Los globos provenientes de China que aparecieron en cielo estadounidense, siendo derribados por fuerzas de seguridad la semana pasada, fueron la gran “insólita” noticia internacional. Sin embargo, a pesar de las especulaciones de si cumplían una función de espionaje o algo similar, el presidente Joe Biden aclaró de qué se trataba.
De acuerdo con los datos de inteligencia, se estima que los globos derribados en las últimas semanas pertenecían “probablemente” a empresas privadas o instituciones recreativas, y no a espionaje como se atribuyó en un principio. En este sentido, Biden aseguró que quiere hablar con su par chino, Xi Jinping.
“Probablemente eran globos vinculados a empresas privadas, instituciones recreativas o de investigación”, dijo el mandatario sobre los cuatro artefactos detectados sobre el espacio aéreo de Estados Unidos y destruidos por aviones militares por “precaución”.
Además, aseguró: «No queremos una nueva guerra fría, seguiremos hablando con China”. En esa línea, expresó: “Espero hablar con el presidente Xi y llegar al fondo de esto, pero no me disculpo por haber hecho derribar el globo”.
El presidente se mostró preocupado por los objetos voladores no identificados que puedan aparecer. Es por ello que pidió a les funcionaries que actualicen las normas que regulan la posesión y el lanzamiento de los mismos.
“Estos pasos conducirán a cielos más seguros para nuestros viajeros aéreos, nuestro Ejército, nuestros científicos y también para las personas en tierra”, señaló. Luego de ese primer incidente se derribaron otros tres objetos, pero Washington no logró identificar su procedencia.
Desde China hubo respuesta: si bien admitieron que el artefacto provenía de Beijing, aseguraron que se trataba tan sólo de un dispositivo meteorológico. Además, acusaron a la Casa Blanca de sobredimensionar los hechos y hacer uso innecesario de las fuerzas armadas.
Cronología del derribo
El sábado 4 de febrero cerca del mediodía argentino, aviones de caza del Departamento de Defensa de Estado Unidos derribaron el globo acusado de espionaje que se encontraba sobre el océano Atlántico, cerca de Carolina del Sur.
“Lo derribaron con éxito, y quiero felicitar a los aviadores que lo hicieron” había declarado Biden por esos días. Por supuesto, antes de que se supiera que no tenían nada que ver con las actividades de espionaje.
El globo salió desde la isla china de Hainan, donde ya era seguido por Estados Unidos. Luego, el sábado 28 de enero ingresó al espacio aéreo estadounidense por el norte y atravesó Alaska.
El miércoles 1ro de febrero fue visto sobre Montana, donde hay instalaciones de lanzamiento del misil nuclear. El 3 de febrero sobrevoló cerca del estado de St. Louis para ser derribado al día siguiente cerca de la costa de las Carolinas.
Para Estados Unidos, el detonante fue que sobrevolara espacios militares el 1 de febrero por constituir una “violación de la soberanía” y aseguraban que lo hiciera por Montana no fue accidental. Sin embargo, al parecer sí lo fue y no se trataba de ningún globo espía.
John Kirby, vocero del Consejo de Seguridad Nacional, aseguró que no tenían ningún indicio respecto a que los últimos tres globos derribados fueran chinos o tuvieran propósitos de espiar.
“Por ahora, y estoy avisando que es solo por ahora, no hemos visto indicios o nada que apunte a la posibilidad específica de que estos tres objetos sean parte del programa de espionaje de la República Popular China, o que hayan estado implicados en algún tipo de recolección de inteligencia”, indicó.
No obstante, aseguró que China lleva adelante un “programa deliberado y bien financiado” para espiar con globos a varios países.