Este miércoles, Central Córdoba de Santiago del Estero logró una coronación histórica en el fútbol argentino al consagrarse campeón de la Copa Argentina. La institución norteña se impuso 1-0 sobre Vélez Sarsfield en el estadio de Unión de Santa Fe, gracias a un golazo de Matías Godoy. Este título en suelo santafesino es el resultado del gran trabajo realizado por el técnico Omar De Felippe, quien asumió el cargo a mediados de agosto para encaminar a un equipo que estaba sin rumbo.
De cara al próximo año, el Ferroviario tendrá el privilegio de disputar la Copa Libertadores contra los mejores clubes del continente. Además, aseguró su participación en la Supercopa Argentina, donde enfrentará al campeón de la Liga Profesional, donde pueden coronarse el Fortín, Talleres o Huracán. Sin embargo, deberá tener sumo cuidado en el 2025 ya que no se encuentra bien posicionado en la tabla de los promedios y la doble competencia no es algo fácil de sostener.
De menos a más
El año comenzó con Abel Balbo como entrenador, en su segundo ciclo al frente de la institución, tras asumir en enero. Sin embargo, su estadía fue breve. A principios de abril, dejó el cargo tras una mala actuación en la Copa de la Liga, donde el equipo finalizó en la 12.ª posición de la Zona B, con apenas 11 puntos. De hecho, el exdelantero , se fue a falta de una fecha luego de sufrir una contundente derrota por 5-0 como visitante frente a Estudiantes de La Plata, equipo que posteriormente se consagraría campeón del torneo.
El último partido del torneo del primer semestre lo dirigió Juan Roldán de manera interina y obtuvo un 0-0 ante San Lorenzo. Sin embargo, el mismo Balbo abrió el telón para el club, unos días antes de su salida, en la Copa Argentina al superar 3-1 a Quilmes en los 32avos de final. Durante el mismo mes de abril asumió Lucas González Vélez como nuevo DT del cuadro santiagueño. El colombiano nacionalizado español estuvo al frente solo de 9 partidos.
Las estadísticas del joven técnico fueron malas debido a que cosechó 7 caídas y una igualdad en el segundo torneo del año. De todos modos, el cotejo restante fue por la copa nacional a mediados de julio y logró vencer 2-1 al Pincha en 16avos. De manera casual, fue despedido ese mes por la pobre campaña que realizó y a los pocos días arribó De Felippe con altas expectativas. El ex héroe de Malvinas puso en marcha su 2° ciclo con un alarmante presente deportivo.
Su debut se produjo en la fecha 9 con una dura caída ante Deportivo Riestra por 1-0 que se sumó a unas cifras negativas con 13 derrotas, 5 empates y 4 triunfos. La conducción y dedicación del DT fueron fundamentales en el renacer del equipo al pasar de ser el peor del país a campeón por primera vez. En total obtuvo el 63% de los puntos tras 12 éxitos, 6 paridades y solo 4 traspiés, números sorprendentes para un club acostumbrado a pelear en la parte baja.
En cuanto a la Copa Argentina, De Felippe estuvo al frente de las demás series, cuya primera fue un triunfo 3-2 por penales a Newell’s luego de un 0-0 en octavos. Prosiguió un 2-1 ante Temperley en cuartos y el mismo resultado contra Huracán en semifinales para llegar al histórico 1-0 ante Vélez en la definición. La institución le agradeció al DT en sus redes sociales ya que cosechó 30 de las 42 unidades sumadas en el año, a falta de la última jornada de liga.
El padre de la criatura
Más allá que los libros de historia pongan el nombre del club como el gran ganador del certamen, todo el mérito lo tuvo De Felippe al imponer un modo de juego. Ese estilo bien marcado permitió que Central Córdoba sume 8 triunfos, 6 empates y 4 caídas para posicionarse 20° con 31 puntos, mejor que algunos nombres importantes en el último tiempo. Se dice que el deporte siempre da revancha y no solo se aplica en los equipos, sino también en sus protagonistas.
El entrenador de 62 años dijo presente en la Guerra de las Malvinas cuando recién había cumplido sus 20 y fue 1 de la decena de futbolistas que estuvieron en las trincheras en 1982. No sufrió heridas graves pero presenció de cerca la muerte y pérdida de varios compañeros, episodio traumático que le llevó más de 7 años hablar y dar detalles. “El fútbol me salvó la vida. Era mi motivación para seguir cada día después de haber vuelto”, sostuvo en más de una ocasión.
En el ámbito deportivo se desempeñó como mediocampista pero no tuvo una destacable carrera dentro del campo de juego. Inició en Huracán entre 1983 y 1985 para regresar desde 1987 a 1988 y luego estar una temporada en Arsenal. Para la campaña de 1990-1991 arribó a Once Caldas de Colombia y al siguiente año pegó la vuelta al país. Estuvo en Villa Mitre entre 1991-1992, Rosario Puerto Belgrano en 1993 y regresó a Bahía Blanca para retirarse en 1994.
Antes de colgar los botines tuvo un 2° ciclo en el Villero y su último año como profesional lo pasó en Olimpo, donde nació su trayectoria como DT. Sin duda alguna que su mejor versión estuvo dentro del banco de suplentes con la línea de cal por delante y dando indicaciones técnicas. Sus comienzos fueron como ayudante de campo de Ricardo Zielinski en San Telmo y luego de Julio César Falcioni en diversos equipos de la Argentina.
