La Influenza Aviar (IA) es una enfermedad altamente contagiosa de las aves producida por el virus de Influenza aviar tipo A. Comúnmente infecta solamente a las aves pero, en algunas ocasiones, también puede infectar a otros animales como el cerdo y más raramente al hombre.
Luego de ser un país libre de la enfermedad, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) confirmó casos tanto en aves silvestres como en aves de producción, lo que llevó a frenar las exportaciones avícolas.
Para poder comprender cómo es el virus de la influenza aviar y por qué se producen las mutaciones que provocan que afecte a otras especies como el ser humano, Nota al Pie se comunicó con el Dr. Marcelo Pecoraro, veterinario y Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata.
El virus por dentro
Los virus de influenza poseen un genoma ARN segmentado, que codifica para 10 proteínas virales. Está rodeado por una especie de cápsula que tiene “espículas” en su superficie, es decir, proteínas. Estos virus se dividen en los tipos A, B, C y D, y las personas pueden ser afectadas por los tipos A, B o C.
“Las infecciones por el virus de la influenza C generalmente causan enfermedades leves y no se cree que causen epidemias humanas”, comenzó explicando el Dr. Pecoraro. Los animales son afectados principalmente por los tipos A, C y D, siendo las especies domésticas comúnmente afectadas aves de corral, porcinos, equinos y bovinos.
A su vez, cada tipo puede diferenciarse en subtipos. En el caso del Tipo A, existen muchos subtipos que se diferencian entre sí por las proteínas en forma de espícula presentes en la superficie del virus. Se llaman Hemaglutinina (H) y Neuraminidasa (N). Por ejemplo, en la Gripe porcina que fue pandemia en 2009, el subtipo era H1N1.
¿Cómo y por qué varían los virus de Influenza?
El Dr. Pecoraro señaló que los virus de influenza pueden sufrir 2 tipos de mutaciones, la “deriva antigénica” y el “cambio antigénico mayor”. En el primer caso, se produce una mutación puntual en algún gen del virus. Esto se debe a que la enzima que copia el genoma lo hace con errores, causando que las proteínas H y N, las de superficie, acumulen mutaciones.
Por eso, un individuo que es inmune a la cepa original puede no ser inmune a la cepa nueva o cepa derivada. Esto puede dar lugar a brotes estacionales y epizootias/epidemias limitadas. Un ejemplo de este suceso es la gripe estacional del humano.
Por otro lado, en el “cambio antigénico mayor”, se produce una “reasociación de un segmento genómico completo”. En el caso de la influenza A en humanos, esporádicamente el virus tiene una H y/o N aparentemente «nueva».
“¿De dónde viene la ‘nueva’ H y/o N? Todos los tipos H y N circulan en patos y en otros animales. Los cerdos se pueden co-infectar simultáneamente con virus humanos y animales y que, en alguno de esos eventos, los genes de virus humanos son reemplazados por genes de virus animales, incluidos los genes de HA y / o NA”, detalló el Dr. Pecoraro.
“Si este nuevo virus reasociado puede infectar a los humanos, al existir poca inmunidad poblacional, el virus se disemina rápidamente y genera una pandemia. Un ejemplo fue la pandemia de gripe ‘del cerdo’ de 2009”, agregó.
La enfermedad en las aves
La mayoría de las especies de aves domésticas y salvajes parecen ser susceptibles a IA. “La población de aves silvestres migratorias, como ser aves acuáticas salvajes, incluyendo gansos, patos, cisnes, aves de la costa y el mar, constituyen el reservorio de los virus de IA. A través del mundo “transportan” el virus, pero los signos clínicos de la enfermedad son moderados o no evidentes”. De esta forma, “actúan como reservorio llevando el virus en el tracto intestinal y eliminándolo en su ruta a través de la materia fecal”.
En las aves de granja esto es un tanto diferente. “La influenza que infecta aves de granja puede ser dividida en dos grupos en base a su habilidad de causar enfermedad en pollos”, diferenció el Dr. Pecoraro. La forma leve de enfermedad agrupa a virus de “baja patogenicidad”. Las cepas de alta virulencia son llamadas cepas de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP), en las cuales la mortalidad puede ser de hasta el 100%. Este tipo de cepa ha sido restringida a los subtipos H5, H7 y H9.
La transmisión se produce a través de las heces y secreciones respiratorias de aves infectadas. También de forma indirecta por polvo, agua, ropa, calzado, equipo o vehículos contaminados. Las aves de corral infectadas con subtipos de baja patogenicidad manifiestan signos clínicos leves o incluso la infección puede pasar desapercibida.
Por el contrario los subtipos de alta patogenicidad producen cuadros severos llegando a matar el 100% de los animales. Los síntomas de la IAAP son variados, puede haber depresión, disminución del consumo y de la postura de huevos, hasta diarrea sanguinolenta y edema.
Recomendaciones para la población
Los virus de la gripe aviar normalmente no infectan a los seres humanos. “La mayoría de las infecciones por gripe aviar han ocurrido luego de un contacto cercano, prolongado y sin protección con aves infectadas, vivas o muertas, o superficies contaminadas”, señaló el veterinario. Hasta el momento, no hay evidencia de que se pueda transmitir entre personas, pero como estos virus mutan se deben tomar medidas de precaución.
En primer lugar hay que evitar el contacto con aves enfermas o muertas. Tampoco se tienen que tocar superficies que podrían estar contaminadas con saliva, mucosa o heces de aves silvestres o de corral. Cualquier persona que encuentre un ave silvestre o doméstica enferma, muerta o con sospecha, deberá ponerse en contacto con las autoridades del SENASA inmediatamente. Además, solicitan no sacrificar y/o consumir aves que muestren signos de enfermedad o que han muerto inesperadamente.
“Las investigaciones realizadas confirman que el virus sólo se transmite por vía respiratoria, pero no a través de la ingesta de un animal infectado”, aclaró el veterinario. Por eso, comer carne de pollo no puede transmitir la enfermedad. Además, “no sobrevive a altas temperaturas, con lo que se destruye cocinando la carne de las aves”.
Acciones para prevenir su diseminación
Hasta este año, la Argentina y el Cono Sur, exceptuando el caso de Chile en 2002, eran libres de la enfermedad. “Luego de los brotes en Perú, y merced a la migración de aves acuáticas portadoras por el corredor migratorio del Pacifico, otros países se vieron afectados”, explicó el Dr. Pecoraro.
Una vez detectada la enfermedad en el país, es necesario tomar medidas para limitar la diseminación entre las granjas. Según mencionó, las recomendaciones para la contención de focos incluyen desde determinar una zona de foco y de vigilancia hasta el sacrificio sanitario obligatorio para la erradicación. También los cadáveres deben ser enterrados o incinerados y les productores ser compensados económicamente.