La escritora Pilar Sordo regresa a Argentina luego de tres años, ofreciendo una serie de charlas sobre ¿Cómo ser feliz en tiempos difíciles?, destacada disertación que recibió el premio de la Fundación de la Felicidad de la Organización de las Naciones Unidas.
La afamada escritora y psicóloga chilena ofrecerá dichas charlas a partir del 16 de mayo en la ciudad de Paraná, Entre Ríos (Centro Provincial de Convenciones). Posteriormente estará en varias localidades de Santa Fe, presentándose el 17 se en Rafaela (Cine Belgrano); el 18 en Santa Fe capital (ATE Casa España) y el 19 en Rosario (Teatro Fundación Astengo).
Finalmente, estará el 20 en La Plata (Teatro Coliseo Podestá) y culminará su recorrido dialéctico el 21 de mayo en la ciudad de Buenos Aires (Teatro Ópera). La conferencia ¿Cómo ser felices en tiempos difíciles?, está basada en una investigación que realizó Sordo en época de la pandemia, cuyos resultados formarán parte de su próximo libro, que saldrá a la venta en octubre del 2023.
¿Cómo lograr ser felices?
Teniendo como punto de partida a la pregunta que surge como motivadora de dicha charla, Nota Al Pie dialogó con Pilar Sordo, quien además de ofrecer estas charlas, es autora de libros tales como: Un segundo de Coraje, La libertad de ser quien soy, Educar para sentir y No quiero envejecer, entre otros.
En varias entrevistas manifestaste que aprendiste a vivir de una manera pausada. ¿El mundo en el que vivimos, tan aprisa, dificulta que seamos felices?
Aprendí a vivir de esa manera, con mucha más lentitud para algunas cosas, sobre todo en el procesamiento de mis pensamientos. Pero sí, me permite tomar más contacto con el presente: mirar, oler, sentir cosas que la rapidez no te deja.
¿Se puede asociar la felicidad con la alegría?
Es un error hacerlo. Es otro de los engaños del marketing que se ha hecho con respecto al concepto de la felicidad, que une o amarra con el consumo, el placer, y no con el sentido de trascendencia más profundo.
¿Por qué dices en tus charlas que ser felices es de valientes?
Reitero que ser felices es para valientes, porque hay que tener coraje. Trabajar por la paz no es fácil y requiere tomar decisiones. A veces esas decisiones implican dejar cosas, personas, situaciones, trabajos o lugares para escucharse uno internamente.
¿Cuál será tu manera de interactuar durante las charlas que ofrecerás en las diversas ciudades de la Argentina?
Uso la misma estructura que utilicé siempre. Cuento la investigación que hice para abordar este tema de la felicidad y al final me encuentro con la gente a la salida del teatro. La charla tiene humor, anécdotas y mucho contenido.
Espero que la gente vaya con lápiz y papel o su celular, para que se lleven la información a su casa, puedan compartirla, trabajarla y desarrollarla.
Durante la pandemia viviste muchos momentos difíciles. ¿Qué aprendiste de aquella etapa?.¿Fue difícil atravesarla?
Sí, viví rompimiento de vínculos, hubo enfermedad. Llevo veinticinco años acompañando a gente a morir y acompañé demasiadas muertes al mismo tiempo. Por eso también me enfermé, pero siento que fue una oportunidad para preguntarme: ¿qué era lo que yo tenía que aprender para cuidarme en serio?.
Reflexioné respecto a que si doy un discurso para que la gente cuidara de sus emociones, su amor propio, lo pudiera empezar a vivir yo. No estoy diciendo que lo tenga resuelto, pero por lo menos, lo trabajo desde una conciencia mucho mayor.
Para muchas personas la felicidad es sentir paz…
La felicidad es un logro de ser agradecido, cuando uno se conecta con la paz. Lo hace con el presente, con el trabajo consciente de las decisiones que tenemos que tomar en el día. Eso nos conecta con la gratitud y logramos darnos cuenta de lo que tenemos y no en lo que nos falta.
¿Cómo se puede inculcar a les niños el ser felices?
La mejor manera, es teniendo adultos que lo sean. Los niños se quedan con lo que ven y no con lo que uno dice. Entonces el cómo me ven trabajar en mi paz, en tomar decisiones, es lo que les va a generar el testimonio para vencer todo el consumismo, la rapidez y la inercia del sistema.
¿Cómo te sentís que te cataloguen como una de las mujeres más influyentes positivamente en el comportamiento humano?
Eso me da pudor, alegría, y gratitud, porque me gusta que valoren mi trabajo. Son treinta y cinco años en los que me esforcé muchísimo y eso requiere la responsabilidad de dar lo mejor de mí, sin centrarme mucho en el elogio.