Después de seis años de trámite, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó el proyecto de regulación de las criptomonedas. La Ley 2303/15 tiene el objetivo de normalizar la compra y venta de estas en el país. El bitcoin, entre otras monedas virtuales, tendrán la categoría de «activos virtuales». Serán aptas negocios o transferencias por medios electrónicos, y también podrán utilizarse para realizar pagos o inversiones.
La propuesta de ley contempla delitos, como fraudes y lavado de dinero con penas de tres a diez años de cárcel. Además, el proyecto establece que se deberá crear un organismo público que se encargue de autorizar a quiénes serán los prestadores de servicios en el país. El Poder Ejecutivo será quién se encargue de esta designación.
Según el proyecto original, el encargado de regularizar las monedas virtuales sería el Banco Central. Sin embargo, el relator del proyecto, el diputado brasileño Expedito Netto del Partido Social Democrático (PSD-RO), afirmó que el Poder Ejecutivo es quien debería decidir cuál sería el organismo adecuado para regular el mercado de activos virtuales.
El documento, presentado por primera vez en el 2015 por el diputado Aureo Ribeiro, se encuentra aprobado en la cámara baja del Congreso brasileño. De esta forma, les diputades permitieron avanzar el proyecto para debatirlo en la Cámara de Senadores.
La agencia de noticias de la Cámara de Diputados en Brasilia afirmó que los proveedores de servicios de activos virtuales que se encuentren activos tendrán que adecuarse para el cumplimientos de las reglas del proyecto.
Criptomonedas en la mira
A raíz del curso legal de la criptomoneda en El Salvador, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las monedas virtuales podrían amenazar la estabilidad macroeconómica y perjudicar la integridad financiera, debido a las actividades ilícitas. Según la entidad, el bitcoin y otras monedas virtuales deberían regularse de manera global, con una normativa coherente y coordinada.
También plantean que, para los mercados emergentes y las economías en desarrollo, la moneda virtual puede acelerar un proceso que determinan cómo “criptoización”. Esto implicaría que los activos reemplacen a la moneda nacional y eviten las restricciones cambiarias. Es por esto que desde el FMI exigen estándares internacionales integrales que aborden de manera completa los riesgos de las criptomonedas.
El FMI establece tres puntos clave para la regulación de las monedas virtuales. El primero es que los proveedores de servicios deben tener licencia o autorización brindadas por autoridades designadas. El segundo punto establece que las autoridades deberán proporcionar los requisitos a las entidades financieras. Para finalizar, el último punto menciona que los requisitos tienen que ir acorde a los usos de las criptomonedas.