El 28 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Rabia ya que, en esta fecha, pero en 1895, falleció Louis Pasteur, científico y médico responsable de la creación de la vacuna antirrábica, el principal método para prevenir el contagio y propagación de esta enfermedad causada por un virus del género Lyssavirus.
Según el último Boletín Epidemiológico provincial, los casos se duplicaron en 2022, con detección de distintos animales enfermos y casos de mordeduras en humanos llegando a 82 casos y en mayo de este año ya se habían detectado 58 casos en Buenos Aires.
“Se trata de una enfermedad zoonótica viral, es decir que se transmite de animales a humanos, a través del contacto directo con la membrana mucosa de los ojos, piel cortada o mordeduras, ya que la rabia se encuentra en la saliva de los animales infectados. Los murciélagos son la principal fuente de transmisión a los animales y las personas”, explicó a Nota al Pie, la doctora Alicia Barreto, médica veterinaria y fundadora del refugio de animales APRANI.
En mayo de 2021 murió una mujer de 33 años en Coronel Suárez por rabia a causa de la mordedura de un gato infectado, hacía 40 años que se tenía registro de un fallecimiento en territorio bonaerense y 13 años en el país. El caso anterior se había registrado en 2008, en la provincia de Jujuy.
Aunque no hay un tratamiento específico para la rabia ya que una vez que aparecen los síntomas, casi siempre es fatal, con tan solo una vacuna puede evitar la infección. Es por eso que es esencial conocer los síntomas más comunes de esta complicación en animales y personas.
“En cuanto a los animales, los cambios abruptos en su comportamiento, la salivación excesiva, la dificultad para tragar y la parálisis en las patas traseras son señales de alarma a las que debemos prestar atención. En el caso de las personas, la fiebre, el malestar general, el dolor y el hormigueo alrededor de una herida causada por un animal, la confusión y la agitación, así como la dificultad para tragar, pueden indicar la presencia de la rabia”, desarrolló la veterinaria.
Consejos para prevenir la rabia en animales y reducir el riesgo para las personas
La vacunación es la mejor manera de proteger a los animales, es crucial consultar con un veterinario para establecer un calendario adecuado de vacunación que incluya también a otras enfermedades que puedan afectarlos. Además de identificar a nuestros compañeros peludos en caso de que se pierdan y para facilitar el contacto en casos de mordeduras a personas o entre ellos. Sumado a una alimentación adecuada, ejercicio regular y visitas periódicas al veterinario para mantener a las mascotas saludables.
“Enseñar a nuestros hijos a tratar a los animales con amor y respeto, y supervisar siempre sus interacciones con los animales, es una forma de prevenir posibles mordeduras y contagios; también tener un entorno limpio y libre de roedores en nuestro hogar y jardín contribuye a reducir el riesgo de rabia”, advirtió la fundadora de APRANI.
En caso de que alguien en nuestra familia haya sido mordido o rasguñado por un animal sospechoso de tener rabia, es fundamental buscar atención médica de inmediato para recibir la vacunación postexposición. El animal mordedor debería ser observado por un profesional durante diez días, para de esa forma descartar que esté enfermo de manera definitiva.
Es importante evitar el contacto con animales salvajes tanto de los animales como de los humanos, tomar distancia con mapaches, zorros y murciélagos es una medida preventiva esencial. Ante cambios extraños en el comportamiento de los animales, no debemos dudar en consultar a un veterinario ya que la detección temprana puede marcar la diferencia en el tratamiento.
“La prevención de la rabia es una tarea que involucra a toda la comunidad, así podemos garantizar un entorno seguro tanto para los animales como para nosotros mismos. En momentos como estos, la información y la acción responsable son nuestras mejores aliadas para evitar la propagación de esta enfermedad. Cuidar de los animales es una muestra de amor, juntos, podemos mantenernos a salvo y disfrutar de su compañía de manera segura”, concluyó Barreto.
¿Qué es APRANI?
APRANI es una Asociación protectora de animales sin fines de lucro, con sede en Moreno, Provincia de Buenos Aires, fue creada en 2006 por Alicia Barreto, médica veterinaria especialista en etología y fisioterapias recibida de la UBA.
Hoy en APRANI viven más de 200 animales rescatados de la calle, con denuncia policial y abandonados por sus familias (perros, gatos, conejos, aves, caballos, tortugas y chanchos). A todos ellos se les brindan los cuidados necesarios: alimento, cobijo, revisiones veterinarias, castraciones, cuidados médicos, terapias alternativas y mucho cariño. Actualmente la fundación se mantiene gracias al aporte de diferentes donantes, personas que apadrinan perros y quienes adoptan animales.