En 2004, cuando Greg Rucka tomó las riendas de la línea de Wonder Woman, aprovechó para hacer varias críticas políticas. En este sentido, el escritor reforzó lo que George Pérez hizo al tomar al personaje en su reinicio, pero lo llevó más allá. Luego de su primer arco Con los pies en la Tierra, el autor junto a Drew Johnson dio un salto importante.
Los cómics dejaron de ser meros medios de entretenimiento. Desde la década de 1980, con autores como Frank Miller y Alan Moore, el medio encontró una voz que va más allá de vender dibujos al público infantil. Conocido como el noveno arte, esta forma narrativa pictórica secuencial se vio cada vez más involucrada con la realidad inmediata del mundo.
En el segundo gran arco de Rucka en Wonder Woman, llamado De piedra (Stoned), política internacional y mitología logran un perfecto balance. Al final, el sentimiento que busca comunicar el autor es de presión, y si alguien puede soportarla es la amazona que funge como embajadora de Temyscira.
No hay paz para la princesa
Luego del revuelo que causó el libro Reflexiones, el panorama para Diana es complicado. Tras incapacitar a Silver Swann, la Embajadora centra toda su atención en recuperar a su antigua amiga. El contexto pone una enorme presión ya que por un lado Cheetah ha vuelto, Medusa fue revivida buscando venganza, y USA está sitiando la isla amazona.
En este marco, Wonder Woman deberá enfrentarse en simultáneo a las continuas presiones del gobierno de Estados Unidos, y la vuelta de la gorgona. Verónica Cale tiene sus propios problemas, con un Dr. Psycho que busca vengarse por utilizarla para sus planes, y su asistente, ahora ayuda a Diana. La situación es crítica en todos los frentes, y no habrá un final sin sacrificio.
Construyendo la presión política terrenal y mitológica
Acción y reacción, un principio fundamental para la construcción de cualquier línea de eventos. Greg Rucka toma lo que hizo en sus primeros números, y plantea consecuencias de todo tipo, pero estructuradas de forma que se concentren en Diana. Este manejo permite concentrar todas las tramas en un punto focal para llevar el relato a un final coherente y efectivo.
La “broma” de Ares en la primera parte llevó a que Era haya barrido con Temyscira, lo que hace que la esposa y hermana de Zeus comience a conspirar. Estados Unidos, que siempre codicia poder, sitia Temyscira en su nueva posición con la excusa de ayudar a los visitantes damnificados por el evento de la diosa. Pero al final, todo se resume a querer obligar a las amazonas a compartir su tecnología.
Poseidón revela a la bruja Cirse, que escapó de la isla amazona con el arrojo de Era, que las mujeres de la isla tienen a su hija. La venganza se basa en revivir a Medusa (antiguo amor del Dios, aniquilada por Perseo, campeón de Atenea), para que enfrente a Diana, la actual campeona de Palas. Todo mientras Diana vela por la salud de su amiga Vanessa Capatelis (Silver Swann).
Luego de que la Gorgona ataque la embajada y dejase hecho piedra a uno de los hijos de Peter Garibaldi, el Vocero de Diana, todo escala. Cirse también buscará hacer de la pelea entre Wonder Woman y Medusa, un evento presenciado por el mundo entero. En caso de que Diana Pierda todo quien vea la pelea en cualquier pantalla quedará petrificado.
Todos estos eventos escalarán hasta llevar la batalla de Diana ante el mismo Olimpo, donde el aquelarre de Diosas buscará deponer a Zeus. Wonder Woman, como campeona de Atenea, deberá luchar contra Briareo, protector del Dios supremo.
Una crítica interna, y la tradición resurgida
Es sabido para cualquier persona que estudie la mitología griega (y casi cualquier otra) que los panteones se componen de problemas políticos y personales. Rucka junto a Drew Johnson balancean bien esto, e incluyen un contrapeso en la actitud de USA con el sitio a Temyscira.
Así como Civil War en Marvel establecía una crítica a la renovación de la Ley Patriota, aquí vemos una analogía a la guerra de Irak y el bloqueo de Cuba. USA busca la tecnología de Temyscira a toda costa, y está dispuesta a toda costa a señalar el riesgo que representa para la seguridad mundial. Es por esto, que exigen que esto se comparta.
El contra argumento de Diana y sus acompañantes es: ustedes piden, pero no ofrecen nada a cambio. Dejando en claro, que se trata de un trato de beneficio unilateral. Rucka utiliza la figura de los noticieros, para incluir datos de cómo la nación militar de Temyscira es un ejemplo de potencia. Aquí se vislumbra el descontento con actividades interesadas en un único beneficio por parte de USA.
La resolución llega con la efectividad de la disciplina amazona en una pelea con la gorgona que el mundo entero atestigua. Diana, para no ser petrificada por la gorgona, decide quitarse la vista. Este sacrificio es una muestra de la convicción de la amazona frente a una crisis, y su fe en sus propias capacidades para defender a quienes están indefensos.
Pese a esto, Diana aún será cuestionada por sus acciones y capacidades, a posteriori, por los mismos miembros de la Liga de la Justicia. Rucka y Johnson (junto a las portadas de J. G. Jones) narran cómo, no importa las evidencias y los sacrificios, no hay peor ciego que el que no quiere ver. En este caso Wonder Woman se quitó la vista, pero es la nación la que se niega a usar la vista.
De Piedra llegó a Argentina con la “Colección de Novelas Gráficas de DC” en su entrega número 47 con el título “Los Ojos de la Gorgona”. En ese tomo se incluyen los números que cuentan la batalla contra el protector de Zeus, y el primer enfrentamiento de Wonder Woman con Medusa en el número #92 publicado en 1994.