En 2009, Yukito Ayatsuji publicó su novela ligera Another. Una historia “seinen” (para jóvenes adultos) de suspenso y terror psicológico. El éxito fue tal que en 2010 llegó una adaptación al manga, con ilustraciones de Hiro Kiyohara. Este serial se publicó en la revista Young Ace de la editorial Kadokawa Shöten. Con 20 episodios, la publicación concluyó en 2012, año en que llegaría a la TV.
La historia es un thriller de misterio sobrenatural que tiene como protagonistas a estudiantes de una escuela secundaria. En Japón se acostumbra utilizar este entorno para desarrollar las historias por la audiencia objetivo, que suele ser masiva. Este tipo de relatos incluso siguen siendo consumidos por personas mayores que han crecido y añoran sus años escolares.
El éxito del anime, posterior a la finalización del manga dio como fruto un OVA (Original Video Animation) lanzado dos meses luego de finalizada la serie. Así mismo, el manga fue recopilado en cuatro tomos Tanköbon, y un quinto en clave de precuela llamado “0”. En 2014, el autor anunció una secuela que fue publicada finalmente en 2020 que toma lugar en 2001, tres años después de su predecesora.
La historia de Another
En 1998, Köichi Sakakibara, un joven estudiante, es transferido a la secundaria Yomiyama Norte tras irse a vivir con sus abuelos. Allí se encuentra con una situación peculiar: sus compañeros de curso, e incluso docentes, ignoran por completo a una de las estudiantes. Esta chica, con un particular parche en el ojo, parece tomarlo con tranquilidad. Sin embargo, les compañeres insisten en que “no existe”.
Al no encontrar respuestas coherentes a esta situación, Köichi intenta comunicarse con Mei Mikami (la ignorada), que en principio se muestra reticente. Con el pasar de los días, la situación se volverá mucho más tensa hasta que una compañera de curso muere de manera trágica y poco normal.
Köichi debe descubrir si se está volviendo loco y está alucinando la existencia de Mei, o si se debe a otra razón el hecho de que todes actúen de esa manera. Así, su investigación revelará que todo está unido a una tragedia muy extraña que se remonta a 26 años en el pasado.
Los misterios solapados
Yukito Ayatsuji encuentra la clave en el orden de los elementos que utiliza, profundizando en la verticalidad del misterio. Durante la primera parte de la historia, todo ronda en torno a Mei y las respuestas que busca Köichi. Sin embargo, no se detiene allí. Una vez resuelta la primera situación, abre la puerta a muchas preguntas respecto a los sucesos y su origen.
Las muertes no son abundantes, pero la narrativa las vuelve impactantes. La sensación de opresión que comunica el relato hace que el lector pueda ponerse en la piel de Köichi. Por su parte, Mei es un personaje cuyo carisma no se explota en su estética, ya que es muy común, sino en su relación con los eventos.
Ayatsuji es muy inteligente al plantear cuestiones sospechosas como si fueran algo cotidianas desde el principio del relato. Teniendo a Köichi justificando todo, el lector aceptará todo sin hacerse demasiadas preguntas. Esto no hace más que incrementar el suspense escena a escena, utilizando las muertes como un alivio de tensión momentáneo.
Uno de los aspectos que quitan un poco a la obra de su tono es el sentido del humor. Cada tanto, se pueden ver comportamientos típicos de las comedias adolescentes en medio de la trama, lo que puede llevar a confundir un poco al lector.
La narrativa visual
Hiro Kiyohara se familiariza poderosamente con la historia, y decide centrar la mayor parte de sus viñetas en planos detalles de los ojos de los personajes. En la obra, lo que abarca la mirada, y lo que oculta, es crucial para el desarrollo de los personajes. De esta forma, el sentimiento de opresión se potencia constantemente.
Los planos de establecimiento de escena también son importantes para dar un respiro al lector. Estos llegarán a introducir no solo el escenario, sino también lo que comunica. Esto dota a la obra de un aire cinematográfico muy intimista al saltar de planos que establecen locaciones a cuadros que encierran a los personajes.
Un detalle estilístico que aprovecha el artista, es el sombreado que suma dramatismo a las escenas. A veces, la oscuridad en las composiciones ayuda a mostrar la soledad de los personajes, y otras veces exacerba el caos de la escena.
La resolución de la historia es brillante, y las relecturas dan fe de lo correcto que fue Ayatsuji al utilizar los elementos. Another es una historia que brilla por sí misma, y ese es el motivo del éxito que ha tenido.En Argentina, los cuatro tomos de Another fueron publicados por Editorial Ivrea y al día de la fecha ya han salido en su totalidad.