Tomó las riendas de Olimpo en 2008 y tras 4 años logró el ascenso en 2010 como campeón y condenó a River Plate a la promoción de 2011. Su siguiente travesía lo llevó a Quilmes por 2 años e Independiente por 1, clubes donde obtuvo el ascenso en 2012 y 2014 de manera respectiva. En Ecuador tuvo su única experiencia en el exterior entre 2015 y 2016 con Emelec y se coronó en su 1° año. Por último, entre 2016 y 2022 sumó discretos pasos por Vélez, Newell’s, Atlético Tucumán y Platense.
De Santiago del Estero al mundo
La coronación en Santa Fe representa un verdadero hito para Central Córdoba que en 2025 se medirá ante la elite del territorio sudamericano. El Ferroviario alcanzó su primer título nacional y su primera clasificación internacional, misma situación que vivió Patronato de Paraná en 2023. La temporada actual no contó con el mejor comienzo para el club que tiene 105 años de vida pero pudo sobreponerse y sentarse en la mesa de los mejores del año.
El Blanquinegro fue fundado en junio de 1919 luego de diversas reuniones entre los empleados ferroviarios y vecinos del Barrio Oeste. Con el objetivo de edificar un club de fútbol, la iniciativa tuvo lugar en la esquina de Avenida Belgrano y Sarmiento, sitio en que funcionaba la Biblioteca 9 de Julio. Su primer título provincial llegó en 1945 para luego sumar otros 10 entre 1957 y 1967, y un total de 47 a lo largo de su historia.
Para 1967 debutó en Primera División al ser parte del nuevo formato de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) con el Campeonato Nacional. Bajo el sistema de permitir que por primera vez participen aquellos clubes no afiliados de forma directa a la AFA, Central Córdoba clasificó al ganar el Torneo Regional. Su bautismo se dio en septiembre con un caída 1-0 en casa ante River y en octubre consiguió su primer triunfo al vencer 2-1 a Boca Juniors como visitante.
Esa hazaña de jugar en la elite argentina la repitió en 1971, año en que se despidió de la máxima categoría por muchos años. Pese a que es el conjunto santiagueño con mayor participación en los Torneos Regionales, con un total de 11, no pudo sostener una regular actuación. En 1986 formó parte del primer Nacional B al consagrarse en la Liga Santiagueña pero descendió tras 6 años. Una dura crisis futbolística y económica azotó al club en el 2000 y fue intervenido.
Desde entonces la institución se mantuvo en diferentes categorías del ascenso argentino. En 2014 retornó al Nacional B pero se fue en 2017, aunque desde 2018 no paró de ascender. Para la temporada 2019-2020 llegó a la elite argentina y no se volvió a ir hasta la fecha. En ese tiempo su mayor logro fue un subcampeonato de Copa Argentina en 2019 frente a River. Este 2024 se reivindicó para ser el 8° campeón del certamen local y el 6° distinto de forma consecutiva.
De cara al futuro
La felicidad y celebración en Central Córdoba de seguro perdurará por varios días pero no deben relajarse del todo con lo complicado que es el fútbol argentino. La AFA removió los descensos en esta temporada para que regresen los 30 equipos a la Primera División, por lo que el Ferroviario jugó algo más suelto el tramo final del año. En la tabla anual no quedaron bien ubicados con un 25° lugar de 28 participantes pero la de los promedios es que debe preocupar.
Las unidades acumuladas de este 2024 se renovarán para el 2025 pero en la otra que otorga un descenso, los santiagueños marchan 26° con 1.139 de media. Solo se posicionan por encima de Independiente Rivadavia y Sarmiento y las estadísticas que se anulen serán las del 2022, donde cosecharon su mayor cantidad de puntos con 49. El último partido ante Atlético Tucumán como visitante será crucial para engrosar el promedio y mantener la buena racha.
La Copa Libertadores es una gran motivación para cualquier club e implica un gran sacrificio físico y mental, cualidades que no sobran en quienes pelean el descenso. Habrá que ver el plantel que tendrá la institución el próximo año para ver por cual competencia se inclina, si es que no apuntan a ambas. En tanto, De Felippe fue cauteloso y valoró lo hacho hasta ahora. “Esto es impensado. Los chicos se hicieron fuertes de la cabeza y el grupo comenzó a crecer”, explicó.
“Se lo merecen y ojalá que el club pueda crecer más. Es un premio muy grande, nos sentimos parte de este título. Fue asombroso todo”, agregó. “Perdimos con Riestra y enseguida, empezamos a encontrar el rumbo, ganando, sumando”, finalizó sobre sus sensaciones. Por otro lado, indicó que “Entremos en la historia de un club muy humilde, esto es muy lindo”. Además, agradeció a sus hijos y familia que no están con él en la provincia y que el sacrificio es de ellos.
Por último, el DT se animó a soñar pero siempre con los pies sobre la tierra al referirse al próximo año. “Me tocó jugar Copa Libertadores y Copa Sudamericana en Ecuador, la experiencia está”, argumentó. “Que los dirigentes evalúen y se verá lo que depara el 2025”, concluyó. Central Córdoba se suma a Estudiantes, Racing, Vélez, Talleres y River como los clasificados al máximo certamen continental.