Esta semana el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) brindó su apoyo otra vez para nutrir al cine argentino. Este nuevo logro implica una mejora en el estreno de películas argentinas en los cines nacionales y beneficia a la Cámara Argentina de Distribuidores Independientes Cinematográficos (CADICINE), la cual reclamaba mejores recursos, mayor visibilidad para su contenido y lograr condiciones menos desiguales con el cine extranjero.
Para conocer más sobre este tema, Nota al Pie dialogó con el presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores Independientes Cinematográficos, Manuel Garcia, quien relató en concreto acerca de este nuevo logro que genera mucho más apoyo al cine argentino.
Después de los disturbios que el INCAA tuvo que vivir, ¿qué siente al haber podido lograr este apoyo al cine argentino?
Es un triunfo de la Distribución, una actividad que participa activamente en defensa del cine argentino, entendido como una industria que produce contenidos para ser vistos, en cualquier pantalla, en nuestro país y en el mundo.
Nuestra actividad no tiene un lugar fijo en la cultura nacional, sin embargo trabajamos en soledad para que los argentinos y argentinas de todo el país, y el público y la industria globales, tengan acceso a un cine más diverso.
¿Por qué se generó este problema entre el Gobierno y la industria cinematográfica nacional?
Esto es el resultado de muchos años de privilegiar a la producción y desatender a la circulación (exhibición, venta) de nuestro cine, tanto a nivel nacional como internacional.
Con una Ley de Cine y con un Instituto de Cine que son ejemplos en el mundo, es tiempo de poner todo ese talento y algo de ese presupuesto a funcionar a favor de la ciudadanía.
¿Cuánto tiempo llevó está lucha?
Esto es el resultado de una gestión que lleva casi un año, y que gracias a la colaboración del INCAA se confirma antes de un potencial cambio de gestión. Mientras tanto, se sigue trabajando en otras cuestiones de fondo, como la formación de audiencias o la regulación de las pantallas, pensando en un contacto más amplio entre nuestro cine y las audiencias.
Por otro lado, ¿por qué creé que el gobierno o el INCAA había tomado la decisión de que ya no haya material cinematográfico argentino?
Material hay y hubo, el problema es que, salvo excepciones (películas con los 4 o 5 actores y actrices más famosos y producción de plataformas de streaming) el público no se entera. Esto para un cine nacional pide la participación del Estado, y la colaboración del sector privado de distribución y exhibición, y también la producción.
La decisión que hace falta es la de privilegiar a la audiencia, esperemos que la industria audiovisual tome conciencia y avance en esa dirección, es una cuenta pendiente que ya lleva demasiado tiempo.