El pasado viernes 12 de mayo, la periodista y escritora Mariana Enríquez se presentó en el Teatro Argentino de La Plata para hablar de sus obsesiones al momento de escribir. Allí compartió cuentos inéditos, leyó fragmentos de una de sus novelas y hasta firmó ejemplares.
La charla se dio en el marco del ciclo “Las Extraordinarias”, que organiza el área de género del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Este fue el segundo encuentro, mientras que el primero contó con la presencia de Gabriela Cabezón Cámara.
La presentación de Mariana Enríquez
A partir de las 18:30, y durante casi tres horas, la escritora leyó sus escritos sentada sobre un sillón, con una mesa ratona y una pantalla como la única escenografía. El evento, de entrada gratuita, no sólo contó con la sala llena, sino que las entradas se agotaron en pocas horas.
La pantalla, ubicada sobre el fondo del escenario, servía de soporte a sus relatos, dado que allí se proyectaban fotos de los personajes o lugares mencionados en los cuentos. “Esto es una especie de experimento”, describió Enríquez al inicio del espectáculo.
Dentro de sus obsesiones, la aurora enumeró entre risas “mujeres asesinadas, asesinos, chicas desaparecidas, novios muertos, calor”. “Me fascinan las víctimas y los asesinos”, bromeó. No obstante, la oscuridad, lo siniestro, lo social y lo cotidiano son otros de los componentes que se encuentran en cada uno de sus relatos.
La literatura de lo siniestro
La presentación estuvo dividida en tres momentos. Al principio leyó dos cuentos, luego dos relatos, y por un último compartió fragmentos de su última novela Nuestra parte de noche.
El primero fue una historia inédita titulada “Elisa”, la cual será parte de su próximo libro. En ella narra el caso real de la muerte de Elisa Lam en Los Ángeles, en paralelo cuenta la historia de una periodista que vuelve a Estados Unidos, donde se encuentran sus amigas, su trabajo, pero también el pasado de un novio muerto y sus peores miedos. Mientras la autora leía la pantalla proyectaba el video de la última vez que la joven fue vista con vida.
Luego, Enríquez leyó otro cuento que transcurre en la ciudad de La Plata titulado “Ese verano a oscuras”. “Lo elegí para leerlo hoy un poco por populista, porque estamos acá, pero sobre todo porque hay un crimen de una mujer que pasó acá, el de Liliana Talarico, y una amiga que está aquí esta noche vivía en el complejo de edificios donde vivía Liliana”, sostuvo la escritora, y, al mismo tiempo, explicó que cambió los nombres de los personajes dado que se trata de una ficción.
“Estoy harta de que me pregunten: ¿pasó esto?, ¿pasó lo otro?”, manifestó la autora sobre la ficcionalización de la realidad. Además, explicó que para ella la ficción es “agarrar algo qué pasó y hacer algo con eso”.
En cuanto al cuento, se titula de esa manera debido a los cortes de luz que había en todo el país durante un verano de su adolescencia. Más allá del crimen y su obsesión por los asesinos en serie, el relato muestra la realidad del país sobre la inflación, los cortes de luz y la falta de empleo, es decir la crisis social.
Con un poco de ironía, la autora bromeó así varias veces con que la realidad de sus relatos de otras décadas aún coinciden con la actualidad. “¿Está un poco parecido al verano pasado, no?, preguntó y el público rió.
La muerte y lo que hay después de ella; las adicciones; la magia y el misterio estuvieron presentes en todos los relatos. A su vez, la crudeza de la oscuridad de los personajes también se ve reflejada en la oscuridad de las escenas nocturnas y desde las sombras.
Arte desde la realidad
La segunda parte fue más comentada que leída. Bajo el nombre de “Silueta”, el tercer texto compartido fue inspirado por la obra de Ana Mendieta, una artista cubana de los ‘70. “Estaba casada con un imbécil y era famosa porque hacía unas siluetas, como las que se hacen en el suelo en las escenas del crimen”, expresó Mariana.
Como siempre, la autora mezcló lo siniestro con lo cotidiano y comparó las siluetas de la artista con la silueta de las Islas Malvinas, que los alumnos del secundario debían marcar con tinta china durante la guerra. Con ese paralelismo, entre la vida de la artista y la vuelta a la democracia, también hizo referencia a la marcha del “siluetazo” en conmemoración a les desaparecides.
Luego habló de su obsesión por Charlen Manson y compartió “Influencia”, un texto del año 2008, cuando el asesino aún estaba vivo. “Estuvimos hablando durante esta noche de asesinos seriales y del que no hablamos es de quién sigo obsesionada”, señaló antes de comenzar a leer. Además de hacer un repaso por la historia del criminal varias veces, bromeó en torno a que “lo hippie es lo peor”.
El cierre fue con la lectura de dos fragmentos de su última novela Nuestra parte de noche. Los textos fueron acompañados con la proyección de imágenes enviadas por la gente: “Dibujos de ciertos momentos de la novela, cosas que se imaginan y hasta de mí”, aseguró Enríquez. Además, confesó que aún hoy siente “un poco de vergüenza” cuando le envían dibujos de su cara.
En primer lugar leyó un fragmento que transcurre en la ciudad de La Plata y hace referencia, entre otras cosas, a una represión a estudiantes que luchaban por la educación pública.
Luego, cerró su exposición con un fragmento más oscuro sobre un ritual para alcanzar la inmortalidad. La sala se mantuvo en silencio durante toda la lectura y eso sólo cambiaba al momento de aplaudir a Enríquez cada vez que finalizaba una de sus historias.
Distinción y próximas fechas
Este viernes, además de su presentación en el teatro, Mariana fue distinguida como “graduada Ilustre” de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). “Sigo escribiendo para mí. Los textos literarios me tienen que gustar primero que a todos, a mí. Yo no siento que tenga responsabilidad en la literatura, aquí soy libre”, expresó durante el agradecimiento.
A su vez, la escritora iniciará en los próximos días una gira con su espectáculo “No traigan flores”. Luego de presentarse a sala llena en el Teatro Coliseo de la ciudad de Buenos Aires, el próximo 17 de mayo estará en Córdoba y, en julio, visitará Rosario.