El pasado 10 de febrero, las redes sociales y los medios de comunicación resultaron conmocionados por el suicidio de Drayke Hardman, un joven estudiante de apenas 12 años, del condado de Tooele, Utah, en los Estados Unidos. Según comentaron sus padres en las redes sociales, el niñe terminó con su vida después de padecer y sufrir bullying por un año en su escuela.
A raíz de este dramático caso, Nota al pie dialogó con Yamila Cisneros, psicóloga especialista en niñes. Y también con Mirta Alvares, directora de la Escuela de Educación secundaria 3 (E.E.S.T.N°3) de Quilmes, para conocer y poder desarrollar metodologías que permitan ayudar a les infanto juveniles.
Los hechos del caso
Según informó la prensa local, una de las hermanas de Hardman lo encontró con vida tendido en el suelo en el interior de casa luego que el niño intentara suicidarse. Poco después, la familia trasladó al menor a un hospital en estado crítico, pero falleció al día siguiente.
Sus padres, Samie y Andy, compartieron su dolor a través de mensajes y fotografías, en la que aparecen junto al cuerpo de su hijo.»Este es el resultado de la intimidación. Mi chico hermoso estaba peleando una batalla de la que yo no podía salvarlo. Es real. Es silencioso. Y no hay absolutamente nada que podamos hacer como padres para quitar este profundo dolor», escribió la madre de Drayke.
A raíz de este suceso, los Hardman hicieron un llamado a las familias para que estén atentos a los signos reveladores de intimidación en la vida de sus propios hijes. Además, los invitaron a intervenir para evitar que ocurran más tragedias como esta.
Instituciones y el bullying
Como consecuencia del caso, las redes sociales se llenaron de reclamos y preocupación por las dramáticas resoluciones que trae el bullying. La principal institución apuntada y criticada frente a este asunto es la escuela. Se considera que las instituciones educativas son un medio fundamental para que les alumnes aprendan habilidades emocionales. Además, es el lugar donde conviven con personas de su edad y es el primer lugar donde pasan muchas horas sin la supervisión de sus familias.
Pero, ¿están las escuelas preparadas para enfrentar el bullying?. Y además, ¿poseen herramientas que permitan ayudar a les niñes con depresión?. Al respecto de estas consultas, Mirta Alvares, directora del E.E.S.T. N°3 de Quilmes (Buenos Aires) expresó: “las escuelas pueden trabajar en algunas medidas preventivas en formación de valores,enseñando a encontrar vías para resolver conflictos de forma pacífica”.
“El acuerdo institucional de convivencia, puede otorgar un marco para lograrlo, contando con la participación de todos los actores de la institución. Equipos de conducción, gabinete, docentes y no docentes”, aseguró Alvares. Sin embargo, para ello es necesario que las instituciones inviertan en la prevención, ofreciendo atención puntual y eficiente para los problemas de salud mental de niñes y jóvenes.
Teniendo en cuenta la resolución final de este caso, surge una nueva duda: ¿las instituciones realizan actividades de prevencion del suicidio?. Alvares manifestó que “en el gabinete, junto con la inspección de psicología, se realizan actividades. Esto significa que depende mucho de la buena predisposición del personal de psicología para tener líneas de acción al respecto”.
“Cuando aparece un caso de suicidio que se hace público, se activan las alertas y se organizan líneas de accion en todo el territorio” finalizó Alvares. De este modo, dejó entrever una clara intención de todas las partes educativas en poder actuar de forma inmediata frente a los casos.
Cómo ayudar desde casa
Los pensamientos suicidas de les niñes y adolescentes generan ciertas alarmas en los padres. Y aunque los especialistas indican que en muchos casos, no siguen estos impulsos, es importante que se les preste la atención correspondiente.
“Hay que generar espacios de encuentro, de privacidad. Donde puedan charlar e interrogar a sus hijos con respecto a situaciones diarias de la escuela, cómo se sienten frente al día a día escolar. Prestar atención a lo que tiene que ver con sus notas, porque obviamente la atención va estar alterada por esta situación de sentirse mal en cuanto a la parte social o emocional” , aseguró Yamila Cisneros.
“Por lo general, la víctima evita encuentros sociales, cumpleaños, fiestas donde tengan que estar sus demás compañeros. Es un ítem a tener en cuenta y tener presente cómo es el encuentro con los otros”, apuntó la licenciada en Psicología de niñes.
Según un informe de la Sociedad Argentina de Pediatría, hay una serie de señales de alarma que las madres, padres y los equipos de salud pueden tener en cuenta para prevenir este tipo de conductas.
“Los signos o síntomas de alerta frente a un presuntivo diagnóstico de depresión en niños o jóvenes pueden ser: cambios en su estabilidad emocional y en su humor. Mayor irritabilidad, episodios de angustia, de llanto, baja autoestima, cambio en el sueño, en la alimentación. Baja motivación por el juego, más allá del juego social o el encuentro con el otro, el juego individual es otro de los signos de alerta”, informó Cisneros
“En la adolescencia pueden aparecer expresiones sobre la muerte. Hay que prestar atención cuando esto sucede en más de un lugar, además de en casa, en la escuela u otros ambientes es más preocupante. Cuando otra persona por fuera del contexto familiar se da cuenta es para intervenir”, finalizó la experta.
Si vos, o algún familiar, amigue o compañere de escuela está atravesando una crisis emocional de cualquier tipo, podes comunicarte a la línea gratuita 135 desde Capital y Gran Buenos Aires; O al (011) 5275-1135 o 0800-345-1435 desde todo el país.