A principios de febrero, un terremoto sacudió parte de Turquía y Siria y hasta el momento las muertes registradas superan las 50 mil. Con una magnitud de 7,8 en la escala de Richter, el sismo tuvo lugar en la región fronteriza y ya provocó más de 10 mil réplicas. Según especialistas, se trata del temblor más mortífero para ambos países y uno de los más catastróficos de todo el mundo en los últimos 25 años.
Con respecto a las pérdidas materiales, desde el Banco Mundial (BM) estiman que en Turquía ya superan los 34 mil millones de dólares y los costos para la reconstrucción podrían ser el doble. Sin embargo, advirtieron que las réplicas amenazan con aumentar los daños y que las valoraciones sobre su impacto aún están en curso. Además, el organismo instó a profundizar en políticas de infraestructura pública y privada.
Tras conocerse la tragedia, numerosos países ofrecieron ayuda humanitaria para los territorios afectados. Entre ellos, se encuentra la Argentina que, a través de la Cancillería y el Ministerio de Seguridad de la Nación, enviaron una brigada de rescatistas.
En este sentido, Nota al Pie dialogó con Gerardo Gómez, bombero y sargento primero de la Policía Federal Argentina (PFA) y miembro del equipo que partió hacia Turquía el pasado 9 de febrero. Gómez, además, es el guía de Indio, uno de los dos perros de rescate enviados por nuestro país.
El viaje a Turquía
Luego de la alerta recibida el martes 7 de febrero, a través de un comunicado de prensa emitido dos días después, la Cancillería Argentina anunció la puesta a disposición de la brigada USAR (Urban Search and Rescue – Búsqueda y Rescate Urbano) para Turquía. El equipo despegó ese mismo jueves 9 por la noche con el objetivo de trabajar durante diez días en Hatay, uno de los puntos más afectados por el terremoto.
Según el informe del organismo nacional, a la zona afectada viajaron 28 efectivos altamente calificados miembros de la Policía Federal Argentina y de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria – Cascos Blancos (ACIAH). Junto con el personal, también fueron dos canes de rescate: Indio y Akira.
Indio es el perro de Gerardo Gómez. Ambos viven en la ciudad de Salto (provincia de Buenos Aires) y también trabajan para la brigada. Desde la creación de la Escuela de Canes en 2016, el border collie fue entrenado en la especialidad “Perros de búsqueda y rescate de personas atrapadas bajo escombros”.
El viaje que realizaron juntos es el primero de tal magnitud. Incluso, es el primero de toda la USAR argentina que fue acreditado hace apenas un año y medio. “No esperábamos ver lo que vimos allá, para nosotros fue algo monstruoso”, dijo Gómez respecto a esta experiencia que tuvo la brigada.
Acerca de las preocupaciones en relación a posibles réplicas del sismo, el bombero mencionó que hubo aproximadamente cuatro por día aunque fueron leves y “por suerte” no sucedieron al momento del trabajo.
“Siempre fuimos con actitud y con garra para poder ayudar”
Gerardo Gómez contó que a la región afectada arribaron más 150 brigadas USAR de todo el mundo, abocadas a trabajar en cada una de las aéreas que les eran asignadas por el gobierno turco. El equipo argentino fue enviado a la localidad de Antioquía, provincia de Hatay, para realizar trabajos de remoción de escombros, apoyo humanitario, colaborar en la extracción de víctimas fatales y el rescate de personas.
A diez días de la catástrofe, la USAR argentina protagonizó lo que varias personas denominaron “un milagro”. Luego de remover decenas de cuerpos que eran entregados para su sepultura, la brigada nacional logró rescatar a tres sobrevivientes de la tragedia. Ubicadas en pequeños espacios entre los escombros, las personas eran integrantes de una misma familia. Se trataba de una madre con sus dos hijes: un adolescente y una niña.
“La Argentina comparte su orgullo y su emoción por esta noticia que, en medio de una enorme tragedia, permite abrazar la vida, la solidaridad y la esperanza”, expresó el aviso emitido por Cancillería.
“Fue algo que no esperábamos y para nosotros fue algo muy enriquecedor, a pesar de la desgracia”, señaló el bombero con respecto a la experiencia. En ese sentido, sostuvo también que, a pesar del contexto desolador, “siempre fuimos con actitud y con garra para poder ayudar”.
El reconocimiento
La brigada argentina emprendió el regreso al país luego de que el Gobierno de Turquía concluyera las operaciones de rescate y definiera mantener solamente los dispositivos en las dos provincias más afectadas.
Tras siete días de trabajo, correspondiente al límite que tiene cada brigada respecto a su tamaño explicó Gómez, la USAR local finalmente arribó a la Argentina el 22 de febrero.
Dos días después, el equipo recibió un reconocimiento por su labor durante un acto desarrollado en el Departamento Central de la PFA. Allí estuvieron presentes el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández y el embajador de Turquía en Argentina, Süleyman Ömür Budak, entre otras autoridades.
Al respecto de los trabajos y en nombre del país afectado, Budak agradeció a cada rescatista a quienes consideró “unos verdaderos héroes”. En ese sentido, expresó que “su servicio recuerda la importancia de la solidaridad y su acción humana es un ejemplo para todos”. “Argentina siempre tendrá un lugar especial en nuestros corazones por haber acudido en nuestra ayuda”, concluyó el embajador.