Tras varios días de negociación, la Organización de Naciones Unidas (ONU) acordó la creación del primer tratado internacional de protección de la altamar. En este sentido, la coordinadora de la campaña de Océanos de Greenpeace, Luisina Vueso, dialogó con Nota al Pie sobre la importancia de este acuerdo y afirmó que es “una gran victoria en términos de conservación y multilateralismo”.
Después de 15 años de disputas, el pasado sábado a últimas horas de la noche los gobiernos reunidos en las Naciones Unidas en Nueva York llegaron a un acuerdo sobre cuestiones claves que protegerán la vida marina y más de la mitad del planeta.
El acuerdo busca garantizar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en las áreas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales.
“Las negociaciones formales comenzaron en 2018”, relató Vueso. Al respecto, detalló que “originalmente iban a ser cuatro reuniones intergubernamentales que por la pandemia se extendieron y terminaron siendo seis”.
En 2004 las Naciones Unidas crearon un grupo para discutir la protección de los océanos. Sin embargo, recién 11 años después adoptaron una resolución para el desarrollo de un tratado oceánico vinculante y, recién en 2018, convocaron la primera Sesión de la Conferencia Intergubernamental (IGC).
“Fueron 20 años de trabajo de muchas organizaciones no gubernamentales que impulsaron que se regulara y que tuviéramos una herramienta para poder proteger aguas internacionales”, afirmó Vueso.
¿Qué es Alta mar?
Alta mar se forma por las áreas del océano que se encuentran más allá de las aguas nacionales de los países, es el hábitat más grande de la Tierra y el hogar de millones de especies. Sin embargo, poco más del 1% estaba protegida. El nuevo tratado proporcionará un camino para establecer el amparo de áreas marinas en estas aguas.
Surge donde finalizan las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de los Estados, a un máximo de 370 km de la costa, por lo que no se encuentra bajo jurisdicción de ningún país.
Además, es un instrumento clave para ayudar a cumplir el objetivo recientemente acordado en diciembre en el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, que busca al menos un 30% de protección de los océanos del mundo para 2030, cifra necesaria según los científicos para garantizar un océano saludable.
La importancia de proteger el océano
El Tratado Global de los Océanos tendrá como objetivo proteger la vida silvestre de los mares y crear mejores prácticas alrededor de la exploración y explotación de los recursos genéticos.
“Esto último fue un punto que trabó bastante la negociación porque se hablaba de algo hipotético”, afirmó Vueso. “Necesitábamos poder tener un acuerdo y una regulación sobre cómo vamos a tratar el tema cuando por ejemplo haya un descubrimiento en el medio del mar”, sostuvo.
Respecto al tratado, la coordinadora de la ONG señaló que aún no fue firmado ni ratificado por los países. “Lo que se acordó ahora fue un texto”, sostuvo. El mismo pasará por un proceso de edición técnica y traducción, antes de ser adoptado oficialmente en otra sesión.
En relación a los tiempos del resultado señaló que se tardó mucho porque “hay intereses cruzados de carácter comercial y científico. Además, los procesos democráticos dentro de Naciones Unidas son muy complejos”.
“Antes de abordar nuevas actividades había que acordar un poco como se iba a tratar eso cuando, por ejemplo, hubiese descubrimientos de material genético necesario para hacer vacunas. Como también hay intereses comerciales atravesados, había que regularlos, por eso fueron tan complejas las negociaciones”, explicó.
Si bien el texto constituye un punto de partida importante, Vueso invitó a no quedarse de brazos cruzados.
“Hay que empezar a trabajar en las propuestas de áreas marinas protegidas para poder implementarlas cuanto antes. Es realmente urgente proteger el 30% de los océanos para el año 2030, que es lo que los países se comprometieron en la sede de Montreal en diciembre y también es lo que el mundo necesita”, concluyó.