Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente brasileño, asistió este martes al velorio de Edson Arantes do Nascimiento, más conocido como Pelé, que tuvo lugar en Santos.
El estadio del equipo de “O Rei” fue el epicentro de la despedida que comenzó el pasado lunes 2 a las 10 y finalizó este martes en el mismo horario. Así, el presidente de Brasil también pudo despedirse.
En el centro de Vila Belmiro, la cancha del Peixe, se instaló una capilla ardiente alrededor del cuerpo de Pelé. A su lado, se encontraba la familia y el sacerdote a cargo de la ceremonia. Hasta allí se dirigió el presidente, quien había confirmado su asistencia a través de un comunicado emitido por el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo.
De esta manera, Lula llegó al homenaje cerca de las 9 (hora de Brasil) y permaneció hasta el cierre del velatorio, que contó con la asistencia de más de 150.000 personas. Su presencia duró aproximadamente una hora y asistió junto a su esposa, Rosângela da Silva. En un importante operativo de seguridad, el presidente abordó en un helicóptero que descendió en Baixada Santista, muy cerca del estadio de Santos. Tras pisar el césped, se acercó al féretro.
En las horas previas, el mandatario envió una gran corona con el lema: “Sincero homenaje a un grande brasileño, Pelé”. Las rosas amarillas y blancas, los lirios y los girasoles fueron las flores que resaltaron en el presente realizado por Lula.
La palabra de Lula
El presidente asistió al funeral luego de dar cierre a una larga agenda por su reciente asunción y la reunión con diversos mandatarios de la región. Allí, además de despedirse de Pelé, saludó a su viuda, Marcia Aoki y permaneció junto a Javier Mateo Arana, el cura a cargo de la ceremonia.
“La muerte llega para todo el mundo, para los reyes también”, afirmó el presidente en su primer mensaje en el homenaje al astro brasileño. El mandatario ya había dedicado sentidas palabras hacia Pelé tras la confirmación de su muerte el pasado 29 de diciembre. “Pocos brasileños llevaron el nombre de nuestro país tan lejos como él”, ratificó.
Así concluyó la asistencia de Lula, su esposa y la comitiva que lo acompañaba para despedir al máximo ídolo del fútbol brasileño. El fallecimiento del 10 golpeó al mundo entero tras confirmarse su partida por diversas complicaciones asociadas al cáncer de colon que padecía desde 2019.
El último adiós a Pelé
El pueblo brasileño inundó las calles de la ciudad de Santos para acercarse al Vila Belmiro para despedir al tres veces campeón del mundo. Tras el homenaje público, el cuerpo del astro brasileño será enterrado en el Cementerio Memorial de la Necrópolis Ecuménica. Esta última ceremonia será íntima.
Por esta razón, miles de fanáticos decidieron despedirse de Pelé en el campo de juego y se agolparon para rendirle culto a “O Rei”. Largas filas de más de dos kilómetros de distancia, y hasta tres horas de espera, para acompañar al 10 de Brasil. De hecho, el velorio duró 24 horas.
Además de la presencia de su esposa y sus hijes, Edinho, Flavia y Kely, también asistió Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Asimismo, Neymar, futbolista e ídolo del Peixe, envió a su padre al no poder asistir por compromisos con su equipo, el Paris Saint Germain.
Por último, el féretro recorrió las calles de Santos y atravesó la ciudad de la madre de Pelé, que hoy tiene 100 años. Luego, se dirigió hasta el cementerio donde permanecerá su cuerpo.