
Se trata de un proyecto llevado adelante por un equipo académico que reconstruye con Inteligencia Artificial (IA), el pasado silenciado de las mujeres medievales. El proyecto fue presentado como parte del curso, Economía Digital del Lenguaje e Inteligencia Artificial del Plan de Transformación de la Universidad de La Rioja, España.
Los libros de historia suelen contar el pasado desde una perspectiva dominante, donde las mujeres aparecen apenas mencionadas. En el caso de los textos medievales, su presencia se diluye todavía más entre manuscritos escasos, escritos por hombres y copiados por religiosos.
Sin embargo, este trabajo se propone analizar el lenguaje con toda su complejidad apoyados en la herramienta que cambió la manera de investigar. Nota al Pie entrevistó al investigador principal del proyecto, Javier Martín Arista para conocer cómo es el proceso de poner en común dos eras: textos medievales y la IA.
“Lo que antes llevaría años ahora se puede hacer en semanas: rastrear fuentes, cruzar información y generar nuevas narrativas con base en evidencia histórica”, dijo. La propuesta tiene como objetivo mejorar modelos de IA mediante el análisis de lenguas poco documentadas como el inglés antiguo (siglos VII al XI).
Esta lengua dejó de hablarse hacia el año 1100 y los textos disponibles son limitados. Frente a esa escasez, la generación de textos sintéticos abre una nueva posibilidad de análisis. En este caso, a través de una mirada que rescata voces históricamente silenciadas.
“Lo que estamos haciendo es generar versiones alternativas de textos reales donde las mujeres tengan un papel más visible, más acorde al que efectivamente tuvieron en algunos episodios”, explicó el lingüista.
Cuando la tecnología se cruza con la memoria
El proyecto combina lingüística, historia e inteligencia artificial. Para ello, se conformó un equipo interdisciplinar, con investigadores especialistas en IA de Argentina y Reino Unido trabajando sobre fuentes originales como la Crónica anglosajona; un compendio de acontecimientos ordenados por año.
Allí aparecen escasas menciones femeninas, incluso cuando se trata de figuras con poder político o influencia cultural. La IA, entrenada con datos lingüísticos y fuentes históricas, permite detectar patrones, establecer relaciones entre personajes y construir una línea de tiempo alternativa en la que las mujeres ganan lugar.
El texto seleccionado, es un relato cronológico de los acontecimientos en la Inglaterra anglosajona y normanda; una compilación de siete registros manuscritos interrelacionados que se conservan y que constituye la fuente principal de la historia temprana de Inglaterra.
Para lograr entrenar estos modelos de lenguaje con inglés antiguo necesitaron especialistas y la ciencia argentina está presente. Uno de los aliados clave es el investigador argentino Matías Núñez , especialista en inteligencia artificial y miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) .
De está forma, Núñez es el responsable de aplicar técnicas avanzadas para entrenar modelos que rastreen fuentes históricas, identifiquen personajes femeninos y reconstruyan narrativas realistas a partir de datos dispersos. Su aporte es clave para potenciar los métodos de análisis y avanzar en el objetivo del proyecto.
1066 y 1067: el fin de un mundo
La línea de trabajo se inició con un estudio piloto centrado en los años 1066 y 1067, cuando Inglaterra fue invadida por los normandos y cayó el último rey anglosajón. La elección no fue casual: “Son años políticamente convulsos. Se produce la invasión normanda, se redefine el poder y ahí las mujeres juegan un rol clave”, detalló Martín Arista.
“Las mujeres eran poseedoras de patrimonio. Tenían un papel subordinado, sí, pero cuando se trataba de herencias, tierras y sucesiones, su rol era decisivo. En ese contexto, muchas debieron elegir entre escapar, resistir o adaptarse al nuevo orden”, agregó. Algunas huyeron a Escocia o al continente con sus hijos; otras organizaron redes de resistencia o protegieron manuscritos valiosos.
Mujeres reales, historias olvidadas
Edith, Gytha, Gunnhild o Matilda de Flandes son algunos de los nombres que comienzan a emerger con mayor claridad. Mujeres cultas, educadas, con capacidad de decisión y agencia política.
“Queremos que los textos que genera la IA sean similares a los originales, pero con eventos y personajes reales, para que el resultado sea verosímil y al mismo tiempo más justo”, sostuvo Martín Arista.
El impacto del proyecto no es solo académico. Propone nuevas formas de pensar la historia, de reconocer los vacíos en los relatos tradicionales y de usar la tecnología para democratizar el conocimiento. La posibilidad de revisar lo que fue omitido no es menor. La IA, bien aplicada, puede ser una aliada para reconstruir pasados alternativos más equitativos.
Este trabajo muestra que el cruce entre ciencia, tecnología y perspectiva de género puede ser profundamente transformador. Como resumió el entrevistado: “Queremos revisar qué cosas pasamos por alto en la historia. Este proyecto nos permite contar historias que merecen ser contadas.”