Este jueves tuvo lugar el Foro Economía y Trabajo en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Durante el mismo se debatió sobre la necesidad de un acuerdo social y federal para “definir un plan nacional económico, común a los sectores del trabajo, la producción y las economías regionales”.
En ese sentido, se presentaron propuestas que tienen como fin “salir de la economía del desastre que impone el Gobierno del Presidente Milei con su deliberada política de empobrecimiento, desindustrialización, mayor endeudamiento, y cesión de los recursos naturales a un plan de negocios para muy pocos”.
Al respecto, los integrantes del Foro sostuvieron que es urgente accionar para revertir el “derrotero económico”. Por estos motivos, difundieron lo que consideran son los ejes que no pueden obviarse en el mencionado plan.
Algunos de ellos son la declaración de la Emergencia Alimentaria; una renegociación integral a cargo del Congreso de la Nación (Art. 75 de la Constitución Nacional); una reforma tributaria progresiva; un programa federal de industrialización; y la inmediata recuperación del poder de compra de los salarios, jubilaciones, salario social complementario, y asignaciones familiares, entre otros.
Las cifras de la economía del desastre
Según los miembros del Foro, la deuda social es creciente e inadmisible. “En los seis primeros meses de 2024 se sumó a la pobreza el 9,8% de la población, evidenciándose que 7 de cada 10 niños en la Argentina viven en hogares pobres y marchan a no tener futuro y la marginación. De acuerdo a UNICEF un millón de chicos se van a dormir sin cenar”, argumentaron.
Además, señalaron que los ingresos de las familias argentinas sufrieron una brutal pérdida de poder adquisitivo en los primeros meses de la nueva gestión. En esa línea recordaron que, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el costo de la canasta básica total (CBT T 2) para que una familia tipo no sea considerada pobre fue en de $ 900.648 en julio y la alimentaria -que marca el límite mínimo para no caer en la indigencia- fue de $ 405.697.
“En tanto, el salario mínimo decidido por Decreto para el mismo mes por el Poder Ejecutivo fue de $ 262.432, el más bajo en relación a las necesidades vitales de la población desde su introducción como derecho básico por la Constitución Nacional”, agregaron.
Por otro lado, también hicieron hincapié en que la caída de la actividad económica, la producción, el consumo y la inversión traen consigo otras problemáticas como los despidos. En referencia a ello, indicaron que un reciente informe señala una “pérdida de más de 655.000 puestos netos en el 1° trimestre en comparación con el último de 2023”.
“La mayor caída se verificó entre los asalariados no registrados, que sólo en un trimestre se redujeron en 347.000 y explicaron más de la mitad de la pérdida total de puestos de trabajo”, detallaron sobre los resultados del estudio.
“Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024 se registra la pérdida de 175.700 puestos de trabajo registrados, de ellos 36.900 en el sector público. En el caso de los trabajadores independientes inscriptos como monotributistas sociales, se reducen en 38.300”, destacaron.
La fase del recrudecimiento económico
Teniendo en cuenta lo anterior, desde el Foro apuntaron contra la fase de “recrudecimiento monetario” del ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili.
Al respecto, sostuvieron que el plan es “garantizar a los fondos de inversión, grupos financieros y otras corporaciones empresarias los dólares de sus colocaciones especulativas, más el notable resultado obtenido a consecuencia de la mega devaluación de diciembre, para que puedan fugarlos del país”
Los economistas y especialistas integrantes, vinculados al movimiento sindical, las organizaciones sociales y agremiaciones pymes, explicaron que esto conlleva “una presión mayor sobre el tipo de cambio debido a la salida de dólares que pone a la Argentina en las puertas de una nueva devaluación de la moneda nacional y una híper–recesión”.
A su vez, enfatizaron en que “no pueden ignorarse las exigencias de una devaluación por un lado del Fondo Monetario y de los agroexportadores para liquidar la cosecha”.
“Así se promueve, con el circulo vicioso de fuga de capitales, endeudamiento y ajuste fiscal, la economía del desastre que, como siempre, en favor de los negocios de los muy ricos y las grandes corporaciones, pagamos la inmensa mayoría de los argentinos”, manifestaron.
En este contexto, advirtieron que el efecto inmediato será la aceleración de la reducción de personal por parte de las empresas que venden sus productos, ya sea bienes o servicios, al mercado interno. Mientras que las pequeñas y medianas empresas, no tendrás más alternativa que cerrar.
Asimismo, señalaron que las últimas medidas anunciadas por el Ministerio de Economía y el BCRA “disponen el uso de las reservas del Banco Central para intervenir el mercado financiero”.
“Los dólares disponibles se venden en el CCL, por lo que aseguran a los fondos de inversión de afuera junto a corporaciones económicas que operan en el país, el acceso a estos dólares”, detallaron y aseguraron que así “Caputo y el BCRA, le están asegurando a los fondos financieros que ingresaron luego de la devaluación de diciembre de 2023, la salida del país luego de haber usufructuado la bicicleta financiera tras la última devaluación”.
En línea con esto último, añadieron que “al no devaluar, Caputo está asegurando que sus habituales clientes que entraron a hacer tasa en dólares, puedan realizar sus ganancias y pasarse de pesos a dólares, para salir del país”.
“Esto induce a concluir que las reservas del BCRA bajarán hasta que estos grandes especuladores puedan salir de la Argentina, llegando a un nivel de reservas mínimo que no deje otro camino que la renuncia de Caputo y su equipo económico, para luego producir una mega devaluación con un mayor ajuste fiscal”, sostuvieron. “Esto potenciará, hacia magnitudes sin precedentes, la crisis económica, social y política que estamos atravesando”, finalizaron.