Esta semana comenzó el juicio por el asesinato de Joaquín Paredes, el adolescente de 15 años víctima de gatillo fácil en Paso Viejo, un pueblo de aproximadamente mil habitantes en Córdoba. El crimen ocurrió en octubre de 2020 y fue dos meses después del asesinato de Blas Correa, otro adolescente cordobés, también víctima de la policía provincial. Hasta el momento, seis policías son juzgados, aunque sólo uno de ellos, Maikel Mercedes López, permanece detenido, acusado de ser el autor de los disparos que mataron a Joaquín.
Además de López, por el crimen también se juzgará −con imputaciones más leves− a Iván Alexis Luna, Enzo Alvarado, José Luis Gómez, Ronald Fernández Aliendro y Alberto Sosa Gallardo. En lo que va de las audiencias, ya declararon la madre del joven asesinado, amigues y cinco de los seis implicados. Por su parte, el policía que mató al adolescente de 15 años todavía se niega a declarar.
En diálogo con Nota al Pie, Ivana Reynoso, miembro de Justicia por Joaquín y madre de uno de los amigos del joven, habló del caso que conmocionó a todo el pueblo ese 25 de octubre. También brindó detalles respecto al juicio que estos días se lleva a cabo en los Tribunales de Cruz del Eje.
¿Quién era Joaquín Paredes?
“Yo soy Ivana Reynoso, mamá de uno de los amigos de Joaquín, amiga de la familia y vecina de toda la vida”, dijo la mujer que forma parte de la campaña que pide Justicia por el adolescente. Y para describirlo, contó que, a pesar de la confianza que se tenían, “Joaquín jamás entró a mi casa sin pedir permiso”.
En su testimonio, Ivana recordó la sonrisa del joven, su felicidad y resaltó que era un pibe “que no tenía problemas con nadie”. “Le gustaban mucho los animales, los pajaritos y tiene un perro que aún lo espera”, agregó. Respecto a su amor por los pájaros, Ivana destacó que cuando los amigos de Joaquín ven uno cerca, eligen creer que es él.
“Lo extrañamos un montón y es muy difícil ver a sus amigos reunidos y no encontrar su rostro”, dijo la mujer que conocía de siempre a ese adolescente que la policía mató por la espalda.
Al respecto del caso, Ivana aseguró que, si bien la policía suele tener comportamientos inadecuados ante les pibes, en el pueblo nunca había pasado algo así. “Los chicos sí eran −y siguen siendo− bastante perseguidos por la policía, pero una situación así era inimaginable”, expresó.
Lo que pasó esa madrugada del 25 de octubre
Paso Viejo es un pueblo cordobés que no llega a los dos mil habitantes y un crimen de estas características era algo que nadie se esperaba. Los relatos lo pintan como lo que fue: una cacería policial contra pibes que no hacían nada más que estar reunidos. La supuesta denuncia que desató el caso se basaba en que los jóvenes estaban reunidos mientras regía el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). Sin embargo, nada puede justificar la violencia institucional.
Sobre cómo fue asesinado Joaquín, la mujer narró el hecho en base a los testimonios de los chicos que también estuvieron esa madrugada en la plaza. Según los jóvenes, eran un grupo de aproximadamente 12 pibes, cuando la policía llegó y les pidió que bajaran la música. Ante la orden, aseguran que bajaron el volumen pero que igualmente vino un móvil al que después se le sumaron otros dos.
“Llegaron y los increparon. Los maltrataron como siempre, les dijeron que se vayan, que iba a haber fuego y que eran unos negros”, detalló Ivana. Tras las amenazas, los policías se bajaron de las camionetas con escopetas y amagaron a disparar, mientras apuntaban a los chicos. “Y sin ningún tipo de piedad, hicieron el primer disparo y siguieron disparando con plomo”, agregó.
En total, los agentes dispararon 112 tiros. La bala que mató a Joaquín entró por su espalda. “Desde abajo hacia arriba”, precisó la entrevistada. El disparo fue tan cercano que el proyectil quedó en su pecho, sin orificio de salida.
A otro amigo le dispararon en un brazo, a la altura del corazón. Y según recordó al momento de declarar, se dio cuenta que le habían dado cuando notó que el brazo “se le movía solo”.
¿Cómo sigue el caso?
Hasta el momento, sólo Maikel López se encuentra detenido, mientras que el resto ya obtuvo la libertad tras el pago de una fianza de 200 mil pesos. La familia del joven víctima de gatillo fácil repudia la decisión judicial, porque considera que es un acto “de impunidad total”. “Lo hacen porque no saben lo que es Paso Viejo y lo que ha sido cruzarse con los homicidas”, señaló Ivana. Y en ese sentido, expresó que “cada vez que liberaban a uno de los policías, nosotros sentíamos que a Joaquín lo volvían a matar”.
Por otro lado, la mujer denunció el trato desigual que hay para ambas partes y lo asoció con una cuestión de clase. “En estos tres años entendimos que, si sos parte de la fuerza policial, el trato que te da el sistema judicial es distinto. Y hoy en el juicio se está notando en la forma en que maltratan a los jóvenes sobrevivientes”, sostuvo.
En tanto, agregó que la mayoría de los pibes que van a declarar son maltratados por miembros del tribunal que lleva adelante el juicio. Desde los abogados defensores, hasta el propio juez. “No tienen paciencia para hablarles a pibes que vienen del campo, que tuvieron que abandonar la escuela para juntar papas y cebollas, como hacía Joaquín”, dijo Ivana.