Hoy se cumplen 20 días de la desaparición de Cecilia Strzyzowski en la provincia de Chaco. La hipótesis del femicidio pesa fuerte a partir de los hallazgos y las declaraciones de algunos de los imputados. Hasta el momento se encuentran detenidos César Sena, pareja de la joven; Emerenciano Sena, suegro de Cecilia; Marcela Acuña, suegra de Cecilia; Gustavo Melgarejo; Griselda Reinoso; Fabiana González y Gustavo Obregón.
El pasado lunes por la tarde se realizó una multitudinaria marcha, que se concentró en la Plaza 25 de Mayo de la ciudad de Resistencia. Allí tuvo la palabra Gloria Romero, madre de Cecilia, quien aseguró: “El pueblo manda y dijo basta”.
El crimen más allá del cuerpo
En los últimos días, los distintos rastrillajes dieron a conocer pistas que apuntaban a que la joven puede haber sido asesinada. El domingo se encontraron quemados restos de una valija, ropa y dos anillos en el barrio Emerenciano Sena. Del mismo modo, este martes buzos tácticos recorrieron la zona del Río Tragadero, donde encontraron restos óseos y un dije con forma de cruz, el cual sería similar al que llevaba puesto la joven cuando desapareció.
Con estos resultados, Nelia Velázquez, una de las fiscales de la causa, aseguró que, aunque no aparezca el cuerpo, igual “puede haber condena por femicidio”. La fiscal también destacó que no se descarta ninguna hipótesis y que están a la espera de los resultados de los peritajes realizados hasta el momento.
En relación a la falta del cuerpo, la fiscal Velázquez mencionó el caso de Maira Benítez, también en Chaco, “en el que hubo condena aunque nunca apareció el cuerpo”.
Tras la desaparición de Maira, el 17 de diciembre de 2016, Rodrigo Germán Silva fue condenado a 21 años de prisión por la Cámara del Crimen de Villa Ángela, que lo encontró culpable del delito de homicidio simple. Sin embargo, no pudo determinarse de qué manera fue asesinada, ni tampoco fue posible ubicar el cuerpo de la víctima.
La historia de Érica
Durante su declaración, la fiscal se refirió a la “jurisprudencia a nivel nacional”. Esto se debe al antecedente en el crimen de Érica Soriano, donde por primera vez se condenó a su pareja a pesar de la ausencia del cuerpo. La joven estaba embarazada cuando desapareció el 20 de agosto de 2010 en el partido bonaerense de Lanús.
Ese día, la mujer fue al obstetra junto a su pareja, Daniel Lagostena. Luego regresó a su casa y nunca más fue vista ni registrada por ninguna cámara de seguridad. Días después, una amiga contó que ese día habían hablado por teléfono y la había escuchado discutir con su pareja. A ese testimonio se sumaron los de otres amigues y allegades a la víctima, quienes describieron al hombre como celoso.
Si bien el cuerpo nunca apareció, los peritos hallaron indicios en la vivienda que compartían. Allí encontraron la chimenea encendida, pese a que ese día hacía 24 grados; restos de poliéster que se correspondían con una prenda de la víctima y una mancha de sangre debajo de una mesita ratona.
A su vez, al momento de condenarlo, los investigadores dieron por acreditado que Lagostena tenía vínculos con propietarios y empleados del rubro funerario que lo podrían haber ayudado a deshacerse de los restos.
Finalmente, el 11 de julio de 2018, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de Lomas de Zamora condenó al hombre a 22 años de prisión por el “homicidio en concurso ideal con aborto en contexto de violencia de género” en perjuicio de su pareja.
Su condena marcó un antecedente aún cuando no se hablaba de femicidio, dado que este tipo de delito fue tipificado en 2012 bajo la figura de homicidio agravado. Posteriormente, esto propició la creación del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, que comenzó a sistematizar los casos a partir de 2014.
La pareja y su entorno como principales sospechosos
Según la madre de Cecilia, Gloria Romero, su hija desapareció el mismo día que salió de su casa con una valija para viajar con su pareja a Ushuaia. Horas más tarde no se supo nada de ella y las cámaras de seguridad la muestran ingresar a la casa de sus suegros, pero no salir.
Que la pareja de la víctima esté relacionada con el crimen es un punto en común con los cientos de femicidios que suceden en nuestro país. Al respecto, el observatorio de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), “Mujeres, disidencias y derechos”, reveló que, del total de femicidios de los últimos 8 años, el 67% fue cometido por las parejas y exparejas, y en el 38% de los casos convivía con la víctima.
En junio, con el “Ni una menos” como marco, el observatorio contabilizó los femicidios cometidos entre el primero de enero de 2015 y el 20 de mayo de 2023. De allí surge el total de 2.209 femicidios en Argentina, es decir, una muerte violenta cada 33 horas.