La Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) es un tema que cada vez genera más preocupación en la comunidad científica-médica. Los microorganismos, como bacterias, virus y hongos, se están volviendo resistentes a las drogas que se utilizaban hace años para su tratamiento.
“Un microorganismo resistente a los antimicrobianos es aquel cuyo crecimiento no es inhibido por el fármaco, o bien éste no logra matarlo. La emergencia de microorganismos resistentes es un hecho natural que ocurre como parte de la evolución que presentan los microorganismos”, comenzó explicando la Dra. Marcela Radice a Nota al Pie.
La bioquímica y Coordinadora de la Subcomisión de Antimicrobianos de SADEBAC – Asociación Argentina de Microbiología (AAM) brindó como ejemplo la reproducción de las bacterias. Estas pueden reproducirse en 20 minutos, lo cual implica que permanentemente estén replicando su propio material genético.
“Cuando esto ocurre pueden darse errores al azar, denominados “mutaciones genéticas”, algunas de las cuales pueden conferir resistencia a los antimicrobianos”, agregó. Por otro lado, las bacterias tienen la capacidad de adquirir material genético de otras bacterias. Entre este material pueden adquirir genes que confieren resistencia.
Es decir, “la emergencia de microorganismos resistentes es un hecho natural. Sin embargo, cuando estos microorganismos resistentes emergen en un ambiente donde hay presencia de antibióticos, éstos ejercen lo que conocemos como “presión de selección”, matando a toda la población sensible al antibiótico. Favorece, entonces, que esos microorganismos que adquirieron resistencia sean los que sobrevivan”, añadió.
Los efectos de la administración indiscriminada de medicamentos
Los microorganismos resistentes se pueden encontrar en los seres humanos, los animales, los alimentos y en el medio ambiente. “Entre los factores que impulsan el aumento de la RAM, podemos mencionar el uso, y abuso, de antimicrobianos en los seres humanos, en la producción y cuidado animal, y el medio ambiente”, explicó Daniela Cejas a Nota al Pie.
La investigadora del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y miembro de la SubComisión manifestó que el manejo inapropiado de los desechos humanos y animales acelera la selección, propagación de genes y patógenos resistentes en el medioambiente.
Asimismo, “los desechos de la producción farmacéutica de antimicrobianos y los desechos hospitalarios, contribuyen a la selección en el ambiente de microorganismos resistentes. Con lo cual la problemática de la RAM debe abordarse desde el concepto de Una Salud. Esto implica esferas de acción interdisciplinarias integrando salud humana, animal y ambiental”, indicó.
Un dato alarmante es que, “como consecuencia del excesivo uso de antibióticos durante la pandemia, el ritmo de aumento de la RAM se ha acelerado desde el año 2020. El mundo ha alcanzado hoy las tasas de resistencia que se esperaban para dentro de 10 años”.
Esto se debe, por un lado, al uso generalizado de antibióticos en la atención clínica de los pacientes hospitalizados con COVID-19, sobre todo en la primera etapa de la pandemia. También por el aumento en las neumonías bacterianas.
Los microorganismos más resistentes
Dentro de los microorganismos que más resistencia generaron, el bioquímico Dr. Hernán Rodríguez explicó a Nota al Pie que “la Organización Mundial de la Salud (OMS) intentó a través del acrónimo ESCAPE resumir y difundir la problemática.
ESCAPE se refiere a un conjunto de microorganismos cuyo tratamiento representa un verdadero desafío porque escapan a la actividad microbicida de los antimicrobianos. Las siglas de ESCAPE refiere a E: Enterococcus faecium, S: Staphylococcus aureus, C: Clostridium difficile, A: Acinetobacter baumannii, P: Pseudomonas aeruginosa, E: Enterobacteriaceae”.
“En algunos de los microorganismos ESCAPE resulta especialmente preocupante la resistencia a los antibióticos de última línea como carbapenemes y vancomicina. Con lo cual, también podemos agrupar a las bacterias patógenas en cuanto a la frecuencia de resistencia y necesidad de contar con nuevos antimicrobianos”.
A partir de esta situación se establecieron diferentes prioridades, siendo Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa, Enterobacterales, Enterococcus faecium y Staphylococcus aureus las bacterias que más necesitan del desarrollo de nuevos antimicrobianos.
Dentro del grupo de prioridad Crítica la situación es muy difícil. “En Acinetobacter baumannii casi exclusivamente relacionado con pacientes internados en unidades de cuidados intensivos las 2 nuevas opciones de tratamiento no están disponibles en nuestro país y se debe recurrir a antimicrobianos viejos, que son tóxicos”, mencionó.
La SubComisión de Antimicrobianos
Desde hace 40 años, la Subcomisión de Antimicrobianos de SADEBAC de la Asociación Argentina de Microbiología se dedica a la actualización del conocimiento de la RAM. Su objetivo es realizar relevamientos de la resistencia a antimicrobianos, los mecanismos responsables de la resistencia y su epidemiología.
Además, organiza un curso anual de actualización de la RAM en las principales bacterias patógenas. Está destinado a bacteriólogos clínicos y otros profesionales de la salud. Este año, el Curso Anual trató sobre “Nuevos Paradigmas en el manejo y la interpretación de la RAM. Abordaje de casos problema”.
También realizan actividades de difusión durante la Semana Mundial de Concientización en el Uso de Antimicrobianos propuesta en noviembre de cada año por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Este año propusieron a estudiantes y profesionales de la salud un concurso de afiches, en los que el mensaje podía diseñarse para distintos tipos de público.
La elección de los afiches ganadores contempló una pre-selección por los miembros de la subcomisión y la elección final de 3 afiches ganadores mediante la participación del público general en redes sociales; la premiación fue efectuada en la Jornada de Concientización en el uso de Antimicrobianos.