Esta semana se conoció un informe del Sistema de Control de Cárceles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí se reveló la situación de hacinamiento evidenciadas en tres alcaidías porteñas, en donde se encuentran alojadas personas privadas de su libertad.
Dicho informe, según publicó el sitio “El grito del Sur”, reflejó que las personas allí presentes no cuentan con baño, luz natural ni ventilación. De este modo, se concluyó que las mismas se encuentran “en las peores condiciones de detención”.
Para el desarrollo del documento, los tres lugares examinados fueron la Comisaría 7ma del barrio de Flores, la Alcaidía Comunal 9 Bis de Parque Avellaneda y, finalmente, la Comisaría 1C de Constitución.
En todos los casos, existe una sobrepoblación carcelaria, falta de higiene y la ausencia de espacios de recreación. A su vez, denuncian que se les entregan viandas en mal estado y que se deben “turnar” tanto para dormir, debido a la falta de colchones, como para “respirar” aire fresco a través de la reja.
Por otra parte, señalan que al momento del monitoreo habían personas detenidas “con problemas de salud que se encontraban sin ningún tipo de tratamiento», según detallaron en el informe.
En tanto, la higiene personal es otro aspecto sin ningún tipo de cuidado, particularmente en la comisaría que inspeccionaron en Constitución, ubicada en San José al 1200.
Denuncian que dicho espacio no cuenta con inodoros ni letrinas, por lo que les detenides deben pedir permiso a los guardias para salir. En última instancia, suelen hacer sus necesidades en botellas cuando el permiso no llega a tiempo.
De forma concluyente, el informe consideró que “la falta de agua, ventilación, recreación, sistema médico y la multiplicidad de vulneración de los derechos del colectivo de personas allí alojadas”, configura “tratos inadecuados que no se ajustan a los mandatos de la Constitución Nacional”.
Los datos de la PPN
La Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) brindó nuevas estadísticas sobre la situación de encierro en CABA.
Según los datos que desprende su informe, hasta el 28 de febrero de este año, se encontraban 1188 personas alojadas en centros de detención no penitenciarios de la Policía de la Ciudad, Policía Federal Argentina, Prefectura Naval Argentina y Gendarmería Nacional Argentina.
Casi la totalidad de estas personas (1098) fueron detenidas tras la intervención de la Policía de la Ciudad, siendo repartidas en 20 alcaidías, en el Centro de Contraventores y en 39 Comisarías Vecinales. En tanto, otras 56 personas vinieron por parte de la PFA, 22 de la PNA y 12 de la GNA.
En cuanto a la distribución de las personas detenidas por parte de la Policía de la Ciudad, 583 se encuentran alojadas en alcaidías y otras 515 en comisarías vecinales. En total, se registró un aumento de 42 personas respecto al 31 de enero.
El nuevo informe de la PPN destaca que los calabozos de las comisarías fueron inhabilitados para el alojamiento de personas detenidas a partir de la creación de la Policía de la Ciudad en 2017. Sin embargo, señalan que, en mayo del 2020, al reducirse los ingresos a las unidades del SPF y al llenarse las alcaidías, fueron rehabilitados sin que se realizarán modificaciones edilicias.
Bajo este contexto, y teniendo en cuenta que las comisarías son espacios de alojamiento transitorios, los cupos en las mismas son arbitrarios. En conclusión, estos espacios “no se ajustan a ninguna de las convenciones sobre el tratamiento de personas reclusas”.
En este sentido, los nuevos datos de la PPN recuerdan que en enero de este año se elevó la “capacidad ideal” de forma arbitraria en las alcaidías, sin ningún tipo de acondicionamiento edilicio.
Señalan que, por ese motivo, hay 7 alcaidías en las cuales no se supera el cupo, mientras que tampoco se registra sobrepoblación en el Centro de Contraventores. Sin embargo, en las otras 13 alcaidías existe sobrepoblación, con hasta 17 personas de más en algunos casos.
La situación procesal de las personas detenidas
Casi la mitad de las personas detenidas en las alcaidías de la Policía de la Ciudad se encuentran con prisión preventiva: 287 personas, lo que representa un 49,3%.
En tanto, 137 se encontraban a la espera de resolución judicial, mientras que a 84 se les negó la excarcelación y 68 personas cumplían condenas en estos establecimientos.
En el caso de las Comisarías vecinales, la PPN tiene datos únicamente de 163 de las 515 personas: 76 estaban con prisión preventiva: 69 a la espera de la resolución judicial y a 13 se le negó la excarcelación y, por último, 5 cumplían condenas en estos espacios de alojamiento.
Los motivos por los que fueron detenides fueron, en su mayoría, por delitos contra la propiedad (57,4%); por delitos contra la integridad sexual (15,2%) y detenciones por delitos contra las personas (8,3%).
Por último, se destacan los tiempos en custodia policial en alcaidías y comisarías vecinales, los cuales sobrepasan con gran margen al permitido. El tiempo promedio de permanencia en alcaidías es de 144,5 días, con un máximo de hasta 1008 días, es decir, 2 años y 9 meses.
Por su parte, el tiempo promedio en comisarías vecinales es de 35,3 días, con un máximo de 293 días, lo que equivale a casi 10 meses.