La Ley de Humedales, tan necesaria para proteger las reservas de agua, sigue esperando que les diputados se sienten a legislar. Sin embargo, no queda mucho tiempo: el 20 de noviembre es la fecha límite para emitir dictamen en el período de sesiones ordinarias. El plenario de comisiones había sido convocado para el jueves 3, pero faltaron les representantes de las provincias del norte y les diputades de Juntos por el Cambio.
No es la primera vez que el debate se posterga, se viene dilatando desde septiembre; pero en realidad, espera desde hace más de 10 años. En un principio la excusa de los jefes de bloques era darles tiempo a los gobernadores del Norte Grande para que tengan una mayor participación. No obstante, ningún representante asistió a este nuevo plenario de las comisiones de Recursos Naturales, Agricultura y Presupuesto.
Además, el presidente de la comisión de Agricultura, Ricardo Buryaile, no convocó a su comisión porque considera que se ha cumplido el tiempo de espera del cuarto intermedio, por lo que se debería volver a llamar a una nueva citación. El miércoles, un día antes del plenario, les jefes de bloque del PRO, la UCR y la Coalición Cívica denunciaron una irregularidad en la convocatoria. Esta se debe a la pretensión de realizarla en día y horario distinto a lo pautado en el cuarto intermedio.
Al finalizar las exposiciones de les presentes, Leonardo Grosso, autor del proyecto de ley, anunció que el próximo jueves 10 de noviembre volverán a convocar a un plenario de comisiones para obtener un dictamen y llevarlo al recinto. Paradójicamente, esto cuenta con el apoyo del oficialismo, siendo que la mayoría de les gobernadores que dilatan el debate son del mismo partido.
La historia de nunca acabar
El 22 de septiembre las tres comisiones estaban reunidas para debatir el proyecto de ley, pero se decidió realizar un cuarto intermedio para que les diputades conozcan mejor el tema. El 28 de septiembre, les gobernadores del Norte Grande emitieron un comunicado en el que cuestionaban el freno a las actividades productivas. Asimismo, el documento señalaba que los relevamientos eran potestad de las provincias, y no de Nación. Con el fin de que tuvieran mayor participación, el titular del bloque oficialista, Germán Martínez, presentó una nota que postergaba el debate.
El jueves 3 de noviembre era la fecha esperada para finalmente lograr un dictamen y así poder tratar la ley en el recinto. La Ley de Humedales se encontró con la sala de reuniones del segundo piso del Anexo C de Diputados a medio llenar. Faltaban la mayoría de los diputades de Juntos por el Cambio y les representantes de las provincias del norte del país, donde se ubican la mayoría de los humedales.
Sólo estuvieron presentes algunes intendentes de Santa Fe y Córdoba, así como les gobernantes de las zonas afectadas por los incendios. El resto o bien no respondió a la invitación, o alegó tener problemas de agenda a último momento, como fue el caso de La Rioja.
Grosso, el paladín de la Ley de Humedales
«Están ganando tiempo para llegar al 20 de noviembre. No solo los diputados de Juntos por el Cambio, sino también algunos gobiernos provinciales que no quieren que esta ley salga. Y hay que decirlo con todas las letras. ¿Y nosotros qué vamos a hacer? ¿Vamos a ser parte de la historia de dilación de la ley de Humedales en este Congreso?», expresó Grosso durante la reunión.
«Para subirse al tren de la alegría ambientalista están todos, pero cuando hay que resolver y poner la firma desaparecen», agregó enojado. Ante esta ausencia, el diputado nacional y presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente, convocó para el próximo jueves a una última instancia para que las provincias puedan expresarse.
Si bien hay más de 10 proyectos de ley de humedales, el presentado por Leonardo Grosso es el que más peso tiene. Cuenta con el apoyo de más de 500 organizaciones ambientales y también del ámbito científico. Pero les gobernadores sostienen que atenta contra el desarrollo productivo en los humedales.