Esta vez no fueron ni Alberto Fernandez ni el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié. Egipto es sede de la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP 27); y por Argentina acudió Cecilia Nicolini, secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación para abordar la temática del medio ambiente.
El año pasado, el presidente de Argentina asistió a la COP 26 en Glasgow. Pero ahora el evento no formó parte de su agenda. ¿Será por su viaje a París y luego al G20 en Bali, Indonesia? Sea cual sea la razón, la ausencia de Fernández (y de otros jefes de Estado latinoamericanos), impidió la difusión masiva de la Conferencia en estas tierras.
Más allá de eso, la COP 27 es importante ya que los países participantes se comprometen a realizar acciones concretas por el cuidado del medio ambiente. En ese marco, Nicolini y su delegación asistieron a diferentes reuniones, paneles y charlas.
Entre ellas, dos presentaciones importantes. Una fue ayer, cuando compartieron el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación; y la estrategia para la carbono neutralidad al 2050.
La otra ocurrió el pasado jueves. Argentina tiene el cargo de presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En ese rol, y junto a representantes de otros 9 países, la delegación nacional presentó la Declaración conjunta de autoridades de cambio climático de este organismo.
¿Qué pasa con el clima en Argentina?
Hagamos memoria a enero de 2022 cuando el año arrancó con mucho, mucho calor. «Esta fue una de las olas de calor más extremas debido a su extensión (72% del territorio nacional)» y duración (hasta 14 días) en los que «24 localidades batieron récords históricos de temperaturas extremas». Así lo afirmó el informe «El Clima en Argentina 2022», que presentó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en la COP 27.
Los siguientes meses también se vivieron con intensidad. Según el escrito, el calor dio paso a temperaturas frías igual de consistentes. Durante otoño e invierno se registraron «eventos de olas de frío intensas entre mayo y julio que afectaron parte del centro y el sur del país».
Pero lo más preocupante fueron las sequías. La ausencia de lluvias afectó al campo y predispuso al terreno a grandes incendios. El informe del SMN aseguró que el 2022 se posiciona en el puesto 18 de los años más secos desde 1961. Y también, reportó el segundo junio más seco desde ese año.
Para estos datos, el reporte esbozó como razón el fenómeno del Niño-Oscilación del Sur (ENOS); que se caracteriza por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial.
A su vez, el SMN relevó que los registros de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, mostraron un incremento constante en el transcurso de los años. ¿Cómo afectará el cambio climático a estos procesos?
Argentina y el medio ambiente: tierra de contradicciones
El cuidado del medio ambiente es urgente si no se quiere vivir en un mundo donde la contaminación ya no tenga retorno. En mayo de este año, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) vaticinó que hay un 50% de probabilidades de que la temperatura media anual del planeta supere en 1,5 °C los niveles preindustriales. Por lo menos transitoriamente.
Por eso son tan importantes los acuerdos que se logren en la COP 27. Argentina presentó el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación y la estrategia para la carbono neutralidad al 2050.
El Plan sintetiza las políticas del país para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Tiene una meta de mitigación (no exceder la emisión neta de 349 MtCO2e para 2030) y otra de adaptación (disminuir la vulnerabilidad frente al cambio climático).
Sin embargo, la presentación de la propuesta tuvo críticas. Por un lado, que la reunión no admitió a periodistas y se hizo a puertas cerradas. También, que durante muchos días, la estrategia completa no se podía analizar desde la web institucional del ministerio de Ambiente.
Más allá de esas cuestiones formales, Argentina presenta una serie de contradicciones en lo que refiere al cuidado del medio ambiente. Un tira y afloje entre lo que desean los sectores económicos poderosos (muchas veces alejados de la lucha contra el cambio climático) y lo que exige la comunidad mundial post Acuerdo de París.
Un emblema de esa pelea es la Ley de Humedales. Tras una larga espera, su debate legislativo se pospuso una y otra vez. Por primera vez en casi diez años, el proyecto de ley obtuvo ayer dictamen del plenario de comisiones de Diputados. Otra contradicción es el impulso del gobierno a Vaca Muerta, y a la exploración de hidrocarburos off-shore cerca de las costas de Mar del Plata.
El año pasado en la COP 26, Alberto Fernández propuso la idea de canjear deuda externa por acción ambiental. Esta vez, Cecilia Nicolini aseguró en sus redes sociales que a la COP 27 fueron a buscar financiamiento de las naciones ricas del norte para luchar contra el cambio climático.
¿Serán palabras vanas o realmente se instalará una agenda verde que dure con el transcurso de los años? ¿Qué pasará en el 2023, con las elecciones presidenciales y el discurso de la derecha que lejos está de pensar en el cuidado del medio ambiente? Todas esas cuestiones están por verse. Lo que sí se sabe es que el cambio climático llegó para quedarse.