Desde la Junta Vecinal por un Ambiente Saludable llevaron adelante un análisis sobre el agua que toman les ciudadanes de Tandil, ubicado en la provincia de Buenos Aires. Los resultados arrojaron la presencia de ocho agroquímicos en el agua de red de dicha localidad.
Juan, integrante de la Junta Vecinal, contó que los estudios surgieron en “un contexto regional en el que distintas localidades hacían estudios en el agua y todos se daban cuenta de la presencia de agroquímicos”. Lobos, Pergamino, Ayacucho y Rauch fueron algunas de las ciudades que analizaron el agua y el resultado fue positivo para agroquímicos.
Los datos fueron analizados gracias a la colaboración de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). A su vez, participó el doctor Damián Marino, investigador del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIM) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Investigación y resultados
El proceso de recolección de las muestras se realizó el día 12 de junio de 2022, utilizando el protocolo provisto por la UNLP para detección de agroquímicos. Desde la organización recalcaron que el muestreo se realizó en época de sequía y con muy bajo porcentaje de aplicación de agroquímicos de acuerdo al calendario de producción agrícola.
La vivienda particular de María Ignacia Vela y el centro cultural La Vieja Escuela, en Gardey, fueron algunos de los lugares que conforman el muestreo. Otros sitios fueron la escuela De la Canal; la municipalidad ubicada en el centro de la ciudad y el Vivero Agroecológico en el barrio La Rural.
Las muestras analizadas confirmaron la presencia de al menos ocho agrotóxicos en el agua de red del partido de Tandil. Entre ellos había herbicidas, insecticidas y fungicidas. En algunos casos, como en la escuela De la Canal, llegó a contener hasta 4 formulados activos.
Los resultados confirmaron la presencia de acetocloro, atrazina, azoxistrobina, cipermetrina, imidacloprid, metolacloro, piperonil butóxido y tebuconazol. Algunos de los agrotóxicos detectados están prohibidos en decenas de países, incluida toda la Unión Europea, debido a su potencial contaminante.
Tandil unido contra los agrotóxicos
Juan contó que la Junta Vecinal por un Ambiente Saludable se formó en 2019 como una organización social que empezó a ver el uso de agroquímicos como una problemática. Es una organización compuesta por madres, padres, docentes, artistas, profesionales e investigadores en contra de la contaminación.
El grupo surgió luego de distintas reuniones de les padres de la Escuela La Porteña, donde Juan relató que “usaban agroquímicos al lado del alambrado”. Otro ejemplo mencionado por el entrevistado es el de Gardey. Allí, se utilizaban agroquímicos en espacios públicos, “un ejemplo gravísimo fue en la pileta municipal”, aseguró.
Un antecedente más es un estudio realizado por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) en 2020. Éste, dirigido por la doctora Graciela Canziani, estableció que en 16 escuelas rurales había presencia de 15 agrotóxicos. “Teníamos precedente de contaminación, pero eso fue de agua de pozo el análisis que hicimos nosotros fue de agua de red”, explicó Juan.
La historia de un territorio contaminado
La junta vecinal también denunció que hasta el 2021, la medida cautelar fijada por el juez Francisco Blanc establecía los límites para las fumigaciones en 500 metros para aplicaciones terrestres y 2000 para aéreas. Sin embargo, a fines del año pasado, el concejo deliberante tandilense aprobó una ordenanza que redujo estos límites a 60 metros de viviendas, 150 metros de escuelas y libre aplicación en plazas y parques.
Tras conocerse los resultados, la junta vecinal no realizó ningún reclamo ante el Municipio pero espera poder hacerlo. De todos modos, sí hizo públicos los resultados. A modo de respuesta, desde el Gobierno local aseguraron que el agua de Tandil sí es potable.
Juan explicó que esto se debe a que “ellos se rigen por el código alimentario, la cuestión es que este está desactualizado y no incorpora los agroquímicos que se utilizan en la agricultura”. Es decir que el agua respeta la normativa vigente porque ésta no contempla parámetros para la detección de agroquímicos.