El Western es un género ya en sí mismo, que responde a una época y un lugar. El salvaje oeste de Estados Unidos que se adueñó de las pantallas luego de la segunda guerra, y se produjo hasta desde Italia (para abaratar costos) parecía único. Sin embargo, viajando al sur, nos encontramos con un panorama muy similar. Es por esto que Far South funciona tan bien: es un análogo perfecto y sureño.
Rodolfo Santullo (Cena con Amigos, 40 Cajones, Macklemore) se junta con Leandro Fernandez (The Old Guard), para explorar una antología que tiene como punto en común, una pulpería. Una suerte de historias cortas cruzadas que, en ensamble, cometen la osadía de narrar una historia completa y cohesiva. Entre mafiosos, gremialistas, prostitutas y borrachos, todo puede pasar.
Cosas que están bien, y cosas que están mal
El Gallego Montoya es el dueño de la pulpería del barrio. No tiene nombre, así que la llaman “La Pulpería de Montoya”. Como típico establecimiento culinario al paso, todo tipo de gente se pasea por allí. Si pasás por el barrio es una parada obligatoria y, con el tránsito que ostenta, toda clase de historias se escuchan por allí.
A veces la misma Pulpería es sede de algún evento, pero el Gallego tiene reglas. Lo que está bien, puede pasar sin problemas, pero no permitirá que lo que está mal se desarrolle ahí. Sin embargo, ¿qué está bien y qué está mal? Esto es algo que decide Montoya, porque no permitirá que alguien amenace a sus clientes, pero tampoco dudará en apretar el gatillo de ser necesario.
La adaptación perfecta
Cuando se aborda un género, es importante entender la esencia del mismo, y del tipo de historias que puede narrar. Al menos, el enfoque de las mismas, debe ser correcto. Es aquí donde Rodolfo Santullo triunfa. Sus analogías encajan a la perfección con lo que es el western y sus elementos, pero trasladados a nuestros pagos.
Las pulperías son la analogía perfecta a las tabernas norteamericanas, y la elección del dueño, un inmigrante que ve “como de afuera” es muy efectiva. Otro aspecto es no ceder a la tentación de viajar demasiado atrás en el tiempo, lejos de carretas y caballos (aunque los hay) aquí estamos en la época de los motores.
El título “Far South”, un juego de palabras con “Far West” (“Lejano Oeste”, como también se conoce al Western), identifica el género y lo recontextualiza. Es claro, a partir de estas palabras, que la historia es tan sureña como las nacionalidades de los autores, y esa intención vuelve aún más efectivo el contenido.
Las huelgas que incordian empresarios, métodos non sanctos de persuasión, y otras costumbres tan arraigadas acá, son las herramientas de Santullo. Todo en un relato que no se reprime en ponerse violento o sexual cuando las circunstancias lo ameritan. Esto hace que la historia sea efectiva, pero no es todo, ya que, en el noveno arte, el diseño visual es igual de importante.
Narrando visualmente un Southern
Leandro Fernandez, al igual que Santullo, es más conocido por sus trabajos para afuera que por los nacionales, como pasa con muchísimos artistas autóctonos. La visión de Fernandez es intensa, y ha ilustrado tanto las portadas de los números sueltos (y de la compilación que ahora se consigue) como las viñetas. Además, aquí es donde se han tomado decisiones cruciales.
Aprovechando que el libro de Santullo no se retrotrae hacia una época de caballos y carretas, Fernandez imprime un tono noir en su composición. Los altos contrastes son una constante, creando un clima sombrío y opresivo. El diseño de personajes evoca no solo la época, si no los orígenes de los participantes. Las etnias son claras: españoles, italianos y criollos, la identidad rioplatense.
Otro gran acierto, es el tri tono utilizado, blancos, negros y todos de colores intermedios. Cada historia con su humor marcado por el único color utilizado. Esto recuerda a las películas en blanco y negro, que depende la cinta utilizada, terminaban con un tinte particular, y cada escena en un montaje variaba su tonalidad.
Desde Rosario a su público
La tienda de cómics rosarina Puro Cómic, que también es editorial, ha publicado en 2013 en Argentina la compilación de Far South. Con una introducción de su editor, Eduardo Risso (Batman: Caballero de Venganza), se puede conseguir una edición que recopila los cinco capítulos. Como se menciona al principio, leyendo en conjunto, la historia completa cierra de forma perfecta.