
El país atraviesa una delicada situación económica que repercute en diversos ámbitos, donde el deporte no es la excepción a estos alarmantes tiempos. En ese sentido, el pasado martes se convulsionó por completo el fútbol argentino con la noticia de que uno de los más grandes clubes podría declararse en quiebra. La cuestión pasa por San Lorenzo que sufrió un revés desde la Justicia para abonar una enorme deuda que data de 2020 en los próximos días.
Si el conflicto escala hasta el fatal desenlace, no sería la primera vez que suceda en Argentina pero lo cierto es que no pasaba hace más de 2 décadas. Además, la actualidad del club no es la mejor en lo institucional con eternos cortocircuitos entre los hinchas y su presidente, Marcelo Moretti, que recibió el apoyo judicial hace poco para retomar sus funciones. La lista de equipos que atravesaron algo similar es corta pero muy representativa a lo largo de la historia.
Una conclusión definitiva
Más allá de que la temporada futbolística en territorio argentino se mantiene activa con diversas competencias, los reflectores apuntaron a otra cuestión en las últimas horas. San Lorenzo fue informado de una posible quiebra por parte de la Justicia si no cubre una deuda millonaria en los siguientes 5 días. Con el peligro latente de recaer en una posición irreversible, el Ciclón debe cerca de 4.7 millones de dólares al fondo suizo AIS Investment Fund.
El trasfondo de la problemática económica deriva de un préstamo que solicitó para resolver la salida de una joven promesa al fútbol ruso en 2020. El movimiento en cuestión corresponde a la cesión de derechos de la transferencia de Adolfo Gaich al CSKA Moscú en julio de aquel año. De hecho, la parte compradora envió los documentos pertinentes y el cuadro de Boedo, que era presidido por Marcelo Tinelli, sacó un crédito para concretar la jugosa venta.
Una vez que se llevó a cabo el fichaje, el elenco europeo no quiso depositarle el dinero a la entidad suiza y decidió desembolsarlo en las arcas blaugranas. Luego de la maniobra rusa, San Lorenzo nunca devolvió la plata y eso derivó en que los prestamistas activen el pedido de quiebra semanas atrás. Bajo ese panorama, en 2024 el cuadro argentino fue condenado a pagar 3.938.419,31 dólares más intereses, monto que alcanzó la cifra actual.

Por su parte, las averiguaciones puertas afuera indican que la única alternativa que posee el Cuervo es juntar el dinero y saldar la deuda. Asimismo, se especula que no existe ninguna otra instancia de apelación, pese que ciertas personas internas sostenían que no era así. Cabe mencionar que los abogados de San Lorenzo trabajan en este caso desde hace un año pero tras algunos intentos no lograron un entendimiento y la Justicia puso en jaque su futuro.
Otro dolor de cabeza
La realidad de uno de los denominados como equipo grande el fútbol argentino está sumergida en diversos problemas que no dan respiro. La demanda financiera cayó en un mal momento con la reaparición pública de Moretti en la sede que revolucionó a todos los simpatizantes. La semana pasada se conoció el fallo judicial a favor del dirigente para regresar a su cargo. En tanto, el último lunes se presentó en Avenida La Plata 1794, lo que generó un hostil recibimiento.
Al poco tiempo de su llegada, fueron varios los hinchas que lo insultaron; mientras que, el paso de las horas sumó más simpatizantes y todo terminó en un escándalo. La posterior secuencia registró como los allegados le tiraron proyectiles y debió huir por la puerta de atrás para subirse a un patrullero. El boca a boca de su estadía enalteció la tensión en el lugar al punto de incrementar la presencia policial para sacarlo escoltado.
Las polémicas con Moretti no tienen descanso luego de una extensa licencia como consecuencia de una cámara oculta en la que recibe una supuesta coima por fichar a un juvenil. Su reincorporación gracias a la Justicia estuvo cerca de quedar en el olvido tras las renuncias que provocaron la declaración de una acefalía a mediados de septiembre. A pesar de que su mandato continúa, no se debió formar un gobierno de transición ni llamar a elecciones de forma anticipada.
