El sector de las redes sociales y entretenimiento sufre una grave crisis. Es por esto que Meta, una empresa que cuenta con tres de las principales redes sociales, como son Facebook, Instagram y WhatsApp, anunciará miles de despidos este miércoles. Esta realidad empujó a otras compañías a tomar acciones similares.
El director ejecutivo es el controvertido Mark Zuckerberg, quien ha tenido muchos problemas legales, publicó decepcionantes resultados económicos y avisó que el personal no se iba a agrandar en 2023, además de reducirse ligeramente.
Meta cuenta con 87.000 empleades, y se esperan despidos en masa en todas las plataformas. Diversos problemas financieros y estratégicos de la empresa llevan al director a tomar estas medidas.
Otras empresas siguieron el mismo camino. De hecho, Twitter, recientemente comprada por el empresario multimillonario Elon Musk anunció despidos a gran escala. A esta también se sumaron Silicon Valley Stripe, Lyft y Amazon.
Todas estas plataformas basan su modelo de negocio en publicidad. Es por esto que Zuckerberg señaló: «Afrontamos un ambiente macroeconómico inestable, una competencia mayor, problemas de segmentación de anuncios y costos al alza por nuestras inversiones de largo plazo”.
Sumado a esto, les inversionistas han estado preocupades por la decisión de Zuckerberg de dedicar grandes fondos al desarrollo del metaverso, algo así como un universo paralelo al que habitamos y sería el futuro de internet.
Twitter: nuevo dueño y despidos
Elon Musk compró la red social del pajarito por la módica suma de 44.000 millones de dólares e inmediatamente tomó cartas en el asunto, transformándose en el jefe ejecutivo temporalmente.
Siguiendo con la misma línea que Meta, el empresario sudafricano ordenó recortar la mitad del personal, lo que también dejaría a miles de personas sin trabajo. Justificó la decisión esgrimiendo que no hay otra opción cuando la empresa está perdiendo “más de cuatro millones de dólares por día».
Musk tomó el toro por las astas y disolvió de inmediato el consejo de administración, echó al director general y a otros altos ejecutivos. Además, lanzó nuevos proyectos con objetivos a cumplir rápidamente. La idea del empresario es que se tome un ritmo de trabajo similar al de Tesla y se termine el home office.
Rápidamente, les trabajadores de Twitter respondieron: “El proceso de despidos en curso es una farsa y una vergüenza. Los esbirros de Tesla toman decisiones sobre personas de las que no saben nada. Es completamente absurdo”, escribió en su cuenta Taylor Leese, director de un equipo de ingenieros que asegura haber sido despedido.
Por otro lado, la informática Eli Schutze sostuvo: “Los despidos masivos no han comenzado, y sin embargo en Twitter todo el mundo ya perdió su trabajo. El trabajo que tenía descrito en su contrato, el trabajo que amaban, el trabajo con todos los colegas que aprendieron a conocer y a apreciar”. El dueño de Space X y Tesla defiende una visión de la libertad de expresión que no comulga con las reglas de moderación de contenidos de la plataforma, pero además, choca con la visión de varies trabajadores, usuaries y organizaciones no gubernamentales.