En 2014 Belén López Peiró denunció a su tío, Claudio Sarlo, por abusar de ella cuando era adolescente. La escritora compartió su historia a través de sus libros ”Por qué volvías cada verano” y ”Donde no hago pie». Tras una larga espera, días atrás el hombre fue condenado a 10 años de prisión.
En una columna del diario El País la periodista escribió: “Se acabó. Ya está. Terminó. C’est fini. Me liberé”. Además, agregó: “¿Qué más? Después de nueve años y una denuncia. Un expediente: 500 páginas. Terapia por 15 años. Por fin, el 19 de diciembre llegó la audiencia de juicio. Y cinco días después, la sentencia. El veredicto del juez”.
La autora también aseguró que “no sabía si era necesario o no escribir esto. Pero quise hacerlo yo antes de que lo haga otra persona”. Y en cuanto a su relación con la escritura explicó: “Volver a la escritura para dar vuelta la página. Volver ahí donde encontré reparación”.
Pensé que nunca iba a poder escribir esto. Un cierre. Un final a esta historia. Pero lo hice. Se acabó. Por fin, después de nueve años, hubo justicia. https://t.co/VLJG1ToaDB pic.twitter.com/bAxYo59hDH
— Belén López Peiró (@Belenlopezpeiro) January 3, 2023
Abusador condenado
Claudio Sarlo, ex comisario de la provincia de Buenos Aires y tío político de la escritora, fue condenado por abuso sexual. Los delitos que se le imputaron fueron “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por resultar el autor encargado de la guarda y por haber sido cometido contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma”.
Si bien la denuncia se realizó en 2014, el 19 de diciembre del 2022 se ejecutó la audiencia y cinco días después obtuvieron la sentencia. En su columna, Belén describió: “Sarlo abusó sexualmente de mí cuando era una niña y veraneaba en Santa Lucía, el pueblo donde nació mi madre. Respecto al delito, la escritora afirmó: ”Abusó sexualmente de mí cuando todavía no sabía lo que era el amor”.
Tras la denuncia, la periodista debió enfrentarse tanto a la opinión pública como al destrato de algunos familiares. Mediante el sistema de juicio abreviado, se acordó una pena en suspenso de 10 años contra el presunto abusador. La medida le permitirá al hombre continuar en libertad, al menos hasta que la condena quede firme.
La historia de Belén
La infancia y adolescencia de Belén transcurrieron entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la localidad bonaerense de Santa Lucía. Una vez que terminaba el periodo escolar, la niña preparaba sus cosas para pasar las vacaciones en el pueblo de su mamá, donde se encontraba la casa de sus tíos y primos.
Con la publicación de su primer libro, Por qué volvías cada verano, la periodista relató que entre los 13 y 17 años fue abusada por el marido de la hermana de su madre. Un tío que según describió “dejaba su arma reposando a la vista de todos”. Macho, poderoso y violento.
En distintas entrevistas López Peiró relató que la fuerza colectiva de las mujeres fue esencial para ella. “Cuando hice la denuncia en 2014 estaba sola. Estaba acompañada de mi familia más íntima (…) De pronto, las vi tan empoderadas, tan fuertes, que sinceramente dejé de sentirme sola”, relató en diálogo con la revista Vogue.
Escribir para sanar
Su primer libro surgió de un taller literario dirigido por Gabriela Cabezón Cámara. Allí recibieron una invitación de Abuelas de Plaza de Mayo para enviar relatos sobre identidad para compilarlos en un libro para adolescentes y ella supo que debía contar su historia.
Publicada en 2018 y editada por Madreselva, Por qué volvías cada verano es una novela polifónica. No solo se narra a través de la voz de Belén, sino que están presentes sus familiares; abogades; mediques; y sus declaraciones en la causa.
En una entrevista con la revista Vogue, López Peiró aseguró que “en primera persona el abuso sexual no puede ser contado, el abuso es colectivo”. Según sus palabras, no lo contó en primera persona sino que lo hizo a través de voces adyacentes y testimonios policiales que le permitieron dar más amplitud a un drama que en ningún caso es singular.
La elección de las palabras también vuelve crudo al relato. La autora es explícita y va al hueso, encontró en el libro una forma de hacer justicia propia. Esta novela puede interpretarse como una denuncia, un grito que permite sanar y acompañar a aquellas que no se animan a denunciar.
En su segundo libro, Belén López Peiró continúa la historia pero se aleja de los hechos que narra en Por qué volvías cada verano. En Donde no hago pie la autora se centra en el laberinto legal y los malos hábitos de la justicia que deben atravesar las víctimas de violencia sexual.
Su segunda obra inicia luego de que, después de un año sin noticias, una llamada desde la Fiscalía anuncia que la denuncia por abuso sexual fue elevada a juicio. Allí la narradora debe enfrentarse a otro duro proceso, el de encontrar representación legal y batallar contra la burocracia de la justicia.