La academia de danzas “Freedance” realizó una breve demostración de bailes de hip hop en la legislatura de Corrientes. Fue en el marco de la muestra “Corriente’ Mboyeré”. “Vinimos a apoyar a la colectividad urbana de nuestra cultura, presentando una mezcla de la vieja escuela con la nueva”, dijo Marina Anahí Ramírez, profesora a cargo de la demostración.
La muestra tenía por objetivo contribuir y homenajear a la diversidad cultural. Además, también participaron activistas del colectivo LGTBIQ+ y miembros de la Cofradía San Baltazar. Ramírez comentó que la presentación consistió en “representaciones que van desde tik tok, rap, freestyle, batallas. Fue muy amplio, como lo es la cultura urbana”.
Aseguró que es súper importante contar con este tipo de espacios en la legislatura correntina. “Que desde las autoridades y desde todos los estratos del Estado nos den el espacio para poder mostrar nuestro trabajo, el esfuerzo, el tiempo que conlleva hacer nuestro arte, es muy importante”, dijo.
Agregó que “los chicos dejan un montón de cosas de lado para dedicarse al arte y que a veces no se valora todo el esfuerzo que hay detrás de cada presentación y de cada clase”.
Las instalaciones de la legislatura son sede de distintas muestras culturales en el marco de “El Senado también es Cultura”. En este contexto, Ramírez dijo que este espacio es oportuno para “dar a conocer a todas las generaciones de qué se trata el arte, la cultura y lo que hacemos”.
“El arte va más allá de bailar, es vida, sana, cuida y hace que en lugar de que estén dedicándose a otra cosa estén acá, bailando y es lo que nos hace seguir, darle la importancia y el lugar que se merece”, dijo la profesora. Ramírez agregó, además, que como “hoy está todo muy desvirtuado. Así que, que ellos dediquen su vida y su tiempo a bailar es espectacular”.
Una academia con mucha vida
Marina Ramírez es una de las docentes que está al frente de la academia de danzas “Freedance”. Tiene 30 años y asegura que “desde que tengo razón me dedico al arte y las danzas”.
La academia nació hace 18 años en el barrio Molina Punta de la capital correntina. “Nacimos en el garaje de mi casa y ahora ya somos un instituto gigantesco en el que desarrollamos un montón de disciplinas y del que participan alumnos de distintas edades”, relató Ramírez a Nota al Pie.
Actualmente, y después de regresar a la presencialidad de distintas actividades culturales, la academia también contempla clases de pintura, dibujo, inglés, taekwondo y música. Asisten alumnes que van desde los 2 y 3 años, hasta adultos mayores de 70 años.
Dentro de la academia les chiques encuentran también un lugar para profesionalizarse. “Hacemos los profesorados, estamos avalados a nivel nacional, entonces ellos estudian las carreras de danzas dentro de nuestra academia, así que para ellos también es encontrarnos dentro del arte, y darles la posibilidad de seguir lo que les gusta”.
Ramírez, aseguró que la formación de les alumnes está a cargo de diferentes profesores “que se dedican cien por ciento al arte”. Dijo que “somos muchos profes, 17 en total, y estamos complementando desde todos los lugares de expresión artística”.
Una profe hecha de arte
Les alumnes y allegades a Marina la conocen simplemente como “Mar”. Si tiene que definirse no le alcanzan las palabras porque “soy profesora de danzas urbanas, árabes, expresión corporal, clásico, folklore y un poquito de todo”, dice entusiasmada.
Entonces, para resumir todo ello, solo dice que “toda mi vida es arte”. Desde muy pequeña se acercó a las formas de expresión, se instruyó y ahora imparte clases. “Desde que me levanto y me voy a dormir, inclusive durmiendo mi vida es arte, y creo que así lo viven el resto de los profes, que tenemos la suerte y con mucho amor nos dedicamos de lleno, es nuestra profesión. Nos dedicamos enteramente a esto”, aseguró.
Ramírez, vio llegar y crecer a muches, a tal punto de llamarles “colegas”. “Tenemos chicos que fueron mis alumnos desde que tenían 3 años y hoy en día ya son profes, a la par mía”, dijo.
Casi una familia
La pandemia puso en pausa muchas cosas. Sin embargo, con las nuevas aperturas, los eventos culturales comienzan a contar con mayor presencialidad. Esto favorece a que las demostraciones artísticas resurjan y poco a poco recuperen el ritmo.
“Tenemos la suerte de que se haya abierto y se haya autorizado todo tipos de eventos, estamos repletos de cosas y entonces nos encontramos de lunes a lunes todo el día juntos y llega un momento en que ya nos sentimos familia”, aseguró la profesora de la academia.
Para finalizar, recomendó el carácter sanador de hacer actividades artísticas. “Ya sea porque les gusta o porque lo necesiten a nivel salud, les digo que no pierdan más el tiempo y que se hagan un espacio para el arte”, dijo. Agregó que el arte “cura, nos da vida, nos resta años, asique a todos, los mejores amigos que pueden tener las personas son los que se hacen en una academia compartiendo una misma actividad», concluyó.