El pasado miércoles, frente a la Organización de Estados Americanos (OEA), Bolivia solicitó la revisión de la auditoría que el organismo hizo sobre las elecciones presidenciales del país en 2019.
Además, el embajador del país latinoamericano dentro del organismo, Héctor Arce, pidió conformar una comisión de países miembros para revisar los informes referidos a los comicios.
“Hagamos una comisión de países que conforman la OEA, abramos esa información, veamos los informes de expertos independientes y zanjemos definitivamente este tema”, reclamó Arce durante su intervención.
También, aseguró que en 12 oportunidades solicitó a la Secretaría General información referente a ese proceso de auditoría electoral. Sin embargo, no obtuvo respuestas al respecto.
Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, rechazó el pedido de revisión y le remarcó al diplomático boliviano que la OEA fue “la única organización internacional que pidió que se respetara el mandato constitucional de Evo Morales”.
Un tema “que no puede quedar así”
“Hay mil páginas. La información es pública y siempre ha sido pública”, sostuvo el diplomático uruguayo durante la jornada. Asimismo, Almagro certificó que ya hubo un total de cinco consejos permanentes sobre el tema y hasta “un sexto en este caso”.
Sin embargo, frente a la negativa del secretario general, Arce insistió en la necesidad de atender esta solicitud y aclaró que se trata de un tema “que no puede quedar así” y que “tampoco se va a aplacar”. “Por mucho que las autoridades se enojen”, apuntó.
“Nunca en la vida de la Organización ha ocurrido lo que ocurrió en Bolivia. Eso, mínimo, amerita una investigación, amerita saber la verdad. No amerita enojarse, amerita abrirse, amerita actuar en consecuencia con los documentos y la constitución de la OEA”, añadió el embajador boliviano.
México y Argentina apoyaron el pedido de Bolivia
Por su parte, los representantes de México, Luz Elena Baños, y de Argentina, Carlos Raimundi, se mostraron a favor de la solicitud de Bolivia y acompañaron el reclamo.
Al respecto, la diplomática mexicana se dirigió a Almagro y le preguntó: “Si no tiene de qué preocuparse, ¿por qué reacciona con esta pobre conducta?”. Además, le solicitó al secretario general “un debate democrático y sereno y una conducta adecuada a su investidura”.
A su turno, Raimundi aseguró que el problema surge cuando la información “se transforma” y se le da “una magnitud política de tal trascendencia que genera un clima para empoderar a sectores golpistas y tener las consecuencias que tuvo”.
El informe que desató la polémica
El 5 de diciembre de 2019, la OEA publicó el informe final sobre las elecciones realizadas en Bolivia. Allí, la organización denunció irregularidades en los resultados.
A partir del documento, los comicios que daban como ganador a Evo Morales fueron anulados y los grupos conservadores reforzaron sus protestas contra el mandatario hasta provocar su renuncia. Como resultado, la senadora de la oposición, Jeanine Áñez, se convirtió en presidenta.
Sin embargo, una vez en el poder, Áñez debía llamar a elecciones en un plazo máximo de 120 días. Pero con la llegada de la pandemia, la fecha elegida se postergó tres veces.
Desde el partido de Morales denunciaron que el gobierno interino estaba utilizando la crisis sanitaria para continuar en el poder. Finalmente, en agosto y luego de las jornadas de protesta que paralizaron a todo el país, se fijó la fecha del 18 de octubre.
En esa oportunidad, el candidato del MAS, Luis Arce, obtuvo la victoria y fue proclamado presidente de Bolivia. En tanto, desde su gobierno comenzaron los pedidos reiterados frente a la OEA para que faciliten los informes sobre la auditoría que provocó el “quiebre constitucional”.