Este martes, el Reino de Tailandia realizó su solicitud oficial para integrar el BRICS, el bloque económico conducido por potencias como China, India y Rusia, y que desde 2023 atraviesa un proceso de expansión. Su eventual membresía representaría un espacio en la mesa de debate para la dinámica región del sudeste asiático y podría concretarse en la próxima cumbre que se celebrará en Kazán.
Nota al Pie analiza la petición de Bangkok en derredor de la crisis sistémica, el traslado del centro de gravedad económico a nivel mundial, y la proyección unipolar sobre el Asia-Pacífico.
¿La perla asiática?
El gobierno tailandés expresó su intención de convertirse en miembro del bloque BRICS para impulsar su presencia en el panorama internacional. Tras una reunión de Gabinete el pasado martes, se aprobó el borrador de carta como solicitud oficial. De hecho, aspira a participar como país no miembro en la XVI Cumbre de Jefes de Estado del BRICS en la localidad rusa de Kazán. “Esta es una oportunidad para que Tailandia acelere el proceso de participación”, apunta un comunicado del portal oficial tailandés. Mejorar su desempeño mundial entre los países en desarrollo y aumentar su participación en la toma de decisiones de la política económica se plantean como las búsquedas que motivan la solicitud.
A su vez, en el borrador Tailandia destaca al multilateralismo como uno de los “principios” del BRICS, una asociación en un proceso expansivo y muy representativa a nivel mundial en términos de población, superficie territorial y PBI. El portavoz del gobierno, Chai Wacharonke, también resaltó el creciente protagonismo de los países en desarrollo en el concierto de naciones. En la evaluación desarrollada durante la reunión de Gabinete en la que conformaron la solicitud, Bangkok balanceó que una eventual membresía le daría mayores beneficios en diferentes ámbitos y una posición más sólida para cooperar en la creación de un nuevo orden mundial.
Tailandia es una nación con una ubicación geoestratégica. Al noroeste limita con Myanmar, al nordeste con Laos, y al sur con Malasia. Ubicada entre el Golfo de Bengala y el Mar de la China Meridional, Tailandia se encuentra sobre la Península de Malaca, una región en tensión permanente por ser el puente comercial entre el Asia-Pacífico y el Océano Índico, fundamentalmente el golfo bengalí. Entre Malasia, Singapur e Indonesia, al norte de Oceanía, se encuentra el célebre Estrecho de Malaca, el punto nodal de este tránsito. Además, con más de 70 millones de habitantes está dentro de los veinte países más poblados del mundo, y su PBI es el número 21º a nivel mundial.
BRICS+ rumbo a la cumbre de Kazán
En la XV Cumbre de Jefes de Estado del BRICS desarrollada en Johannesburgo en agosto de 2023, el bloque anunció su expansión lanzando la invitación para Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, y Etiopía. Argentina finalmente desistió. El BRICS viene desarrollando un debate interior profundo en relación a la desdolarización. Con la caída del Patrón Dólar como moneda de intercambio y de reserva, el esquema multipolar propone una canasta de divisas nacionales. Además, el anfitrión de la cumbre de este año insiste en incorporar en la agenda política la cooperación en materia de ciencia médica y educación
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que el grupo ha asumido una dimensión global a expensas de su agenda de trabajo pero fundamentalmente por los altos niveles de representatividad en términos demográficos, geográficos y económicos. Junto con Tailandia, Indonesia y Nigeria se perfilan como los principales aspirantes entre las economías emergentes, consolidando de esta manera la presencia africana pero también del sudeste asiático. De cara a la cumbre en Kazán, la presidencia del bloque planea invitar a los socios del formato BRICS+, es decir, a los cinco nuevos miembros. Provisoriamente se desconoce el grado de participación que tendrán en la toma de decisiones de un espacio que atraviesa un claro ciclo de expansión.
Sudeste asiático, un área de proyección estratégica
De ser aceptada su solicitud, Tailandia se convertiría en el primer miembro del BRICS proveniente del sudeste asiático. La expansión del bloque hacia esta región representa una oportunidad por diversos motivos. En primer lugar, por el traslado del centro de gravedad económico desde el Atlántico Norte hacia el Asia-Pacífico. Consumada la deslocalización de la producción de las empresas trasnacionales a partir de la década de 1970, el sudeste asiático experimentó un fenomenal crecimiento económico gracias a la inversión extranjera directa y cierto desarrollo científico-tecnológico e industrial.
En segundo lugar, en la disputa comercial entre Estados Unidos y China, la estrategia de Washington consiste en cercar a Beijing en su área de influencia con tal de contrarrestar su proyección mundial. En ese sentido, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) definió en la Cumbre de Madrid de 2022 la mudanza de su confrontación sistémica hacia el Asia-Pacífico. En ese marco, la alianza militar AUKUS también puede tomar una posición relevante para contener al gigante asiático en el plano de la defensa.
La congestión naval en el Estrecho de Malaca representa un desafío para cualquier actor con aspiraciones de influir políticamente en la región. No obstante, las tensiones en el Mar de la China Meridional también expresan un punto caliente. Los países enrolados en la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), entre los que se encuentran Tailandia, Indonesia, Malasia y Singapur, conjugan un poder económico relevante en franco crecimiento y conforman un arco geográfico dentro de una zona de enorme conflictividad. La transición global que experimenta el sistema mundial encuentra en la regionalización de la geopolítica un vector constante, y en ese escenario Tailandia pretende ganar terreno.