Desde que Javier Milei asumió la presidencia en diciembre de 2023, la deuda creció de manera significativa. Al inicio de su mandato, los compromisos de la misma en situación de pago normal se situaban en US$ 368.225 millones. A este monto se sumaron las obligaciones con los exportadores heredadas del gobierno anterior, encabezado por Alberto Fernández, así como la deuda del Banco Central con los bancos.
En total, entre diciembre y agosto, la deuda se incrementó en US$ 87.710 millones, lo que equivale a un promedio mensual de US$ 7.309 millones. Este crecimiento llevó la relación deuda-Producto Bruto Interno (PBI) al 75%, una cifra alarmante para la economía del país.
Uno de los componentes más relevantes de esta deuda es la que se ajusta por inflación, conocida como CER, que representa el 26,97% del total, equivalentes a US$ 123.633 millones. Por otro lado, la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) asciende a US$ 41.880 millones, lo que supone aproximadamente un tercio de la deuda ajustada por CER.
Frente a este panorama, el gobierno de Milei busca renegociar con el FMI, con el objetivo de postergar el pago de al menos US$ 3.037 millones previsto para el próximo año. En 2025, el país deberá enfrentar compromisos por un total de US$ 23.792 millones, según cifras oficiales.
Durante el último año, la deuda bruta en situación de pago normal aumentó en US$ 62.666 millones, con un promedio de US$ 5.220 millones por mes. Este incremento responde sobre todo a la caída de los compromisos en moneda extranjera, que se redujeron en US$ 10.604 millones, mientras que en pesos locales se incrementó en US$ 73.270 millones.
En agosto, aumentó un 1,41% debido al incremento de US$ 1.326 millones en compromisos en moneda extranjera y US$ 4.992 millones en moneda local.