La crisis de Garbarino suma alrededor de 3.800 trabajadores despedides de las 200 sucursales distribuídas en todo el país. De elles 1.800 fueron despedides de las sedes de la provincia de Buenos Aires, mientras que el resto de los puestos fueron del interior del país.
Sin embargo, la situación en la empresa de electrodomésticos no es nueva, ya que desde 2021 que trabajadores despedidos reclaman que les otorguen los montos adeudados, aunque todavía no han tenido respuesta.
Desde que el actual dueño de Garbarino, Carlos Rosales, comenzó a dirigir la compañía en 2021, el rumbo empezó a cambiar tanto para la compañía, que al poco tiempo tuvo que presentar la quiebra, como para les trabajadores que comenzaron a ser despedides por tandas.
“Entró con un plan de negocio diciendo que se iba a expandir a otros países, pero no pudo mantener ni las propias sucursales”, indicó Gabriel Yapura, representante de les trabajadores despedides de Garbarino, en diálogo con Nota al Pie.
En ese marco, a lo largo y ancho del país, todas las filiales comenzaron a afrontar problemáticas como la falta de pago, de luz, de mercaderías y de personal. Tal es así que en la actualidad sólo cuatro sucursales se mantienen en pie, aunque les trabajadores denuncian que no entienden por qué están abiertas.
“Se está financiando con la plata de los trabajadores despedidos porque cada vez está quedando menos capital para el día de mañana, es un callejón sin salida”, denunció Yapura.
Ante esta situación, el próximo miércoles 24 de mayo les trabajadores despedides de Garbarino se presentarán en una reunión en el marco de la causa judicial por la quiebra, donde conocerán nuevos detalles y determinarán nuevas medidas.
Los pagos en deuda
El “pronto pago” es un adelanto que reciben les trabajadores despedides de la empresa por la deuda de 9 meses que exigen. En ese marco, los depósitos del mes de mayo, según el representante de despedides, no alcanzan los 520 mil pesos.
“Si lo distribuimos alrededor de 3.231 compañeros que están en órbita del juzgador, se prorratea y uno va a cobrar 20 pesos, otros 100, 200 o 500 pesos, dependiendo de la antigüedad”, explicó Yapura al respecto. Y, a su vez, agregó: “Otros obviamente no van a recibir nada, ni un centavo”.
Sobre la situación de les trabajadores despedides, el representante del grupo indicó: “Los compañeros de Chubut, Tucumán, Formosa y Santa Fe la están pasando realmente mal porque son compañeros que tienen mucha antigüedad en Garbarino, más de 20 o 25 años (y) no pueden reinsertarse en forma laboral”.
En tanto, sobre les mismes aseguró que “están haciendo changas para subsistir, porque lo que se deposita del “pronto pago” a veces es una lotería”.
No obstante, les trabajadores despedides también se encuentran esperando la liquidación final, cuyo dinero Garbarino nunca pagó. “Los compañeros están esperando eso porque es una forma de hacer un emprendimiento, la edad que tienen más los achaques mismos de la vida que han sufrido a través de tantos años de trabajo en la empresa hacen que tengan problemas de salud”, desarrolló al respecto el entrevistado.
Sucursales abiertas a costa de los sueldos
Para Yapura no hay dudas sobre la financiación de las cuatro sucursales que se mantienen en pie. Tal es así que sobre las mismas aseguró que “se están financiando con los despedidos”.
También precisó que la entidad “cada vez está vendiendo más”, aunque, según el entrevistado, “es mercadería de 2019 que trajeron de sucursales que fueron cerradas”.
Del mismo modo, indicó que “el personal activo está vendiendo desde febrero los sueldos”, que debería ser destinado para a les despedides y a elles mismes. Además, si bien el Sindicato de Empleados de Comercio, conducido por Armando Cavalieri, fue notificado al respecto y se posicionó en contra, no ha intervenido en la problemática.
Las empresas hermanas
Garbarino se divide en varias empresas tecnológicas dedicadas a la fabricación de electrodomésticos como Digital Fueguina y Tecno Sur. Estas últimas en la actualidad, en función de mantener la fuente de trabajo, se encuentran tomadas por el personal. “Están tomadas para preservar el capital que ellos ven, es lo único que pueden llegar a cobrar en el caso de quiebra”, indicó Yapura.
Estas dos empresas, que han estado declaradas en quiebra, todavía sostienen su plantel conformado por alrededor de 260 empleades desde hace más de dos años y medio. Si bien les trabajadores figuran en el ANSES y en la AFIP, no tienen ningún tipo de aporte, así como no reciben los depósitos de sueldo correspondientes a todos los meses.
Asimismo, Fiden, financiera de estas compañías y que responde al grupo Garbarino, recientemente quebró por alrededor de 8 o 9 millones de pesos. Sin embargo, en un período de pocos días, de manera express, logró conseguir la plata y levantarse.
Pequeñas victorias de les trabajadores
Semanas atrás, la empresa vendió cinco vehículos por un monto de 5 millones, pero, según contó Yapura, “nos opusimos porque veíamos que la tasación que tenían era realmente muy baja y vil para nosotros”, indicó. En respuesta, les despedides realizaron su propia tasación, que quedó fijada alrededor de 10 millones.
La justicia le dio el visto bueno a les trabajadores y pidió una nueva cotización, sin embargo, desde la empresa indicaron que la tasación tenía en cuenta la deuda de los impuestos, los cambios de cubiertas, como así también otros factores. Finalmente, el juez dictaminó que la venta de esos vehículos vaya directamente a les trabajadores. “Esa fue la primera victoria”, celebró Yapura.
En este contexto, el próximo 24 de mayo, les despedides pidieron una reunión con el juez de la causa, Alejandro de Alessandro, del juzgado N° 7, donde buscan plantear la situación grave que están pasando.
“Tenemos 11 compañeros que han fallecido en esta lucha que nosotros llevamos con Garbarino para que nos paguen”, indicó. Además, agregó: “Hoy (en) día un trabajador despedido con 20 años de antigüedad está cobrando 200, 300 pesos y hay compañeros que han cobrado 60 pesos con 20 centavos, esta es la situación tremenda que estamos atravesando”, concluyó.