El 15 de julio de 2010 Argentina se convirtió en el primer país de América Latina en aprobar el matrimonio igualitario. La Ley 26.618 modificaba artículos del Código Civil, en particular cuando se definía al matrimonio como aquel contraído entre un hombre y una mujer.
Esta norma fue el puntapié inicial de otros logros obtenidos por la lucha colectiva. Tal es el caso de la Ley de Identidad de Género, Ley de Reproducción Médicamente Asistida, Ley de Cupo Laboral Trans, Ley contra la Discriminación en la Ciudad de Buenos Aires, Ley de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis Virales, ITS y Tuberculosis.
El camino hacia el matrimonio igualitario
La normativa fue posible gracias a la lucha y a las campañas llevadas a cabo por organizaciones LGBTIQ+ desde la década del 90. “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”, establece el artículo 2 de la Ley que significó un enorme avance.
Ese 15 de julio, luego de más de 15 horas de debate en el Senado, una plaza llena festejó los 33 votos a favor se impusieron contra los 27 en contra y las 3 abstenciones.
El antecedente más cercano que se tenía hasta el momento era la Ley de Unión Civil, de diciembre del 2002, promulgada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El proyecto había sido presentado por la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y permitia uniones civiles para parejas del mismo sexo.
Dicha iniciativa tuvo luego réplicas en otras partes del país como Río Negro en 2003, y las ciudades cordobesas de Villa Carlos Paz y Río Cuarto en 2007. Si bien significó una conquista, la medida no incluía el derecho a la adopción o la herencia de los contrayentes.
¿Cómo es la situación en el resto del mundo?
En América Latina, el matrimonio igualitario es legal en ocho países y en varios estados mexicanos. Cuba es el país que más recientemente modificó su marco legal para permitir estas uniones. En los últimos años, Brasil, Chile, Uruguay, Colombia, Ecuador y Costa Rica dictaron sus propias leyes al respecto.
En el resto del mundo, España ya cuenta con 19 años de vigencia de los enlaces de personas del mismo género. En 2005, dicho país se convertía en uno de los pioneros en reconocer y regular el matrimonio para parejas LGBTQ+, después de que lo hicieran Países Bajos, Bélgica y Canadá.
En cuanto a Países Bajos fue, en 2001, el primer país en legalizar el matrimonio igualitario. Por otro lado, una de las legalizaciones más recientes se aprobó en Suiza, donde se aprobó a través de un referéndum en 2021.
Desinformación y discursos de odio
A pesar de las leyes y el reconocimiento de derechos, un sector de la sociedad continúa estigmatizando a las personas por su identidad y/o su orientación sexual. En plena campaña electoral la vicepresidenta, Victoria Villarruel, desinformó sobre la ley de matrimonio igualitario, vigente en Argentina desde 2010.
En una nota con LN+, aseguró que la unión entre personas de el mismo sexo ya estaba “garantizada con la unión civil”. Es necesario mencionar que esta información es falsa dado que, si bien tiene alcance legal, no tiene alcance federal ni contempla la misma cantidad de derechos que el matrimonio.
Del mismo modo, en mayo de este año, el secretario de Culto de la Nación, Francisco Sánchez, manifestó que las leyes del aborto, matrimonio igualitario y divorcio “buscan pervertir a nuestro hijos y hacer daño a la sociedad”. Sus palabras homoodiantes fueron expresadas durante la inauguración del Europa Viva 24.
En sintonía, durante una en una entrevista el jefe del Consejo de Asesores Económicos de La Libertad Avanza, Carlos Rodríguez, afirmó: “Si veo a dos hombres besándose, me duele la barriga”. Allí, además, declaró tener “un problema” con las personas gays, y justificó su discriminación a “un tema hormonal”.
En la misma linea, meses atrás Nicolás Márquez, escritor y amigo del presidente Javier Milei, se refirió a la homosexualidad como una conducta insana y autodestructiva. “Cuando el Estado promueve, incentiva y financia la homosexualidad, como lo ha hecho hasta la aparición de Javier Milei en escena, está incentivando una conducta autodestructiva”, expresó.