La historia negra de la Argentina se encuentra marcada por múltiples casos de abuso sexual infantil cometidos generalmente por personas del entorno familiar o más cercano de les niñes.
Los abusos sexuales contra niñes hipoacúsicos en el Instituto Antonio Provolo salieron a la luz hace cuatro años gracias a la denuncia realizada por el profesor de lengua de señas, Luis Batistelli.
En este contexto y de acuerdo a la información a la que tuvo la oportunidad de acceder Nota al Pie, se conoció la noticia de la realización del segundo juicio referente al caso Provolo.
Según los datos consultados, el Tribunal Penal Colegiado N° 2 reprogramó para el próximo 3 de mayo el inicio del nuevo proceso judicial debido a la situación sanitaria.
El caso sale a la luz
El 18 de noviembre se convirtió en la fecha clave para el caso Provolo, puesto que, de acuerdo a la reseña publicada en el sitio de la Legislatura de la provincia de Mendoza, significó el principio del fin de los abusos y violaciones que se cometieron en la institución.
En esa oportunidad, en la Legislatura Abierta de Mendoza se realizaba la presentación de la propuesta de Ley Procesal para la Justicia de Familia y Violencia Familiar, que dio lugar a la reunión de diversas autoridades y funcionaries judiciales.
Asimismo, ese día también tuvo lugar una jornada en el marco de la Conmemoración por la Convención Internacional de los Derechos del Niño, que ayudó a impulsar a Batistelli a poner fin al horror en el Provolo.
En línea con el relato, el profesor se armó de valor y asistido por un intérprete, llamó a la senadora Daniela García a un rincón para contarle los crímenes que se cometieron en la institución, dando luz a una de las historias más aberrantes de Mendoza y de la Argentina en los últimos tiempos.
Las imputadas y condenados
En el nuevo juicio que se llevará a cabo, serán juzgadas nueve mujeres, de las cuales ocho están libres. Entre las que se encuentran dos monjas, las ex directivas y otras ex trabajadoras del instituto.
La única de las imputadas que llegará al banquillo privada de su libertad es la monja Kumiko Kosaka, quien enfrenta acusaciones bajo los delitos de «entregadora de niñes a los curas y autora de abusos sexuales contra les víctimas».
Por último, cabe recordar que en 2019, la justicia condenó a los curas Nicola Bruno Corradi y Horacio Corbacho a 42 y 45 años de prisión respectivamente. Fué por las violaciones en el Instituto, mientras que el jardinero Armando Ramón Gómez y el monaguillo Jorge Bordón fueron sentenciados a 18 y 10 años de prisión respectivamente.