Las condiciones climáticas extremas, sobre todo la sequía cada vez más pronunciada por las altas temperaturas, son factores que causan graves daños en los ecosistemas. Como consecuencia, también se ve afectada la agricultura y el amplio mercado que depende de la misma.
El contexto de la peor sequía de los últimos 60 años tiene un importante efecto negativo en la economía nacional, ya que el sector agrícola constituye una de las principales actividades económicas del país y a nivel internacional.
Este es el caso de la soja, el principal producto de exportación de la agroindustria argentina. En los últimos días, la Bolsa de Comercio de Rosario anunció la peor cosecha de los últimos 15 años de la oleaginosa. El maíz, el arroz y la uva destinada a la producción de vino se suman a los cultivos que ven derrumbadas sus estimaciones de cosecha.
Por otro lado, desde que se desató el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania hace casi un año, los precios internacionales de algunos cereales se mantienen volátiles. En este sentido, la perspectiva de continuidad del conflicto alerta al mercado mundial de alimentos, debido a la escasez de stock de maíz y soja.
A pesar de que no se espera que el conflicto sea resuelto en un futuro cercano, a mediados de marzo podría aprobarse la extensión del acuerdo internacional que permite la exportación de granos de Ucrania a través del Mar Rojo, y de esta forma evitar la profundización de la crisis alimentaria.
El precio de los futuros y el rol de Brasil en la agricultura
Frente a la histórica sequía de los últimos meses, la Bolsa de Granos de Buenos Aires comunicó que la estimación de cosecha de soja se reducirá a 41 MT (millones de toneladas), de los 48 MT esperados anteriormente.
Otro de los impactos de esta drástica reducción en la producción de cereales es en el precio de los futuros en la Bolsa de Comercio de Chicago. Debido a la reducción de la oferta, el precio de los futuros de soja subió 1,4% el bushel y los de aceite de soja detectaron una suba diaria del 1,7% durante el último mes.
Frente a la preocupante situación de la agricultura argentina, el mercado internacional de commodities pone la mira en Brasil, en donde se espera la mayor cosecha de soja de la historia. Al respecto, el presidente de U.S. Commodities, Don Roose, señaló que “la clave es ver si la mayor cosecha (de soja) de Brasil comienza a compensar la situación de Argentina”.
Los sectores afectados: se suman el cultivo de arroz y la vitivinicultura
Las oleaginosas no son los únicos cultivos afectados por la sequía. En la provincia de Entre Ríos anunciaron una de las peores producciones de arroz de los últimos 23 años. En la campaña agrícola 2022/2023, fueron sembradas unas 54.850 hectáreas, un 16% menos que en la campaña anterior.
Según informó la Bolsa de Cereales Entrerriana, la caída en la producción se debe al nivel de lluvias por debajo de lo normal en la región, ya que 2022 fue el año “más seco de los últimos sesenta” períodos, y el trienio 2020/21/22, se destaca como el más seco “jamás observado”. Otra de las causas son los altos costos productivos, como el costo energético en la extracción del agua para el riego y los aumentos en combustibles, fertilizantes y herbicidas.
Además, la vitivinicultura de Mendoza también anunció la merma de mosto en la producción. Por esta razón, el Ministerio de Economía y Energía provincial comunicó que les productores pidieron que no se destine vino a mosto durante esta campaña.
El anuncio se dio a conocer tras el pronóstico de cosecha emitido por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). El mismo estableció que se espera una cosecha de 15.300 millones de quintales, un 21% menos que el año anterior. En este contexto, les productores intentan negociar con los precios en alta.