Este lunes 31 de octubre es una jornada clave en el juicio para condenar a los responsables del asesinato de María Marta García Belsunce en 2002. No solo será la última audiencia antes de que los jueces dicten su veredicto, sino que se escucharán los alegatos. En los mismos pedirán condenar a Nicolás Pachelo por el crimen en un contexto de supuesto robo a su vecina. También están imputados por encubrimiento dos vigiladores del barrio cerrado El Carmel de Pilar.
A 20 años del crimen, los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González presentarán sus alegatos hoy al mediodía. Su teoría es que el acusado, Nicolás Pachelo, se dedicaba al robo de viviendas con un trabajo de inteligencia previa. Es decir, se aseguraba de que ningune de les propietaries estuviera para desvalijarlas. Lo cual no ocurrió el 27 de octubre de 2002 en la casa de García Belsunce, quien regresó a su hogar antes de lo previsto por el delincuente. Ante la sorpresa, aluden que Pachelo decidió asesinar a María Marta para evitar ser descubierto.
La jornada será transmitida por el canal de YouTube de la Suprema Corte de la Justicia de Buenos Aires. Allí, el vecino Nicolás Pachelo y los exvigiladores Norberto Glennon y José Ortiz enfrentan una imputación como coautores de un “robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado” en perjuicio de María Marta. Estos delitos prevén la prisión perpetua.
De esta manera, con base en dos testimonios clave para sostener la teoría, presentarán la petición ante el Tribunal Oral Criminal 4 de San Isidro. Lo cierto es que Pachelo tiene antecedentes de robo no solo en el Carmel, sino en otros barrios privados. Todos con las mismas características: realizar un trabajo previo de conocimiento de los movimientos de cada casa y entrar en el momento en que sus propietarios estaban fuera.
Las pruebas
Hay dos testimonios clave que sostienen la responsabilidad de Pachelo. Por un lado, la declaración de un adolescente del barrio en esos años. El testigo lo vio salir de una calle pequeña que lleva a la casa de Belsunce, ya que él se dirigía hacia la misma dirección con su bicicleta. A pesar de ello, el acusado niega esa versión. Según él, ese día salió a buscar el auto que su esposa había dejado estacionado en el house del country, ubicado en dirección contraria.
Por otro lado, hay un testimonio grabado de un empleado de Pachelo, fallecido en la actualidad. Este material fue registrado por detectives contratados por la familia Belsunce y se escuchó durante las audiencias del juicio. Mario, aseguraba que Pachelo realizó prácticas de tiro en una tosquera que heredó de su padre y disparó un arma calibre 32. Aunque el testigo no pudo asegurar si las prácticas fueron antes o después del asesinato a la víctima, el arma con la que mataron de seis balazos a María Marta fue un calibre 32.
Al pedido de la fiscalía, se le suma el del abogado Gustavo Hechem, quien representa al viudo Carlos Carrascosa, hoy damnificado y acusador. El juicio comenzó en julio de este año y lleva 36 audiencias.
La historia que llega a su final
Durante estos 20 años, la Justicia siempre miró de cerca a la familia Belsunce. El viudo, Carlos Carrascosa, fue condenado a cadena perpetua en 2007. En este marco, estuvo siete años preso y finalmente fue absuelto. Otres familiares también fueron condenades por encubrimiento, aunque también quedaron libres de cargo y culpa.
La familia Belsunce siempre apuntó contra Pachelo por el asesinato. También señalaron que contó con ayuda de dos vigiladores: Ortiz y Glennon. Aunque, para el fiscal, Diego Molina, la responsabilidad fue buscada siempre dentro del núcleo familiar. Lo cierto es que fue Carrascosa quien halló muerta a su esposa ese domingo y en ese momento creyó que había tenido un accidente al golpearse con la canilla de la bañera.
Años después, las sospechas sobre la familia aún persisten en el imaginario social. Pachelo tomó esto como parte de su defensa y desvió la atención hacia un conflicto intrafamiliar. Hoy, se encuentra en prisión preventiva por robos en el barrio privado El Carmel.