¿La verdad es tan buena como dicen? ¿Y la mentira tan mala? Estos son algunos de los interrogantes que plantea la producción teatral española Laponia. Escrita por Cristina Clemente y Marc Angelet a comienzos de 2019, conquistó al público de Barcelona.
Esta vez llega la adaptación a Buenos Aires con la dirección de Nelson Valente. El elenco está conformado por Laura Oliva; Jorge Suárez; Héctor Díaz y Paula Ransenberg.
El estreno se realizará el sábado 14 de mayo a las 22:15 h en el Teatro El Picadero, ubicado en Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Las siguientes funciones se llevarán a cabo los viernes y sábados en el horario mencionado, y los domingos a las 20.30 h. Las localidades tienen un valor de $2.500 y se pueden comprar en la boletería del teatro o por medio de Plateanet.
Nota al Pie dialogó con el director de la obra, Nelson Valente, quien contó su experiencia a cargo de esta versión de Laponia.
¿Creer o no creer?
La comedia toma el nombre de Laponia, un pueblo finlandés en Europa del Norte donde las Navidades se viven en su mayor esplendor. La historia muestra a Mónica, Germán y a su hijo de cinco años, Martín. La familia viaja a Finlandia para pasar Navidad con Ana, hermana de Mónica. Allí, está su pareja Olavi y su hija Aina de cuatro años.
Cuando las cuatro personas se reúnen para celebrar, la tensión y las cuentas pendientes salen a la luz. El hilo central es el debate de si se debe criar a les hijes fomentando la existencia de la magia y de Papá Noel o si es preferible dejar la imaginación a un lado para evitar que vivan una mentira. Laponia asegura risas y mucho humor para ver la vida desde otra coyuntura.
Las dos parejas contraponen sus creencias. Debaten sobre la verdad y la mentira, las tradiciones y los valores familiares. De manera inevitable, salen a la luz secretos del pasado que nadie quería desenterrar.
El hacedor con años de experiencia
Nelson Valente, docente y dramaturgo, con su amplia trayectoria, se da el lujo de tener varias obras al mismo tiempo en cartel en Buenos Aires. En 2021 tuvo Díganlo con mímica; Solo llame para decirte que te amo; Jauría y El loco y la camisa.
En 2022, sumó Los Perros y Laponia, todas ellas en el Teatro Picadero. El recinto cumple diez años de aniversario y ofrece un sinnúmero de propuestas para los espectadores.
¿Cómo te sentís a poco días del estreno?
Muchos nervios con los preparativos, puesta de luces, de escenario, estamos viendo detalles de todo. Contamos con un elenco de lujo que hace cómodo y lindo el trabajo de manera enriquecedora, así se fue armando paulatinamente la obra.
¿Qué te llamó la atención de Laponia?
Este material español me interesó apenas lo leí, muestra muchas cosas que hablo en mis obras de cómo se puede decir o no la verdad, también un planteo desde qué lugar le damos a la magia e ilusiones en nuestras vidas.
¿Laponia pone en discusión la educación de les hijes respecto a la existencia de Papá Noel?
La obra habla de educar a los niños pensando en que existe un mundo mágico y utiliza a Papá Noel como un disparador divertido.
¿Crees que al público le hace falta vivir una dosis de magia e ilusión?
Sí, porque en esta época vivimos con muy poco de eso, está buenísimo el mensaje de la obra que nos interpela en este momento.
Cada uno de les actores son expertos en manejar el humor, ¿esto ayudó a encaminar la obra?
Es increíble compartir con actores así, te da la posibilidad de hacer el trabajo de dirección susurrando sugerencias porque saben conducir su proceso, cuál es el tránsito que tienen que hacer los personajes, los recorridos, naturalmente va fluyendo y se convierte en una labor en conjunto.
Considerando que es una adaptación, ¿qué cosas puntuales tuvieron que cambiar?
La hizo Ignacio Gómez Bustamante, en la obra original era una pareja española que visitaba a la hermana y al cuñado finlandés. En esta versión la argentinizamos pero es un trabajo orgánico porque compartimos muchas características que se manifiestan tanto en España como en Argentina, obviamente los argentinos, hablamos más fuerte que los finlandeses, somos más extrovertidos.
La escenografía, todo ese marco colorido serán complemento perfecto de la obra, ¿cómo será esa parte visual?
Es el interior de una casa finlandesa, donde se verá el frío de Laponia, es un lugar realmente helado. Imaginarse ahí a dos argentinos llegar a ese casita, fue un trabajo brillante que hizo Rodrigo González con la puesta escenográfica.
El Picadero cumplió diez años y se muestran muchas de sus creaciones, ¿cómo te sentís al respecto?
En este momento tengo un cartel entre las obras de mi autoría y las que no son mías, son cuatro o cinco. Soy de Lomas de Zamora pero El Picadero es como mi casa en Buenos Aires.
Me llena de orgullo que esté de aniversario porque es un lugar emblemático del teatro independiente y además porque tengo la dicha de tener esa cantidad de espectáculos haciendo funciones ahí.