Vecines del partido bonaerense de Villa Gesell alertan sobre edificaciones ilegales en las playas de Mar Azul. Se trata del terreno de la intersección entre la calle 41 y la costa, donde observaron la proyección de una construcción que se ubica dentro de los 150 metros de la línea de ribera.
Les integrantes de la Asamblea Ciudadana en Defensa del Médano Costero defienden hace años las formaciones naturales del litoral atlántico en Buenos Aires. Su gran pelea es contra proyectos inmobiliarios que muchas veces se instalan en las orillas y deterioran ese ecosistema.
En esta ocasión, el pasado mes de mayo corroboraron el avance de una futura edificación en Mar Azul. Aseguraron que ocupa espacio público en la calle 41 y la playa, y que se alambró ese acceso a la costa.
Posteriormente, varios integrantes de la Asamblea bajaron al médano y embolsaron la arena, la cuál “debería ser devuelta a los médanos: llevársela es un robo”, afirmaron.
Legislación a favor del médano costero
“Necesitamos que nos den explicaciones pertinentes de la autorización asignada por la Municipalidad para realizar una construcción en ese espacio público”, explicaron desde la Asamblea a Escritura Crónica.
Esto se debe a que esa zona se incluye dentro de la medida cautelar que expidió la Suprema Corte de Justicia. La misma “ordena la suspensión de la habilitación y ejecución de obras de construcción en la zona costera estrictamente alcanzada por el artículo 142 del Código de Aguas”, agregaron.
Este punto prohíbe el loteo y la edificación en una franja de 150 metros aledaña al Océano Atlántico, así como la edificación sobre los médanos y cadenas de médanos que lleguen hasta el mar aún a mayor distancia.
La resolución de la Suprema Corte surgió a partir de la lucha contra el megaproyecto hotelero Solanas en 2022. Este emprendimiento buscaba construir 116 departamentos en tres edificios de lujo sobre un lote de 14.000m2 con piletas y estacionamiento subterráneo, entre las calles 36 y 37, frente a la costa.
Este plan dependía de la constructora Portland y la cadena hotelera Solanas, famosa por su proyecto en La Mansa de Punta del Este. En noviembre de 2024, la Suprema Corte bonaerense reconoció el incumplimiento del Artículo 142 del Código de Aguas por parte de este proyecto.
Además, ordenó a la Municipalidad de Villa Gesell suspender la habilitación y ejecución de las obras, que pretendía llevarse a cabo sobre áreas protegidas. El origen de este freno fue un recurso de amparo que presentaron vecines y miembros de la Asamblea Ciudadana en Defensa de la Duna y del Agua.
La importancia de las dunas
Federico Isla es doctor en Ciencias Naturales e integrante del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de Mar del Plata, perteneciente al CONICET. Se especializa en sedimentología costera, en especial en los impactos de la reversión del nivel del mar en Buenos Aires.
El especialista sumó a la legislación alusiva el Decreto Ley 8912/77 de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo, que en su artículo 58 plantea: “Al crear o ampliar núcleos urbanos que limiten con el Océano Atlántico deberá delimitarse una franja de 100 metros de ancho, medida desde la línea de pie de médano o de acantilado, lindera y paralela a las mismas, destinada a usos complementarios al de playa”.
Sin embargo, confirmó que hay edificios que se hicieron con anterioridad o incumpliendo esas normas en Partido de la Costa, Mar de Cobo (Mar Chiquita), o Bahía de los Vientos (Necochea), entre otros.
¿Y cuál es la importancia de mantener la costa? Los médanos son la única defensa que tienen las ciudades costeras bonaerenses contra el avance del mar. Desde la Asamblea Ciudadana en Defensa de la Duna y del Agua insisten en su preservación: “No solo nos protegen de la erosión costera, sino que impiden la salinización de las napas“.
Pero es necesario accionar de inmediato. Según Isla, aumentará 0,4 metros como mínimo el nivel del mar para el año 2100 a causa del cambio climático, como también se incrementará la recurrencia y magnitud de las tormentas sudestadas.
El doctor en Ciencias Naturales explicó que se hicieron obras duras (muros, espigones o rompeolas artificiales) en General Pueyrredón, General Alvarado y Mar Chiquita y Partido de la Costa.
Además, agregó que en la costa “blanda” (Pinamar, Villa Gesell, Mar Chiquita, Necochea, Tres Arroyos) se disponen enquinchados, pero, “lamentablemente no se mantienen”, concluyó.