Desde el próximo mes, el actual titular del club Argentinos Juniors, Cristian Malaspina, será el sucesor de Marcelo Tinelli al frente de la Liga Profesional de Fútbol (LPF). Logró imponerse tras encabezar la única lista que se presentó para el cargo. No cuenta con el apoyo completo de los equipos, pero sí con el de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). De esta manera, el único equipo grande que apoya la moción es Independiente.
Cuando se celebren las elecciones el ocho de abril venidero, la AFA volverá a recuperar el poder central del fútbol argentino. A las 20 h del pasado miércoles, se cerró el plazo para presentar listas de candidatura. Sin embargo, solo la liderada por Malaspina apareció de manera oficial por la sede de la LPF en Puerto Madero. Una vez que la noticia se conoció, Malaspina comentó en su Twitter: “Conduciremos codo a codo con los 28 clubes que integramos esta liga dando soluciones a sus necesidades”.
El futuro presidente de la LPF estará acompañado por Héctor Maldonado (Independiente) como Vicepresidente 1°; José Alonso (Colón) como vicepresidente 2°; David Garzón (Huracán) como vicepresidente 3°; Hernán Arboleya (Lanús) como secretario; y Edgardo Zin (Unión) como prosecretario. Para las elecciones, se bajaron a último momento tanto Sergio Rapisarda (Vélez), impulsado por el “tinellismo” residual, y Mario Leito (Atlético Tucumán), diputado nacional por el Frente de Todos.
Repercusiones de la nueva conducción de Malaspina
La nómina candidata encabezada por Malaspina posee “un alto consenso dirigencial” que servirá para “cerrar una grieta de muchísimos años”, según el propio presidente de Argentinos, que reemplazó a Víctor Blanco (Racing). Tanto para la AFA como para su presidente, Claudio Tapia, Malaspina es el candidato ideal para la unidad del fútbol argentino aunque el “consenso” solo abarca a 20 equipos de los 28 de la Primera División de Argentina. No cuentan con el apoyo ni de River ni de Boca.
Además de los dos clubes más grandes de Argentina, tampoco brindaron su apoyo al reemplazo de Tinelli ni Racing ni San Lorenzo. Con este pasaje de la antorcha también se beneficiaría la AFA, porque retomaría el control unificado del fútbol argentino, como así también de manera geográfica.
Varios confirmaron que, tras las elecciones, la LPF dejaría su sede de Puerto Madero para mudarse a la calle Viamonte 1366.
Lo que vendrá
Todos esperan que el mandato de Malaspina sea mucho mejor que el de Tinelli, quien terminó con licencia tanto en la LPF como en su cargo en San Lorenzo, donde se ganó el odio de los simpatizantes por su ausencia en un mal presente. Lo más positivo del cambio de presidente es la aspiración que tiene el actual titular de Argentinos en llegar a conformar un torneo de Primera con 22 equipos, lo cual lo ratificó como una “necesidad imperiosa”.
Ante esta reducción de los 28 equipos actuales, condición que provocó la suspensión del descenso por el COVID-19 en el 2020, la idea es que tras los dos descensos del 2022 se implante la ejecución de cuatro en los próximos tres torneos, para así lograr “jerarquizar la Liga” con los futuros ingresos económicos. Una vez que se acomode la cantidad de equipos, se presentará el formato tradicional de los torneos de todo el mundo; con partidos de ida y vuelta, descensos y clasificaciones a copa.
El futuro de la LPF
Por otro lado, también se evaluará el actual contrato comercial con la televisión para adaptarse a la realidad de las plataformas de streaming y lograr así un mejor contrato que cubra las necesidades a todos los clubes por igual. Con el objetivo de mejorar el poder adquisitivo de cada club, se trabajará en mejorar los ingresos de sponsoreo, aunque con la diferencia correspondiente a cada institución.
También cabe destacar que un beneficio para el mandato de Malaspina es el total apoyo de Claudio Tapia, presidente de AFA para generar una democracia estratégica en base a la mejoría del fútbol argentino; tanto en Primera, como en el Ascenso y en la Selección de Fútbol de Argentina. Lo que es seguro es que varios cambios positivos vendrán desde el ocho de abril con el fin de levantar el fútbol y colocarlo de nuevo a la par de los poderosos de América; tanto a nivel competitivo como de infraestructura.
Lo negativo del reemplazo de Malaspina
Se podría decir que lo negativo de todo este asunto es que River y Boca no apoyan al nuevo candidato, a pesar de que también sufrieron la crisis económica de la pandemia y que necesitan mejorar sus amplios ingresos. Al igual que el Millonario y Xeneize, tanto Racing como San Lorenzo están en contra. Es por esto que Independiente tendrá un rol fundamental como el nexo entre la LPF y los grandes, para dar a conocer las peticiones de los mismos ante la Mesa Directiva.
Puede sonar como un simple contratiempo de desacuerdos, pero la historia siempre demostró que el peso que tienen los dos clubes más grandes de Argentina es fundamental para el fútbol de nuestro país. Será cuestión de tiempo ver cómo se desarrolla la relación de los nuevos mandatarios con los clubes más influyentes, y se podrá equiparar, en los términos consientes, el ingreso de cada institución para cubrir las necesidades económicas y deportivas.