Hace algunas semanas el escritor Federico Batiz presentó su primer libro “Física de la falta”, publicado por Halley Ediciones. Producto de la búsqueda de una voz propia, la ópera prima es un poemario que reúne más de treinta poemas.
Federico es oriundo de Las Flores, ciudad ubicada en el centro de la provincia de Buenos Aires. Nota al Pie dialogó con él sobre el proceso de creación y publicación del libro. Además, el escritor habló acerca de sus gustos literarios, su modo de trabajo y hasta de las redes sociales.
¿Desde cuándo te gusta escribir y cuándo decidiste hacerlo de manera profesional?
Recuerdo que en secundaria, en la edad escolar, solía escribir y leer bastante. Hubo un tiempo en el que dejé, más que nada cuando entré a la Facultad de Psicología. La lectura académica me consumía bastante tiempo, que se restaba de lectura y escritura.
Alrededor del 2019 empecé con un taller de escritura, y también a compartir algunos textos que fueron surgiendo. En redes tuvieron buena repercusión, y me alentaron un poco a escribir más. Eso me llevó a hacer diferentes talleres y, más o menos en 2020, empecé a realizar lecturas en vivo y a preguntarme si lo que escribía podía llegar a concretarse en un libro, en algún momento.
A su vez, creo que todos esos procesos, y compartir mucho tiempo con gente que es de diferentes disciplinas de la cultura me ayudó también a conformarme. A aceptar y apostar, a decir: “Sí, escribo y quiero hacer algo con esto”.
Si mal no recuerdo, empezaste a difundir tus escritos a través de Instagram. ¿Hoy, con las redes sociales, crees que está todo más democratizado o que tenemos más acceso que antes?
Creo que está buenísimo. Es una plataforma que permite vencer vergüenzas, probarse y tener una retroalimentación desde el feed; con los comentarios, con quienes te siguen.
Como todo, tiene sus pro y sus contras, su parte buena y su parte quizás no tanto. A mí me pasó que el mismo algoritmo y la misma plataforma me generaron cierta ansiedad de tener que subir algo cada poco tiempo. Mi escritura ya no se centraba en la necesidad de escribir, sino en la demanda de cumplir con el algoritmo. Eso no le da tiempo de revisar y reposar a la escritura.
Hablabas del tiempo de revisión. ¿Cómo son tus procesos de escritura?
Tengo momentos donde estoy entusiasmado, motivado y puedo escribir bastante. Hay otros en los que no escribo tanto o no me sale y le dedico mucho tiempo a la lectura. Me parece que si uno se mantiene leyendo, aunque no esté escribiendo, sirve un montón.
Después, no tengo horarios ni métodos. Sí presto atención y anoto en el celular. Además, tengo una libreta que llevo a todos lados y a la cual vuelvo para completar alguna idea o ver qué sale a partir de eso.
Hablaste de la importancia de la lectura. ¿Cuáles son tus escritores favoritos o tus referentes?
En cuanto a poesía, me fascina la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi. De Argentina, Juan Ross, a quien vuelvo bastante. Carlos Batilana también, y bueno ¿Pizarnik a quién no le gusta y a quién no lo conmueve?
En el tema narrativa últimamente estoy muy enganchado y obsesionado con Alejandra Kamiya, más que nada con cuentos. Después con Mariana Enríquez. Rulfo hace mucho que no leo pero me gustaba mucho y (Luciano) Lamberti también.
Pasando a tu libro, ¿Con qué se encuentra quien lee “Física de la Falta”?
“Física de la Falta” es un poemario que tiene alrededor de treinta y algo de poemas, divididos en tres partes. Lo que intenté hacer es encontrar una voz propia, y en esa búsqueda creo que el lector encontrará a alguien que está intentando entender su mundo. Entonces, como quiere entender su mundo, toma prestado algunos conceptos de las ciencias duras y de la física para generar respuestas y llevar esos conceptos a imágenes cotidianas.
Yo tomé prestado conceptos de la ciencia dura y jugué un poco con la poesía. Hace poco Liliana Bodoc decía que, como la ciencia ayuda a entender el mundo, la poesía también puede hacerlo. Creo que el lector puede encontrarse con eso y con poemas que intento que dejen lugar para poner lo suyo, y que no le digan todo al lector.
Muchas veces uno llega a los libros porque se los recomienda otra persona, si tuvieras que recomendar tu libro a alguien ¿Qué le dirías?
Uff, qué difícil… Creo que es un libro con cierta frescura, que intenta jugar con dos mundos: el poético y el de la ciencia, los intenta unir.
Hay gente a la que tal vez se le puede ingresar por el lado de la ciencia, y a otra creo que le puede gustar como una introducción a la poesía. Si se trata de alguien que no leyó tanta poesía, creo que es un libro más amable, no es lírica tan abstracta.
¿Cómo es el proceso de publicar un libro en una ciudad chica como es Las Flores, y en esta época de crisis económica?
Fue todo un desafío. Para empezar asumir el desafío de que uno quiere publicar, empezar a mandar mails a diferentes editoriales, enfrentarse también con el “no”.
Eso empezó el año pasado. Halley Ediciones es de Buenos Aires, me contestó bastante rápido y fue una de las primeras que apostó. También lo que me daba seguridad es que esta editorial apuesta por la poesía.
Por otra parte, también se centra en la preventa. Una vez que se trabajó, se editó el borrador con una editora, sale a la preventa por tres semanas y con lo recaudado se inicia el pack. Eso ayuda porque uno no tiene que invertir tanto y a la vez estás trabajando con una editorial que tiene acceso a librerías. Yo quise apostar a tener la experiencia con editorial y no hacerlo autopublicado, que es lo que suele hacerse en la localidad.
Hasta el momento, ¿cómo fue la respuesta de les lectores?
La verdad que tuve muchísimo apoyo de la gente. Con la preventa pude costear la totalidad de la tirada. La verdad que estoy súper agradecido de eso, del apoyo, sobre todo porque uno no sabe cómo va a salir en este contexto también, que es difícil para todos.
Hace casi dos semanas, lo presenté en la Biblioteca 25 de mayo. Me acompañaron Salin Abraham, Candela Almada, Pablo Urnisa, y Sol Oliveto, que hizo la escenografía y la tapa del libro. Después de eso, tengo casi todos vendidos.
Entiendo que de la primera tirada quedan pocos, ¿Cómo se consigue el libro?
Se pueden comunicar conmigo por las redes para pedirme un ejemplar o conseguirlo en la página de Halley. Así que, contento y súper agradecido de que, en tan poco tiempo, por lo menos para mí, superamos las expectativas. Y si se llegan a agotar, se pensará tal vez en una segunda edición.