Todo cambió de rumbo cuando la Cámara Civil activó la medida cautelar que presentó y determinó que “la supuesta acefalia del club fue irregular”. Incluso, agregó que el proceso “debía retrotraerse hasta que la Comisión Directiva se reúna nuevamente de manera legítima y conforme al estatuto”. De hecho, San Lorenzo dio a conocer la postura de la Justicia, la cual también suspendió la convocatoria a Asamblea Extraordinaria hasta que Moretti realice la reunión.
En tanto, Ulises Morales fue uno de los que firmó la disolución de la Mesa Directiva, donde era el presidente. “Fue un dialogo poco feliz, en malos términos. Yo creo que Moretti antes de asumir debería someterse a una pericia psiquiátrica”, sostuvo. “Me envió un mensaje burlándose porque vuelve. Es patético. Creo que no está bien, es una persona que miente descaradamente”, finalizó. Como contrapartida, el presidente del club confirmó que su idea es seguir en el cargo.
Un caos interno
El presente que atraviesa San Lorenzo encadena un delicado futuro que pende de un hilo de cara al final de temporada. Al club solo le queda por delante el Torneo Clausura luego de una temprana eliminación en Copa Argentina y sin presencia en las copas internacionales. Con el sueño de jugar la Copa Libertadores en 2026, se ubica en los puestos de play-off del certamen doméstico pero la incertidumbre invade el porvenir de la entidad en lo que resta del año.
En caso de que se concrete la quiebra de una entidad afiliada a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la misma pasa a manos de una comisión designada por la Justicia. El nuevo administrador en la ecuación tendrá un período de 3 años para liquidar las deudas y evitar la total disolución del club o la venta de sus bienes. De esta forma, se debería desapoderar a todos los dirigentes y asambleístas que representan a la institución.
No obstante, la Ley de Entidades Deportivas en Argentina (20.655), la cual se conoce como Ley Nacional del Deporte, prohíbe la desaparición como tal de los clubes. Al considerar que el sistema de quiebra de una institución es diferente al de una empresa privada, se establecería una reconstrucción desde cero bajo otro nombre. A pesar del riesgo administrativo, este negativo destino también podría tener un fuerte impacto en lo deportivo.
Si se aplica ciertas sanciones y pérdida de activos esenciales, el club podría perder su derecho de participar en las competencias oficiales. Asimismo, a lo largo de la historia del fútbol argentino se conocen 4 casos de equipos que vivieron la misma tragedia con el más emblemático a fines de la década de los ‘90. En ese aspecto, San Lorenzo podría hundirse en el momento más triste de su rica historia que cuenta tanto con consagraciones locales como continentales.
Un lugar a evitar
Con un cuarteto ligado a la quiebra en el fútbol argentino, el primer caso pertenece a Sportivo Palermo en 1984. La institución con sede en Villa Lynch se fusionó con otros clubes para desaparecer por completo esa temporada por falta de recursos y un estadio propio. Se fundó en 1908 y estuvo en Primera División durante el amateurismo entre 1920 y 1930. Además, se convirtió en el último club que dejó de participar como afiliado directo en los torneos de AFA.
La siguiente historia tiene como protagonista a Deportivo Mandiyú cuando diversos problemas económicos derivaron en su disolución en 1995. El cuadro correntino fue fundado en 1952, tuvo a Diego Maradona como DT en 1994 y logró jugar en la elite argentina durante 8 años. Sin embargo, luego del descenso que entregó ese lúgubre momento, se refundó para 2010 y en la actualidad compite en la liga de su provincia lejos de aquellos años de reconocimiento.
El proseguir cronológico desembarca en el episodio más significativo con Racing que en 1998 se declaró en quiebra; aunque evitó la desaparición por una ley especial y la administración de una sociedad anónima. La Academia no pudo solventar una gran deuda y gerenció su fútbol con la empresa Blanquiceleste que tenía 10 años para revertir la situación. No obstante, la compañía también quebró y el club se hizo cargo de la cuota final para restituirse en 2008.

Para cerrar la nómina hay que avanzar al 2002 cuando Ferro cayó en quiebra pero pasó a depender de una administración judicial. Ese nuevo rumbo le permitió figurar bajo un fideicomiso hasta alcanzar la meta de saldar todas sus deudas. El histórico club del ascenso que brilló en Primera cuando salió campeón en 1982 y 1984, acumuló un déficit de 27 millones de pesos. Su futuro se salvó en un período de 3 años al sellar la grieta económica para evitar la disolución.

