Hagamos un ejercicio de memoria: ¿cuántos celulares, cargadores o baterías viejas tenés guardada en un cajón? Probablemente la respuesta sea, aunque sea, uno. Desde esa premisa parte Karina Alice para concientizar sobre la importancia de reciclar estos objetivos.
La periodista especializada en ambiente dialogó con Nota al Pie para explicar el origen de esta problemática. En esa línea, puntualizó en los elementos con los que se fabrican nuestros dispositivos móviles y qué males generan en la Tierra. A su vez, dio una luz de esperanza: hay diferentes maneras para reutilizarlos y causar el menor impacto posible en el medio ambiente.
Antes de compartir las palabras de la especialista, partimos de un punto clave. Según el Observatorio Mundial de Residuos Electrónicos (2020), en Argentina se generan 465 mil toneladas de estos residuos por año. El 60% termina en basurales o rellenos sanitarios, mientras que solo un 5% es recuperado.
Además, cada vez se utilizan más dispositivos electrónicos. En ese sentido, el país ocupa el tercer puesto en el ranking regional, luego de Brasil y México, con una generación promedio de 10,3 kg por habitante.
¿Qué materiales contienen los celulares?
Karina Alice dejó en claro que para fabricar un celular se necesitan extraer recursos naturales, lo que está ligado a la megaminería. “Muchos de los materiales que contienen son metales pesados, como mercurio, plomo, cadmio, cromo, arsénico”, enumeró.
La periodista agregó que son elementos muy dañinos para el ambiente y la salud. “También tienen metales preciosos, como el oro, plata, cobre, platino, aluminio y las baterías que se fabrican con litio”, detalló.
De esa manera, hizo hincapié en las diferentes consecuencias que genera la obtención de los mismos. “Estamos hablando de la megaminería, con el impacto negativo que tiene en el medioambiente”, afirmó. “Uno de sus graves problemas es la contaminación del agua”, afirmó.
Alice hizo referencia a la situación de esa actividad en Argentina. “Lo podemos ver en Chubut, San Juan, Mendoza, provincias donde la población salió a reclamar para resguardar un bien tan preciado como el agua”, ejemplificó. En ese sentido, aseveró que para poder fabricar un móvil se requieren 12 litros de agua.
Cabe mencionar que nuestro país es el tercer productor de litio a nivel mundial, elemento necesario para la confección de baterías de los celulares. En esa línea, la periodista se lamentó: “Con la modificación de la constitución provincial en Jujuy, se expuso el poco cuidado que se tiene del ambiente”. También, agregó que no se hicieron estudios de impacto ambiental ni se respetó el Acuerdo de Escazú, tratado del que Argentina es firmante.
“La alta demanda de aparatos tecnológicos aumenta y la megaminería se incrementa para satisfacer esa demanda, lo que conlleva a la sobreexplotación de los recursos naturales”, planteó.
Para finalizar, Alice hizo una escalofriante predicción: “Se estima que en 50 años, si una persona cambia el celular cada 2 años, gastará más de 1 tonelada de recursos naturales para tener un dispositivo de última generación”.
Por otra parte, si los celulares se tiran en la basura pueden contaminar el suelo y el agua. Cabe recordar que están compuestos de materiales que afectan a la salud: “El mercurio produce daños al cerebro y al sistema nervioso, el plomo provoca deterioro intelectual y al sistema circulatorio, el cromo afecta los riñones y a los huesos”, ejemplificó la entrevistada.
“Hasta 70 elementos de la tabla periódica pueden encontrarse en la electrónica”, afirmó. “Todos son valiosos y recuperables”, sostuvo.
¿Cómo se reciclan los celulares?
Hay otro destino para los móviles viejos que no sea el cajón de la cómoda. Pero ¡ojo!, este no debe ser la basura domiciliaria. “Contienen metales pesados que se pueden filtrar en el suelo cuando terminan en un basural a cielo abierto o un relleno sanitario”, advirtió Alice. “Esto llega a las napas, donde contaminan el agua de consumo humano. Asimismo, liberan gases tóxicos a la atmósfera”, agregó.
Por eso, la especialista recomendó llevarlos a una tienda o negocio de telefonía. “Las grandes empresas de telefonía en Argentina tienen la obligación de reciclar estos aparatos electrónicos. Cuando compramos un celular nuevo, el precio incluye su reciclaje”, indicó.
Otra opción es llevarlo a puntos específicos de reciclaje de aparatos electrónicos.
“Allí lo desmontarán y recogerán todos los materiales para su reutilización”, explicó Alice. “El cargador en desuso se puede recuperar, hasta en un 90%”, mencionó.
A su vez, sugirió la idea de donarlo o venderlo. De todas formas, recordó que cualquiera sea su destino de reciclaje, se debe borrar todos los datos personales del dispositivo. Es decir, restablecer a su configuración de fábrica. No obstante, no todas son malas noticias. Alice reconoció que en los últimos años se avanzó en los programas RAEE (de recuperación y reciclaje). “Todos los municipios tienen el suyo”, se alegró. De todos modos, recordó que es fundamental el compromiso de todos les ciudadanes, “para entender que esta basura peligrosa tiene otro tipo de tratamiento. Es fundamental para la población saber sobre el impacto que tiene el mal manejo de este residuo”, concluyó.