la peluquería inició a sus 10 años, se tomaba el tiempo de hacerse rodete en el pelo para poder al día siguiente ir a la escuela con rulos, comentó. Además, le cortaba el pelo a las distintas muñecas de su hermana con intención de darles otro estilo.
A sus 21 años se presentó en una peluquería para trabajar haciendo uñas, pero la terminaron contratando como ayudante para lavar el pelo, barrer y limpiar.
Este comienzo le permitió poder estar a la par de grandes referentes de esta profesión: “Arranqué y a la semana ya aplicaba tinturas, lavaba cabezas, secaba, planchaba, hacía tratamientos. A los dos años de estar ahí me di cuenta de que realmente me gustaba y decidí estudiar. Hice los nueve meses de peluquería para tener el título de estilista y terminé estando cuatro años y medio en esa pelu”.
¿Cómo describirías el comienzo de tu carrera y su éxito en la actualidad?
Creo que nadie es consciente de lo que uno puede llegar a ser capaz. Siempre fui una persona observadora, curiosa, controvertida, siempre buscando un “¿por qué hay que hacer o ser así?”.
Desde un principio analicé cada movimiento que hacía y cómo lo hacía, eso me ayudaba a mejorar al día siguiente. No estudié en grandes academias ni necesité ser master en nada, quería ser yo. El camino no fue fácil, así como lo dije anteriormente, quería ser yo y que me eligieran a mí y no a una marca de producto.
¿Cuáles fueron tus logros principales?
Aceptarme fue unos de mis primeros logros. Cuando hablo de aceptación, hablo de aceptar mis fundamentos sobre la profesión, aceptar que también estaba bien pensar distinto, ofrecer algo distinto, y compartir algo distinto.
Lograr superar miedos, salir de la comodidad y entender que la perfección no existe me hizo crecer aún más. Ahí es donde pude pararme con la frente en algo y decir “ésta es mi marca, FloppyRivero”, y eso me impulsó a registrarla.
Compartir mi trabajo para otros colegas fue un impulso de la pandemia. Primero fueron capacitaciones online y luego presenciales en mi salón. A partir de eso, empezamos a recorrer el país y, ahora, Latinoamérica. Próximamente nos veremos en Europa.
¿Para qué famoses trabajaste?
Sobre los famosos que atendí, atendí a muchos pero no los nombró por una cuestión de ética personal. Como ya les conté, me hice sola y no quiero aprovecharme de otras personas para sacar algún tipo de beneficio. Observe y observo a colegas de todo el mundo, luego analizo y, si suma, lo aplico.
¿Cuándo comenzó tu interés por “posicionar a las mujeres en el rubro de la peluquería”?
“Hace dos años que voy girando por el país y noto que el negocio de la peluquería está totalmente manejado por hombres, no es que esté mal, pero digo, es un rubro donde el 95% de estilistas son mujeres, y no hay ni una como referente artístico del rubro”, finalizó Florencia.